Santiago, Chile. 5 de octubre de 2009
Historia de la Obra Misional en la Iglesia
Samuel Smith
Varios días después de la organización de la Iglesia
el 6 de abril de 1830; José Smith llamó a su hermano menor Samuel para servir
como el primer misionero para la naciente organización.
Desde el llamamiento de Samuel Smith en 1830 como el
primer misionero hasta junio de 2007, un millón de misioneros – varones y
señoritas, matrimonios jubilados y hermanas mayores solteras – han representado
a la Iglesia a través del mundo. Actualmente, 145 de las 239 naciones del mundo
tienen a misioneros proselitistas Santos de los Últimos Días sirviendo dentro
de sus fronteras.
El misionero Samuel Smith.
En los años 1830 a 1899, se estima que unos 12,827
misioneros fueron llamados a predicar el evangelio de Jesucristo. De 1900 a
1950, el número total aumentó a 50.143. Desde 1951 a 1989, unos 402.372
misioneros sirvieron. Desde 1990, sin embargo, aproximadamente 534.658
misioneros – o más de la mitad de todos los misioneros que jamás hayan servido
– han aceptado la responsabilidad de compartir el mensaje de la Iglesia de
Jesucristo.
El joven Smith, de acuerdo a un registro guardado por
su madre, Lucy Mack Smith, viajó más de 25 millas en su primer día de viaje y
fue “echado de las puertas tan pronto como él declaró sus principios”. Durante
los primeros esfuerzos misionales de Samuel Smith él compartió los mensajes del
recientemente publicado Libro de Mormón sin mucho éxito, entregó una copia del
libro que eventualmente llegó a Brigham Young y a su hermano Phineas. Los Young
aceptaron las enseñanzas y se alinearon con la recientemente formada Iglesia.
La obra misional rápidamente asumió prominencia en los
primeros días de la Iglesia. En octubre de 1830, unos seis meses después de los
esfuerzos de Samuel Smith, cuatro hombres fueron invitados a enseñar a los
Indios Americanos. Oliver Cowdery, Parley P. Pratt, Peter Whitmer Jr., y Ziba
Peterson se embarcaron en un viaje a la frontera oeste, parando para enseñar en
Kirtland, Ohio antes de seguir hasta Missouri. Prat informó que el grupo “viajó a pie por unas trescientas millas a través de
vastas praderas y rutas de nieve virgen, sin caminos; con pocas casas y muy
alejadas las unas de las otras; y el helado viento del noroeste siempre
soplando en nuestros rostros con una intensidad que casi nos sacaba la piel del
rostro”. El grupo cubrió unas 1.500 millas, mayormente a pie,
mientras cruzaban el territorio durante el invierno. Aun cuando su asignación
especifica de enseñar a los “Lamanitas” probó ser desafiante, varios cientos de
personas en el noreste de Ohio se unieron a la Iglesia como resultado de sus
trabajos.
Subsecuente
misioneros sirvieron brevemente en Canadá, pero la primera misión en el
extranjero fue cumplida por Heber C. Kimball y Orson Hyde en 1837, quienes
comenzaron el trabajo en las Islas Británicas. En una misión posterior, líderes
de la Iglesia - ocho miembros del Quórum
de los Doce Apóstoles y otros – salieron para el servicio misional e Inglaterra
en abril de 1839. Miles de personas se convirtieron a la Iglesia como resultado
de este esfuerzo. Muchos emigraron a los Estados Unidos durante los años 1840,
llevando fortaleza a la organización de la Iglesia durante circunstancias
difíciles.
Durante
los años 1850 misioneros sirvieron en Chile, Francia, Alemania, Gibraltar,
Hawaii, India, Italia, Malta, Escandinavia, Sudáfrica, el Pacífico Sur y Suiza.
A la vuelta del siglo, misiones adicionales en México, Samoa, Tahití y Turquía
fueron agregadas. Para 1903, nueve países más fueron abiertos a la obra.
La
primeras hermanas misioneras sirvieron durante este tiempo. Inez Knight y Lucy
Jane (Jennie) Brimhall fueron llamadas como misioneras proselitistas en abril
de 1898. Brimhall describió su servicio único. “En la tarde”, ella dijo,
“nosotras [con los élderes] fuimos a la calle para reuniones. En una concurrida
esquina formamos un círculo, cantamos un himno, uno ofreció una oración luego
cantamos otra vez. Una gran multitud se detuvo para escuchar”.
Bajo la asignación de Heber J. Grant, presidente de la
Iglesia desde 1918 a 1945, David O. Mckay, entonces un miembro del Quórum de
los Doce Apóstoles, se embarcó en un tour de inspección de 56.000 millas por
todas las misiones de la Iglesia en 1920 y 1921. Él visitó Nueva Zelandia,
Australia, Asia, India, Egipto y Europa.
Para 1925, otro miembro de los Doce, Melvin J.
Ballard, estableció una misión en Buenos Aires, Argentina, señalando que: “La obra del Señor se llevará a cabo aquí en
forma lenta por cierto tiempo…pero
vendrá el día cuando la Misión Sudamericana será una potencia en la Iglesia”.
Los métodos de enseñanza misional y de preparación
aumentaron bajo la administración de David O. McKay, presidente de la Iglesia desde
1951 a 1970. Un seminario para nuevos presidentes de misión se realizó por primera
vez en 1961, mientras un plan de enseñanza de seis lecciones y un programa
“cada miembro un misionero” fueron implementados ese mismo año. Además,
enseñanza de idiomas como parte de la preparación misional comenzó con el
idioma español en el campus de la Universidad de Brigham Young en Provo, Utah,
pero se expandió a varios idiomas en el Centro de Entrenamiento de Idiomas en
Provo en 1963 y otra vez en el Centro de Entrenamiento Misional en 1978.
Actualmente, más del 80 por ciento de los misioneros son capacitados en idiomas
y técnicas de enseñanza en el centro de entrenamiento en Provo, pero otros se
reportan a centros de entrenamiento en 16 lugares adicionales en todo el mundo.
Durante
su período como presidente de la Iglesia, 1973-1985, Spencer W. Kimball
enfatizó que “cada joven capaz y digno debe servir una misión” una directriz
que más que dobló la fuerza misional en 12 años.
La membrecía de la Iglesia creció y un incrementado
énfasis sobre la importancia de la obra misional otra vez dobló el número de la
fuerza voluntaria durante los años 1990. En adición al servicio de hombres y
mujeres jóvenes, un agregado aliento fue dado al servicio de matrimonios
jubilados.
Mientras el número de misioneros y el número de miembros
aumentaba, un nuevo modelo para el servicio misional fue introducido en el
2003. Gordon B. Hinckley, presidente de la Iglesia desde 1995, instruyó: “La
obra misional es rigurosa. Demanda fortaleza y vitalidad. Demanda agudeza mental
y capacidad…Demanda fe, deseo, y consagración. El tiempo ha llegado cuando
debemos levantar las normas de aquellos que son llamados”. El Presidente
Hinckley también instruyó a los miembros de la Iglesia a doblar sus esfuerzos
en ayudando a los misioneros que están sirviendo en sus vecindarios.
En el 2005, una nueva estrategia de enseñanza, esbozada
en un manual llamado Predicad Mi Evangelio, fue implementada en las misiones a
través del mundo. Usando la nueva directriz, los misioneros ahora enseñan los
principios del evangelio con un enfoque espiritual más fuerte más bien que
recitando lecciones memorizadas.
Al presente, los misioneros enseñan el evangelio en
casi 170 idiomas diferentes y tienen acceso a copias del Libro de Mormón en 106
otros idiomas, un lejano grito de los humildes comienzos de Samuel Smith como
el primer misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días.
Del Historiador.
Fuente:
History of Missionary Work in the Church. LDS Newsroom.
http://newsroom.lds.org/ldsnewsroom/eng/news-releases-stories/history-of-missionary.work
Santiago, Chile. 5 de octubre de 2009.