martes, 6 de mayo de 2025

El Nacimiento y la Muerte del NiƱo Omner Pratt.

 

 

ApƩndice 1

 

El Nacimiento y la Muerte del NiƱo 

Omner Pratt

 

ValparaĆ­so, Chile

30 Noviembre 1851 – 7 Enero 1852

 

La inspiración de poeta que llevó al Ɖlder Parley Parker Pratt a escribir inspirados himnos, tambiĆ©n se manifestó al cantar a la naturaleza chilena, con hermosos versos que sin duda llevaron alegrĆ­a a su alma, la misma alegrĆ­a que se convertirĆ­a en un inmenso gozo cuando el dĆ­a 30 de noviembre su esposa Phoebe dio a luz un hermoso varoncito a quien llamaron Omner. Sin embargo, muy pronto, esta felicidad se transformarĆ­a en una profunda tristeza, al dejar de existir el niƱo Omner y ser sepultado en uno de los cerros de ValparaĆ­so conocido como Cerro Panteón[1].

 

 

 Cerros y quebradas de ValparaĆ­so. Archivo Histórico.

 

 

           

 

ApƩndice 1

 

 

 

De este triste acontecimiento que no aparece registrado en la AutobiografĆ­a de Parley P. Pratt, leemos en el libro “The Archer of Paradise”[2] (El Arquero del ParaĆ­so) lo siguiente: “El 30 de noviembre (de 1851), el segundo hijo de Phoebe, Omner, nació. NingĆŗn doctor se pudo encontrar cuando comenzó el trabajo de parto. Dos mujeres de ValparaĆ­so actuaron como parteras, ya que Phoebe no estaba pujando a causa de sus dolores, las dos mujeres la levantaron tomĆ”ndola por debajo de sus brazos, la sacudieron violentamente hacia arriba y hacia abajo, hasta que ellas literalmente arrojaron al niƱo al mundo”.

Sin duda que las penurias del viaje, la pĆ©sima alimentación, la debilidad de Phoebe a causa de lo mismo, los trabajos del parto sin ninguna comodidad, fueron factores que se combinaron para que el bebĆ© falleciera el dĆ­a 7 de enero de 1852, siendo sepultado esa misma noche “en una solitaria colina de ValparaĆ­so”[3].

El niño fue sepultado en el Cementerio de Disidentes[4] de Valparaíso, lugar a donde eran llevados aquellos que no profesaban la fe católica.

 

 

Antigua calle de piedras llamada Dinamarca que lleva al Cementerio de Disidentes en ValparaĆ­so, Chile. Foto de Rodolfo Acevedo.

 

            La mayorĆ­a de los extranjeros avecindados en ValparaĆ­so por aquellos dĆ­as eran protestantes de nacionalidad inglesa o norteamericana, como el pastor David Trumbull de la Unión Church o Iglesia Congregacional Americana quien tenĆ­a a su cargo la administración del cementerio de Disidentes, que se ubicaba  en el Cerro Panteón.

El Administrador del cementerio don David Trumbull dejó registros de la sepultación del niño Omner, los cuales pueden verse en el libro de registros de esa época que aún se conserva en el cementerio.

 

 

 

Omner Pratt

 

Un ejemplo de esto es el siguiente extracto del libro, en que se pueden apreciar los nombres del SeƱor David Trumbull, y de Ɖlder Parley Parker Pratt.

 

 

 

Nombre de P. P. Pratt en el registro de sepultación, junto a la edad de su hijo fallecido 1 mes.(1mo.)

 

 

Registro 992 Omner Pratt.

 

 

                  Fecha de Sepultación (dĆ­a 8) Causa de muerte (Debility)


El cuerpo sin vida del niƱo  Omner  fue ingresado al cementerio el dĆ­a 8 de enero y la razón declarada en el registro de su muerte fue debilidad.

 

 

El historiador Rodolfo Acevedo con el Libro del Cementerio de Disidentes en sus manos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CEMENTERIO DE DISIDENTES

Sitio de Sepultación del Niño Omner Pratt

 

 

Sector del Cementerio donde fue sepultado el niƱo Omner, se ingresa por el frontis central que da a la calle Dinamarca,  doblando inmediatamente a la mano izquierda.  La placa conmemorativa se encuentra al fondo tras los dos Ć”rboles, que a febrero de 2005 presenta el mismo aspecto de la fotografĆ­a.

 

 

Placa que recuerda e identifica el lugar donde fue sepultado el niƱo Omner Pratt en Valparaƭso, Chile. Fotos Rodolfo Acevedo.

 

 

 

Cementerio de Disidentes

           

 

            En 1990, en una ceremonia de conmemoración de la visita de Parley P. Pratt a Chile, una placa recordatoria fue puesta en el cementerio donde su hijo Omner fuera sepultado en 1852. En la ocasión el Ɖlder Waldo P. Call de los Setenta, un descendiente del Ɖlder Pratt descubrió la placa. Ɖl tambiĆ©n dedicó el lugar donde se encuentra la tumba del niƱo Omner. En sus palabras dedicatorias Ɖlder Call pidió una bendición especial para Chile, expresando en parte de ella lo siguiente: "Que bendigas a aquellos que gobiernan; y bendĆ­cenos como miembros de la Iglesia para que por medio de vivir el evangelio dignamente tu puedas bendecir a este pueblo, para que haya paz, para que haya alimentos en las mesas de todas las familias chilenas, y para que ellos puedan escuchar el mensaje del evangelio y puedan sentir que es verdad”.

           

 

Visión actual de la BahĆ­a de ValparaĆ­so desde la cumbre del Cerro Panteón. FotografĆ­a tomada  por Rodolfo Acevedo Villanueva., el dĆ­a 11 de febrero de 2005.

 

            El antiguo acceso al cementerio de disidentes del Cerro Panteón era  la Quebrada de San Juan  de Dios, en el sector comprendido entre las actuales calles Condell y Ecuador. Desde aquĆ­ y mĆ”s precisamente desde la Plazuela Ecuador salen los colectivos N° 40 que llevan a las puertas del Cementerio N° 2 en la calle Dinamarca[5]. Para llegar al cementerio de Disidentes mismo, donde se encuentra la tumba de Omner Pratt, hay que caminar por la empedrada calle Dinamarca, bordeando el cementerio, llegĆ”ndose de esta forma a su entrada principal. “Por la Plazuela Ecuador, en dirección a la avenida Ecuador encontramos otra escalera pintoresca y propia de la ciudad de ValparaĆ­so, es una escalera muy empinada con el nombre Hermanos Mongolfier, que une al cerro Panteón con la actual avenida Ecuador, es muy larga y no estĆ” en las mejores condiciones estructurales”. Otro acceso antiguo al cementerio era la Quebrada ElĆ­as, hoy dĆ­a llamada calle Ricardo Cumming, que da a la Plaza AnĆ­bal Pinto.  Desde la Plaza AnĆ­bal Pinto, la calle Ricardo Cumming (la antigua Quebrada ElĆ­as), conducĆ­a a los antiguos porteƱos hacia los cementerios por una escalera que aĆŗn existe, por la calle Ricardo Cumming, por el lado poniente, hasta llegar al pasaje C. Mondaca”[6].

 

 

 

Tumba de Marinos del Essex  (ver Nota 4) a la entrada del Cementerio de Disidentes, justamente al fondo se encuentra la placa recordatoria de Omner Pratt. Foto de Rodolfo Acevedo Villanueva.

 

 

 

 Conversatorio Omner Pratt





 

Cementerio de Disidentes

           

 

 

NOTAS

 

 

 

[1] El frente del Cerro Panteón en nuestros días da hacia la Calle Condell de Valparaíso, en el sector comprendido entre la Plaza Aníbal Pinto y la Plazuela Ecuador.

 

[2] Ɖsta es una referencia a la obra  de Stanley, Reva. The Archer of Paradise: A Biography of Parley P. Pratt. Caldwell, Idaho: Caxton Printers Ltd., 1937. Cita de la pĆ”gina 257.  Durante los primeros aƱos en el Territorio de Utah los miembros afectuosamente le dieron apelativos a las Autoridades Generales como sucedió con el Presidente Brigham Young que fue llamado “El León del SeƱor”, y  lo mismo sucedió con el miembro del Consejo de los Doce Apóstoles, Parley P. Pratt, quien fue llamado “El Arquero del ParaĆ­so”.

 

[3] Antes de la existencia de cualquier cementerio en el puerto de ValparaĆ­so, se enterraba a los muertos en la iglesia segĆŗn las costumbres coloniales, y a las personas menos pudientes o pueblo en general, en hoyos en las quebradas desabitadas del puerto, y a los extranjeros que aumentaban en nĆŗmero, se enviaban al fondo del mar. ¿QuĆ© hacer con los restos mortales?  Una pregunta difĆ­cil de contestar, ya que no existĆ­an sitos de enterramientos protegidos, tampoco carros fĆŗnebres, menos pompas fĆŗnebres, sepultar a los difuntos era un asunto de la iglesia y de la familia, el estado se mantenĆ­a al margen, y los problemas de salubridad eran serios. La iglesia (Católica) albergaba a sus fieles y a los mĆ”s pudientes. Pero el resto de la comunidad porteƱa, los llamados pobres de solemnidad eran enterrados en lugares inimaginables, y que en la actualidad estĆ”n densamente poblados., se enterraba en las iglesias a las personas pudientes, y a los pobres en solemnidad se les sepultaba en el campo, muchos fueron los lugares destinados a la sepultación de cadĆ”veres;  Cerro San Francisco, Concepción frente al hospital San Juan de Dios, en las Ramadilas, en la subida del Cerro Barón y el puerto, ademĆ”s de la quebrada de San AgustĆ­n.  El profesor Leopoldo SĆ”ez identifica otros sitios y nos cuenta que los lugares de sepultura en ValparaĆ­so: “los muertos se enterraban en la parte alta de los cerros o en los templos (…) Al igual que las quebradas MĆ”rquez  (ubicada actualmente cerca de la plaza Aduana), o sitios cerca del mar  como Las Torpederas.

                En ValparaĆ­so, consta en las actas Municipales del 3 de diciembre de 1821, se presenta por primera vez el proyecto para la Fundación de un panteón, el lugar elegido para el cementerio fue una pequeƱa colina en las afueras de la ciudad, la singular ubicación de la necrópolis de ValparaĆ­so serĆ­a privilegiada, este cementerio tiene una magnĆ­fica vista  al OcĆ©ano PacĆ­fico, y a toda la bahĆ­a porteƱa, envueltos con brisas frescas, a esta colina se le llamó el “Cerro Panteón”.  Ana MarĆ­a Ojeda FernĆ”ndez, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”.

 

[4] No ser católico en tierra chilena era un gran problema ante la muerte, a principios del siglo XIX, no se tenĆ­a dónde enterrar a los muertos. Son numerosos los casos sepultados en alta mar o en las playas que luego, en un horroroso espectĆ”culo aparecĆ­an en las orillas de las playas a vista y paciencia de todos, a pesar de tan repugnante espectĆ”culo se les negaba una sepultura cristiana, porque en la mentalidad de la Ć©poca y las normas eclesiĆ”sticas se entendĆ­a que, el cementerio parroquial era solo para los católicos y no se daba cabida a personas con otra religión.( .. ) Hay un hecho en particular que precipitó la construcción de dicho cementerio (de Disidentes). Cuando los buques de SMB Phoebe y Cherub vencieron al navĆ­o de guerra norteamericano Essex en la bahĆ­a de ValparaĆ­so, el 28 de marzo de 1814, las hostilidades entre Inglaterra y Estados Unidos de la guerra de 1812, se hicieron presente en ValparaĆ­so. El historiador  Eugenio Pereira nos dice que fue la fragata Essex, de 860 toneladas y 40 caƱones, al mando del capitĆ”n David Porter (…) El 6 de octubre de 1812 la Essex recibió órdenes oficiales para un crucero en los mares lejanos a fin de interceptar las rutas oceĆ”nicas entre Europa y AmĆ©rica  y de destruir la flota ballenera que surcaba el PacĆ­fico tras los preciados cetĆ”ceos, tristemente, importante fuente de ingresos en esa Ć©poca. Porter sigue las órdenes  y toma rumbo en dirección a SudamĆ©rica, cruza el Cabo de Hornos y llega al puerto de ValparaĆ­so el 13 de marzo de 1813. El mismo Porter seƱala: “Con gran estupor se me informó que habĆ­an roto los lazos de sujeción hacia EspaƱa que sus puertos estaban abiertos al comercio de todas las naciones, que nuestro arribo era considerado como un acontecimiento grato por cuantos

ApƩndice 1

 

 

 

 

 

miraban hacia Estados Unidos en busca de ejemplo y de protección.  El Essex destruyó una flotilla ballenera de los Ingleses, infringiĆ©ndoles pĆ©rdidas muy cuantiosas, Inglaterra dio la orden a cinco de sus embarcaciones para que dieran caza al crucero norteamericano. Es asĆ­ como el 8 de febrero de 1814 arribaron a ValparaĆ­so dos navĆ­os britĆ”nicos al mando del CapitĆ”n Hayllyar, el Phoebe, de 36 caƱones, y el Cherub, de 18, las naves britĆ”nicas por fin se vengarĆ­an de los norteamericanos del Essex. El encuentro fue en el mismo puerto de ValparaĆ­so, siendo sus espectadores los aterrados vecinos del puerto que observaban asombrados. Ninguno de los adversarios respetó la naturalidad de nuestro paĆ­s. Las consecuencias fueron funestas para los norteamericanos, 50 estadounidenses fallecidos en combate y no tendrĆ­an un lugar digno para ser enterrados por ser protestantes. Eventualmente, un grupo de ocho hombres y un oficial fueron sepultados en un banco de arena en el Fuerte Blanco del Cerro Cordillera, el resto de las vĆ­ctimas fueron lanzados al mar.

                El Director Supremo Don Bernardo O’Higgins, en conocimiento de las situaciones tan penosas que debĆ­an pasar los protestantes, accedió a la petición de permitir la compra de un terreno para los residentes no católicos del paĆ­s el 14 de diciembre de 1819. La autorización de un cementerio de disidentes abarcaba la ciudad de ValparaĆ­so, y Santiago, pero por causas que desconocemos, no se construyó ninguno en la capital, y los cadĆ”veres de protestantes santiaguinos fueron traĆ­dos al Ćŗnico cementerio no católico del paĆ­s por mĆ”s de 30 aƱos”.  Ana MarĆ­a Ojeda FernĆ”ndez, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”.  pp. 27-29.     

 

[5] La calle Dinamarca bordea a los tres cementerios existentes en el pequeƱo Cerro Panteón”. El Cementerio N° 1 como el de Disidentes, frente uno al otro, comparten la famosa calle Dinamarca, o calle del Cementerio (...) Esta calle nace a un costado del Cementerio N° 2, y se interna rodeando esa necrópolis y la de Disidentes, para pasar entre Ć©sta y el Cementerio N° 1 y continuar hasta el otro costado del Cementerio N° 2. Su calzada es de adoquines del antiguo ValparaĆ­so con dos huellas en el centro para el paso de los vehĆ­culos, actualmente se encuentra en muy mal estado…” Ana MarĆ­a Ojeda FernĆ”ndez, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”.  p. 17.

 

[6] Ana MarĆ­a Ojeda FernĆ”ndez, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”.  p. 17.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Una historia que merece ser recordada!

  ¡Una historia que merece ser recordada! Puerto de San Antonio Un Saludo de los pioneros de la Iglesia de San Antonio a los pio...