“…Ser Feliz Ahora y Para Siempre”
Por Rodolfo Acevedo.
Élder Jorge F. Zeballos
De variadas y significativas formas se manifestó la
alegría al ver a nuestra Autoridad General chilena, el Élder Jorge Zeballos del
Primer Quórum de los Setenta dirigirse a los Santos de todo el mundo en la
sesión de sábado por la tarde del día 3 de octubre de 2009 en la Conferencia
General Semi-anual N° 179 realizada en el Centro de Conferencias de la ciudad
de Lago Salado.
Élder Amado
y Élder Zeballos en el estrado de las autoridades
Presentes en el Centro de Conferencias ese día había
miles de Santos, pero la alegría de escuchar al Élder Zeballos tenía un
significado especial para dos de los asistentes, ya que ellos le habían
enseñado a un niño de 12 años el evangelio restaurado en la lejana ciudad de
Ovalle en 1967 y ese niño llamado Jorge era la Autoridad General que ahora
tenían al frente, de pie en el púlpito del Centro de Conferencias testificando
que “la obra y el sacrificio del Salvador hacen la vida eterna posible y de la
necesidad…de estar continuamente en el servicio de Dios y de sus semejantes”. Y
que “…mientras las personas hagan esto, ellos estarán cumpliendo con los
requisitos establecidos por Dios para conseguir Su más grande don, la vida
eterna”.
Élder
Steven K. Miller, Élder Jorge F. Zeballos y Élder Francis Alder.
Sin duda que tras cuarenta y dos años de fidelidad en el evangelio, el Élder
Zeballos estaba enseñando con su propio ejemplo y ante dos testigos muy
especiales, los élderes Steven K. Miller y Francis Alder, los misioneros que en
su niñez le habían enseñado por primera vez las buenas nuevas del evangelio
restaurado de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en la tierra.
El Élder Alder señaló concerniente a este especial
momento que les tocó vivir: “Mi compañero Steven K. Miller, mi esposa y yo
tuvimos el privilegio de estar en el Centro de Conferencias juntos para
escuchar al joven de 12 años que enseñamos hace 42 años en Ovalle. ¿Cómo podría
uno en sus sueños imaginar lo que sucedería en Lago Salado en la Conferencia el
año 2009 mientras éramos misioneros en el pueblito de Ovalle en 1967”.
Élder
Steven K. Miller Elder Francis Alder
El Élder Alder años después de servir su primera
misión en Chile, fue llamado a presidir la Misión de Chile Antofagasta en el
año 2004 y en esa posición volvería a reencontrase con el niño que había
enseñado y que ahora ya estaba convertido en el padre de una hermosa familia y sirviendo como Setenta de Área: “Vivíamos como
a 6 cuadras de la casa de Jorge y su familia. Y como poder expresar el gozo que
sentí cuando Jorge y Carmen Gloria fueron llamados a ser los presidentes de una
misión. Siempre decía mi presidente de misión, Robert H.
Burton: “Puede contar las semillas en una manzana pero no puede contar las
manzanas de una semilla”. También tuvimos el privilegio de estar
presentes cuando su primer hijo fue apartado como misionero cuando estábamos
sirviendo en Antofagasta”.
Todos estos hermosos recuerdos fueron evocados por el
Élder Alder mientras escuchaba el discurso del Élder Zeballos en la
Conferencia, agregando otro recuerdo a todos los demás y fue aquel cuando junto
a Élder Zeballos y al hermano Guillermo Antivilo viajaron a Ovalle para tener
una reunión con los miembros allí: “Tuvimos una charla fogonera cuando
estábamos en Chile. Obtuvimos permiso de la Presidencia del Área para ir
a Ovalle y estar presentes en esa reunión. Yo, Jorge Zeballos y Guillermo
Antivilo fuimos. No sabíamos cuantas personas asistirían pensábamos que
tal vez unos diez o quince pero la capilla estaba llena. Hablamos acerca
de cómo se inició la Iglesia en Ovalle y de cómo había crecido, echando de
menos en esa ocasión la presencia de Juan Carlos Castillo quien había servido
como un Representante Regional y como Autoridad de Área y quien había
fallecido en 1996, ya que él también fue uno
de los niños que conocimos al abrir la obra en Ovalle”.
Niños de
Ovalle, entre ellos Élder Zeballos tomando agua de la cantimplora y Élder Juan
Carlos Castillo en el extremo derecho de la foto cortando una rama.
La Rama de Ovalle se había creado bajo los auspicios
de la Misión Chilena el día 10 de agosto de 1967, siendo enviados allí los
élderes Crae J. Wilson, quien fue llamado a servir como el primer presidente de
la Rama, Douglas L. Bundy, Stephen K. Miller y Francis Call Alder y ya para el
día 9 de octubre de 1967, el diario local “El Limari” de Ovalle informaba del
bautismo de 10 personas en la fe mormona, señalando que: “Con gran éxito
y entusiasmo están llevando a cabo su religión, los misioneros norteamericanos
que hace tres semanas llegaron a Ovalle. Una de sus más efectivas labores la
constituyó el acto religioso que se llevó a cabo el sábado en la Iglesia de
Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, local ubicado en calle Vicuña
Mackenna N° 728, y que consistió en el bautismo de unas 10 personas mayores de
ocho años. El acto se inició a las 15.30 horas, y el bautismo se realizó
mediante el sistema de inmersión, de acuerdo a un artículo que al respecto dice
la Santa Biblia. Los servicios bautismales se llevarán a efecto cada sábado; y
además todos los domingos a las 10.30 de la mañana se realizará la Escuela
Dominical, y en las tardes, a las 19 horas, se efectuarán las Reuniones
Sacramentales”.
Fueron estos los comienzos de la ramita de Ovalle,
cuyos hechos también ya comenzaban a verse reflejados en la prensa local, la
que también informaba que se encontraban “en
nuestra ciudad los misioneros Élder Francis Call Alder y Élder Stephen
Kent Miller, que hasta hace poco cumplían su misión para la Iglesia Mormona en
la Comuna de Las Condes, en la capital. Ambos jóvenes permanecerán en nuestra
ciudad por varios meses ya que la finalidad de llegar a Ovalle es organizar la
Iglesia Mormona en la ciudad. Es por eso que quieren establecer contacto con
las personas que sean mormonas o los que tengan interés por conocer la
Iglesia”.
Uno de aquellos primeros contactos para estos
misioneros pioneros en la ciudad de Ovalle llegaría a ser el niño Jorge F.
Zeballos, el mismo que ahora convertido en una Autoridad General de la Iglesia
testificaba ante ellos que: “Sí es posible lograr la vida eterna. Sí es posible
ser feliz ahora y para siempre”.
Rodolfo Acevedo
Historiador-Área Chile.
Miércoles 21 de octubre de 2009.