Parley Parker Pratt
El Apóstol Que Miró Hacia Chile
Autores: Historiador Rodolfo A. Acevedo y Cristóbal E. Acevedo.
Revisado por Juan Rodríguez Layana.
Introducción
Este documento ha sido preparado con profundo respeto y admiración hacia la figura del Élder Parley P. Pratt, Apóstol de Jesucristo, quien en 1851 emprendió un valiente y pionero viaje misional hacia Chile, convirtiéndose en el primer mensajero del Evangelio restaurado en pisar tierras sudamericanas. A través de cartas, diarios y escritos personales, se revela no solo su entrega y sacrificio, sino también su visión profética y amor por los pueblos de Hispanoamérica.
La presente recopilación, elaborada por el historiador Rodolfo Acevedo (1951-2012) y Cristóbal E. Acevedo su hijo, busca preservar y compartir este legado histórico y espiritual que nos inspira hasta hoy.
En el marco de la conmemoración de los 100 años de la dedicación de Sudamérica para la predicación del Evangelio, este documento queda como un humilde homenaje a Parley P. Pratt, a su Compañero Rufus Allen y a su esposa Phoebe, al pequeño Omner, y a todos aquellos que abrieron camino en tiempos difíciles con fe inquebrantable.
Es mi más sincero deseo que cada lector pueda atesorar este legado, comprender su profundo significado, y reconocer el valor de los primeros pasos que se dieron en Chile y Sudamérica para establecer la obra del Señor. Que este testimonio del pasado fortalezca nuestro compromiso en el presente, y nos motive a continuar escribiendo con dignidad la historia del Evangelio en esta parte del mundo.
Cristóbal E. Acevedo
Cuando el Elder Parley P. Pratt recibió su llamamiento y fue apartado como presidente de la Misión del Pacífico en febrero de 1851 por la Primera Presidencia de la Iglesia para “abrir la puerta y proclamar el evangelio en las islas del Pacífico, en la Baja California, y en Sudamérica”, formaba parte del original Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Él había sido llamado a formar parte de dicho quórum el día 21 de febrero de 1835 en la ciudad de Kirtland, siendo apartado en aquella ocasión por el profeta José Smith, Oliverio Cowdery y David Whitmer.[1]
Estando ya radicado en California el Élder Pratt escribió la siguiente carta fechada el día 26 de julio de 1851 en la ciudad de San Francisco, al Élder Addison Pratt, que se encontraba en las Islas de la Sociedad:
“Presido sobre todas las islas y costas del Pacífico, bajo la dirección de la Primera Presidencia de la Iglesia - para abrir la puerta a toda nación y lengua, tan rápido como el camino esté preparado y el Señor lo indique, para la predicación del evangelio de salvación. El trabajo está prosperando maravillosamente en Deseret, Inglaterra, Gales, Escocia, Suiza, Italia, Dinamarca, Suecia, Noruega, etc. Varios jóvenes que están conmigo irán a Chile y Perú en su debido tiempo. El Obispo Murdock irá pronto también a las Colonias Inglesas en Nueva Zelanda, las tierras de Van Diemen, o Nueva Holanda, si es la voluntad del Señor.
Nuestras instrucciones para los élderes, donde quiera que se encuentren, son las de buscar el Espíritu y el don del Espíritu Santo, en humilde oración, fe y buenas obras. También, de no tomar parte en los asuntos del gobierno, excepto para apoyar, y obedecer a las autoridades y a las leyes de cada nación donde puedan estar trabajando, y enseñar a otros a hacer lo mismo.
Las leyes del país en el cual estamos nos gobernarán en todas las cosas relacionadas con la libertad de conciencia, la libertad de expresión, etc.
Con sentimientos de amor y buena voluntad,
Su hermano en el evangelio,
PARLEY P. PRATT.
P. P. PRATT,
Presidente de la Misión del Pacífico
De la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
En otra carta fechada el día 28 de agosto de 1851 y que le dirigió al presidente Brigham Young el Élder Pratt le expresó su determinación de viajar a Chile, las siguientes fueron sus palabras:
PRESIDENTE YOUNG. Querido Hermano…Llegué a este lugar en algún momento del mes de julio, junto con aquellos que me acompañaron a esta misión. Si la Presidencia desea comunicarse sobre cualquier tema, las cartas dirigidas a mí en San Francisco, California, me serán remitidas a Chile, o a otra parte, yo no saldré de este lugar sin asignar a un agente para que reciba y envíe todos los documentos y comunicaciones.
Las Islas Sandwich están en paz, y disfrutan de un gobierno libre. Nosotros hemos enviado a esas islas a tres misioneros más que zarparon el día seis de agosto para el puerto de Honolulu. P. B. Lewis está asignado para presidir sobre esa misión.
Desde que llegué aquí he sido diligente en los deberes de mi llamamiento cada hora, y he invocado a Dios Su Espíritu para ayudarme con toda la energía que poseo, y sin cesar. El resultado es que, el Espíritu de Dios ha estado conmigo continuamente, con tal luz, gozo, y testimonio como raramente lo había experimentado antes.
Los hermanos A. Lyman y C.C. Rich han estado aquí conmigo parte del tiempo; hemos llamado a reunirse a los miembros antiguos y a otros, y predicamos el arrepentimiento y un cambio de vida. Hemos rebautizado a muchos de ellos, y hemos re-organizado la Iglesia. Varios nuevos miembros se están uniendo - algunos de los cuales son hijos de los miembros antiguos, y otros son extranjeros de diferentes países. Nosotros ya estamos sobre los cincuenta miembros. Hemos predicado dos veces al día los domingos en un gran teatro en el centro de la ciudad, y hemos tenido reuniones de oración los domingos y jueves por la tarde. Los extranjeros prestan buena atención. Los miembros se sienten bien, y están llenos de fe y de buen Espíritu, y el Espíritu es derramado hasta que nuestros corazones están rebosantes.
Espero abandonar este territorio pronto para ir a Sudamérica, a menos que sea capaz de ir a Nueva York, vía el Istmo, para hacer imprimir algunos libros.
Estoy estudiando el español con toda diligencia, y voluntad, y confío dominarlo en unos pocos meses.
Ahora, mis queridos hermanos de la Presidencia, acepten esta manifestación de mi recuerdo, buenos deseos y determinación, y tengan la seguridad de que ustedes estarán siempre presentes en mis oraciones y buenos deseos. Necesito de sus oraciones - su continua confianza y de sus buenos deseos y hermandad. Deseo que el Espíritu de Dios y de Sus ángeles esté conmigo; y que no tema a la tierra, ni al infierno, ni a los hombres, ni a los demonios, ni a la muerte. Deseo poder para hacer el bien continuamente, y llevar adelante la restauración de Su pueblo. Me glorío en mi llamamiento. No lo cambiaría por ninguna otra posición o llamamiento sobre esta tierra.
Espero regresar a casa pronto y verlos a todos, y ver los preparativos para las ordenanzas y poderes del Cielo junto a ustedes en un estado de progreso tal; que sólo la paz, la unión y la diligencia pueden producir. Así me despido.
Con mis mejores deseos y oraciones,
Vuestro hermano y siervo en la verdad,
P. P. PRATT.
Durante mi estadía en San Francisco escribí una proclamación del evangelio dirigido a los pueblos de las costas e islas del Pacífico, la cual fue posteriormente publicada por el Élder Wandell en Australia. También comencé el libro titulado Key to Theology. En una reunión pública de los Santos, el Élder George K. Wimmer fue unánimemente elegido y apartado para presidir sobre la rama de San Francisco - siendo yo mismo honorablemente relevado de los deberes de esta, con la vista puesta en una misión a Chile.
Luego hablé de mis deberes hacia otras partes del Pacífico; fui honorablemente relevado de la presidencia de la rama con un voto de agradecimiento, y una suma de dinero, la cual ascendía a mil cuatrocientos diez dólares, me fue abonada para ayudarme en mi misión.
Sept. 5. – Zarpé para Valparaíso; Chile, a bordo de la barca Henry Kelsey. Después de un tedioso y desagradable viaje de sesenta y cuatro días, llegué a salvo a Valparaíso, el 8 de noviembre, acompañado de mi esposa y del Élder Rufus Allen, todos con tolerable salud.
Encontré al país en un estado de guerra civil, la mayor parte de los negocios en un punto muerto - y los corazones de los hombres debilitados por el temor.
Entonces terminé la siguiente carta que había comenzado en el mar:
BARCO “HENRY KELSEY,” OCEANO PACÍFICO,
Lat. 24 N., Long. 115 W.,
Sept 15, 1851.
Querida Familia: Aquí estamos sobre las profundidades, con rumbo a Chile, S.A.- Phoebe, R. Allen y yo. Salimos de San Francisco el día 5 del corriente. Hemos tenido buen tiempo, exceptuando tres días, en los cuales estuvimos encalmados; y hemos navegado más de once mil millas. Nosotros estamos ahora avanzando ante el viento unas siete millas por hora. Todos nos hemos mareado, y no nos hemos recobrado completamente. Somos los únicos pasajeros, y tenemos la cabina a nuestra disposición, excepto durante las comidas. Estudiamos español cada día. Es un hermoso idioma, y maravillosamente adaptado a la simplicidad de los Lamanitas. Espero perfeccionarlo durante el viaje y en unos pocos meses de residencia entre los chilenos.
Ruta seguida por el Henry Kelsey
Pagamos sesenta dólares por viajar en la cabina, con comida y alojamiento. Esperamos estar dos meses navegando…Sobre este ilimitado derroche de aguas es extraño que algo rompa la monotonía de silencio eterno, o, más bien, del rugido de las olas mientras rompen cada vez más espumosas unas sobre las otras, o contra los costados de la embarcación.
Gracias por aquella promesa, de “que no habrá más mar”. Gracias por la esperanza de que todos los elementos de la naturaleza un día se adaptaran al gozo y al uso de la vida intelectual o social y a una existencia amable.
¡Imagínense la puesta del sol, el crepúsculo, las sombras de la tarde, las cortinas de la noche solitaria reuniéndose en silenciosa tristeza y solitaria melancolía alrededor de un padre que ama a su hogar y a su familia; su chimenea y el altar familiar! ¡He aquí a él mientras permanece inclinado sobre el costado de la embarcación, mientras se desplaza sobre las aguas del solitario e ilimitado Pacífico, mirando en sucesión de horas hacia el seno de su oscuro abismo, o mirando su blanca espuma y centelleante rocío!
Octubre 5 – Costas del Perú, S.A., lat. 3 grados, 30 m. S. Un mes hemos pasado sobre el océano; con mucho viento en contra, algunas calmas, y más o menos algunos mareos nos han afectado por turnos hasta este momento. No hemos sido capaces de leer, escribir, o estudiar mucho, por lo tanto, el tiempo ha pasado realmente en una forma muy tediosa.
Tenemos a un avaro por capitán quien piensa más en su moneda de seis peniques que en nuestras vidas o aún en la suya propia. Él no permite que el mayordomo cocine papas, pan, pastel, budines o cualquier otro alimento saludable, sino que nos mantiene con pan duro enmohecido, lleno de bichos y gusanos, charqui y cerdo - el cerdo está podrido. Él tiene harina, papas y buen cerdo, pero no permite que sea usado; así usted podrá darse cuenta fácilmente de que nos encontramos en una muy incómoda situación.
La tarde anterior estuvimos a punto de naufragar, habiendo navegado cerca de la tierra sin saberlo, cuando cayó la calma. El barco se hizo inmanejable, y cambió su dirección hacia la orilla, pero echamos ancla y esperamos la luz del amanecer, y cuando conseguimos aligerar el peso con mucho trabajo, se pudo hacer otra vez a la mar.
Muelle de Valparaíso, siglo XIX. Archivo Histórico.
HOTEL FRANCÉS, Valparaíso, Chile, S.A.
Noviembre 9.
Queridos amigos: Después de un muy desagradable y tedioso viaje de sesenta y cuatro días hemos al fin arribado a puerto, en tolerable condición de salud. Llegamos ayer al mediodía, y nos hospedamos y tomamos pensión completa en el Hotel Francés, donde tenemos una gran variedad de buena comida, y un salón principal para nosotros - el precio es de cuatro dólares diarios por los tres. El propietario habla francés, el recepcionista francés, con un poco de inglés, la dueña de casa alemán, el camarero español, y nosotros inglés con un poco de español.
Ustedes pueden darse cuenta de que tenemos nuestra propia pequeña Babel, independiente de Nimrod o la gran torre. Encontramos al país sumido en una revolución y guerra civil. Dos personas y sus adherentes luchan por poder y gobierno. Los negocios están detenidos, el costo de la vida alto, y la duda y la incertidumbre caracterizan cada transacción en los diferentes tipos de negocios.
A dos semanas de su arribó, Élder Pratt escribió: Valparaíso, Chile, Sudamérica, 24 de noviembre de 1851:
Querido Hermano, Solo como estoy en este oscuro rincón de la tierra, siento aplicar por luz, consuelo y edificación a esa tierra de donde salí, y donde tengo tantos queridos amigos y conocidos, y a aquel luminoso astro que fuera primeramente puesto en movimiento por mí como su Editor. Por favor envíenme el STAR, tan a menudo como sea publicado, dirigido a P.P. Pratt, Valparaíso, Chile. Yo iré a buscarlos a la oficina del vapor inglés en esta ciudad. Por favor también envíen por el mismo transporte un paquete con los números atrasados, y todo lo que pueda ser interesante. También les agradeceré si me pueden enviar un pequeño paquete con Libros de Mormón, y hacédmelo llegar por el mismo medio, si ellos lo pueden traer. Pagaré los fletes y derechos si la oficina del STAR puede proveer a un solitario peregrino de tal presente. Por favor también escríbanme una carta, informándome que lo enviaron y con quien. Tal vez sería bueno consignar el paquete de libros a la oficina del vapor de esta ciudad; pero, sin embargo, ustedes rápidamente se darán cuenta de lo que tienen que hacer al presentarse en esta línea de vapores en su pueblo.
Escríbanme una buena y larga carta, porque por supuesto ustedes tienen algo de que escribir. Yo estoy un año atrasado en las informaciones. He vivido cuatro o cinco años en las montañas, he viajado tres meses por el desierto, y navegado sesenta y cuatro días por el solitario océano y luego arribado aquí el 8 recién pasado, entre un pueblo con otro idioma, y como si esto no fuera bastante para coronar los vapores de oscuridad y de largas tinieblas, he aquí una feraz guerra civil está asolando aquí, y nadie puede hablar, escribir o imprimir mucha luz sobre cualquier tema.
Ustedes han escuchado sobre hambre por la palabra del Señor; bueno, agreguen a ello un hambre por noticias, y una palabra de nuestros seres queridos, y ustedes podrán formarse una idea de nuestra situación. Élder Rufus Allen me acompañó hasta aquí, y Élder Philo B. Wood pronto nos seguirá. Nosotros estamos estudiando la “Lengua Española”. Nosotros ya estamos comenzando a entenderla y a hablarla un poquito. También leemos y parcialmente comprendemos los impresos en español y la Biblia. Espero en el curso de uno o dos años dar a Hispanoamérica el Libro de mormón en su propia fluida “Lengua” si es la voluntad del Señor.
Teniendo la presidencia de las Islas y las Costas del Pacífico bajo mi cargo, ya he asignado misioneros a diferentes lugares. Élder John Murdock está a cargo de la misión en Australia, incluyendo Nueva Zelanda, Nueva Holanda y las tierras de Van Diemen. Él navegó desde San Francisco para Sydney, hace más de dos meses, acompañado del Élder Charles W. Wandell.
Élder Philip B. Lewis tiene a su cargo la misión de las Islas Sándwich, ayudado por una media docena de jóvenes. Élder Addison Pratt está todavía en las Islas de la Sociedad, y también otros, pero la Iglesia allí está muy oprimida por los franceses. En San Francisco, California, el trabajo está prosperando. La Iglesia está allí en un muy buen espíritu y sus números superan a los cincuenta miembros.
Querido hermano, ruego ser recordado en Inglaterra por los Santos, y deseo sus más fervientes oraciones diarias para nuestro éxito en este vasto campo de trabajo del Evangelio.
Por favor representen a las Islas y Costas del Pacífico en vuestra próxima Conferencia General, y a la Conferencia de Hispanoamérica en particular. Esta conferencia tiene los siguientes límites: por el oeste con el Océano Pacífico, por el sur el Cabo de Hornos, por el este con el Atlántico, y por el norte con los Estados Unidos de Norteamérica. Incluye un área de unas 6.000 millas, de norte a sur, y 3000 de este a oeste; se compone del Imperio del Brasil, las Repúblicas de Buenos Aires, Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Guatemala, México, y muchas tribus y estados pequeños, etc., probablemente abarcando a unos cuarenta millones de habitantes, una gran mayoría de los cuales hablan el idioma español. Cuando las llaves de la plenitud del evangelio sean dadas vuelta en el idioma español, éste es el vasto campo que se abrirá ante la asombrada visión; y lo mejor de todo esto, es que más de dos tercios de este número son descendientes de Lehi, y están incluidos en las promesas de Abraham, Isaac, Jacob, José, Nefi, etc. etc. etc. Esta vasta Conferencia al presente no tiene sino una Rama de la Iglesia, ubicada en Valparaíso, Chile, e integrada por tres miembros, a saber, mi esposa, el hermano Allen y yo mismo; esto es más que la que tuvo toda la Conferencia Irlandesa cuando fue primeramente representada por el Élder Dan Jones en la Conferencia General de las Islas Británicas, la cual la integraban solamente él y su esposa, tal como los registros del Millenial Star lo consignan.
Querido hermano F. D. Richards (a quien supongo me estoy dirigiendo) – si entre las decenas de miles de Santos de las Islas Británicas, que se están regocijando en la verdad, hay algunos que todavía me recuerdan…, por favor denles a ellos mis más calurosos respetos, recuerdos y afecto; y lo mismo a aquellos que aman la verdad, a quienes no he visto en la carne. Oh como me gustaría visitar Inglaterra, Escocia una vez más, y también Gales; pero el tiempo es precioso, la cosecha es grande, y los trabajadores pocos. Nuestras visitas, nuestro descanso, y la plenitud de nuestro gozo deben por lo tanto ser retardados hasta el fin de la cosecha, hasta que la última gavilla se apiñe en el carromato, y sea puesta ordenadamente en el granero, y el rastrojo junto con la paja y la cizaña sean quemados.
Que Dios les bendiga a todos, y también a los trabajadores en el continente, ahora y en el mundo sin fin. Amén.
Yo soy vuestro hermano y compañero de labores en el Reino y paciente de Jesucristo.
P.P. PRATT.
La nostalgia del Élder Pratt por su tierra quedó reflejada en el siguiente poema que escribió en el mes de su arribo a Chile y que tituló:
Noviembre en Chile
Es la primavera del año, y todos los manantiales están colmados,
Toda la naturaleza está preñada de vida y de amor;
Un coro de voces asciende desde cada remanso,
Una miríada de pájaros cantores anima la arboleda.
A su nido en los Andes, el cóndor va a descansar,
Los vientos de Magallanes no prevalecen más,
Y el sol, con la brisa nortina que regresa, inspira
Nueva vida en el céfiro, y amor en el viento.
El bosque está vestido con su ropaje de fresco verdor -
Donde la paloma canta un himno, para atraer a su compañero.
La huerta está vestida como una reina de fiesta,
Y el capullo está floreciendo con plenitud de gozo.
El naranjo, el olivo, la higuera y la parra,
Están vestidos como en el Edén de inocente lozanía;
La tierra es un altar de incienso divino,
Exhala el dulce aroma del más rico perfume.
Los más jóvenes del rebaño se arrancan brincando
Mientras sus madres pastan, en medio del rocío de la mañana,
Y grupos de niños están activos y felices;
Pero mi corazón, en medio de este gozo, está triste y con pena.
Yo suspiro por las tormentas de noviembre que ya vienen,
Las heladas, y la planicie nevada yo vería;
La oscuridad, los vientos invernales de mi propio hogar en la montaña,
Y el glaciar golpeado por la tormenta son más queridos para mí.
La campana de los trineos otra vez oiría,
La tempestad quejumbrosa en gran armonía -
Hablaría de mi país y de mi familia tan querida;
¡Oh! Esto sería verdaderamente como música para mi alma.
Con sentimientos del más eterno afecto,
Les saluda atentamente,
P.P. PRATT
“El domingo asistimos a una reunión en un edificio muy grande...”
Iglesia La Matriz de Valparaíso.
(Foto de Rodolfo Acevedo).
Vimos a miles de personas de ambos sexos, y de todas las clases sociales y edades, colmar el lugar, inclinados sobre sus rodillas y adorando ciertas imágenes y pinturas con mucha aparente devoción. No se dieron instrucciones en ningún idioma, ni música, ni voz o sonido, excepto una baja, y monótona voz al fondo del salón, que no se dirigía a la gente, y que no era lo suficientemente alta o clara como para ser comprendida por ellos.
Los fieles estaban vestidos con distintos grados de orden o de quienes estaban frente a ellos. Algunos vestían trajes muy costosos, y otros vestían muy pulcramente. Todos parecían llenos de celo y devoción. Todos inclinados sobre sus rodillas en silenciosas y solemnes actitudes. Todos sus rostros parecían desfigurados con una dolorosa, reverente y estática solemnidad. Todos hacían ciertos signos y movimientos, mientras no decían nada audible, y la impresión para un observador extranjero era que la imagen, hacia la cual todos los ojos estaban vueltos con una larga suplicante e implorante mirada, no tenía oídos para oír, sino que estaba profundamente versada en la ciencia de la fisonomía, y también familiarizada con el alfabeto de los sordos y de los mudos.
Tras consultar, fuimos informados de que esta clase de adoración era común en Hispano-América y varios otros países, y que es conocida con el digno nombre de cristianismo, y que es una práctica muy antigua.
Vista del altar de la Iglesia “La Matriz” de Valparaíso.
(Foto de Rodolfo Acevedo).
Por todas estas características infiero que debe haber sido instituida poco después de que la iglesia de Jesucristo dejara de existir en el mundo romano, y, que, por algún irresponsable error, tomó su nombre de aquella institución, a la que no se parece en lo más mínimo salvo en su nombre.
Domingo, noviembre 16. Queridos amigos: Durante la semana pasada, hemos arrendado una casa, comprado muebles e iniciado los quehaceres domésticos. Dedicamos casi todo nuestro tiempo al estudio del idioma español.
Nuestra casa está en la parte trasera de un conjunto de edificios que dan frente a una grande y hermosa calle, llamada Victoria. Ésta se abre a un gran patio, rodeado de altas murallas y de otros edificios, y está llena de hermosos árboles, como naranjos, higueras, duraznos, perales, etc., junto con rosas y una gran variedad de otras flores y arbustos. Sus veredas y pavimentos están cuidados y barridos, y las casas alrededor de ella están ocupadas por viudas, huérfanos, etc., de una buena clase de españoles o chilenos, y sus amables y sociables jóvenes y niños.
Distribuimos nuestro tiempo entre la lectura y el estudio de nuestras lecciones de español, y conversando, visitando, leyendo español, escuchándolos leer, y jugando con los más pequeños, etc., todo lo cual les agrada mucho, y hace que nosotros progresemos en el idioma con una rapidez que nos sorprende a nosotros y a ellos. Realmente la Providencia ha guiado nuestros pasos y nos ha puesto en agradables circunstancias, como extranjeros en una tierra extraña, y entre una gente con un idioma extraño. Realmente Él ha abierto nuestro camino para aprender este idioma, y nosotros lo haremos si somos diligentes.
Los arriendos son altos aquí, las provisiones y el combustible es caro. Frutillas, naranjas, limones, etc., están en el mercado, así como las peras verdes, y otros vegetales y melones. Es este, en efecto, un tiempo de plena primavera o ya casi verano. Los duraznos, las peras y los higos están tal vez a un tercio de su tamaño en los árboles, mientras que las flores están en pleno florecimiento
El Nacimiento y la Muerte del Niño
Omner Pratt
Valparaíso, Chile
30 noviembre 1851 – 7 enero 1852
Su inspiración de poeta que le llevó a escribir hermosos himnos, también se manifestó al cantar a la naturaleza chilena, con inspirados y hermosos versos que sin duda llevaron alegría a su alma, alegría que se convertiría en inmenso gozo cuando el día 30 de noviembre su esposa Phoebe dio a luz a un hermoso varoncito a quien llamaron Omner.
Sin embargo, esta felicidad con el correr de los días se transformaría en una profunda tristeza al fallecer el niño con tan solo un mes y ocho días de vida, el día 7 de enero de 1852.
El niño fue sepultado en el Cementerio de Disidentes de Valparaíso, el lugar donde eran sepultados aquellos que no profesaban la fe católica.
Registro de Sepultación, con el número 992 Omner Pratt. Valparaíso.
Nombre de P. P. Pratt en el registro de sepultación, junto a la edad de su hijo fallecido 1 mes. (1mo.)
Fecha de Sepultación (día 8) Causa de muerte (Debility)
El cuerpo sin vida del niño Omner fue ingresado al cementerio el día 8 de enero y la razón declarada en el registro de su muerte fue debilidad.
Cerros y quebradas de Valparaíso. Archivo Histórico.
De este triste acontecimiento que no aparece registrado en la Autobiografía de Parley P. Pratt, leemos en el libro “The Archer of Paradise”[2] (El Arquero del Paraíso) lo siguiente: “El 30 de noviembre (de 1851), el segundo hijo de Phoebe, Omner, nació. Ningún doctor se pudo encontrar cuando comenzó el trabajo de parto. Dos mujeres de Valparaíso actuaron como parteras, ya que Phoebe no estaba pujando a causa de sus dolores, las dos mujeres la levantaron tomándola por debajo de sus brazos, la sacudieron violentamente hacia arriba y hacia abajo, hasta que ellas literalmente arrojaron al niño al mundo”.
Sin duda que las penurias del viaje, la pésima alimentación, la debilidad de Phoebe a causa de lo mismo, los trabajos del parto sin ninguna comodidad fueron factores que se combinaron para que el bebé falleciera el día 7 de enero de 1852, siendo sepultado esa misma noche “en una solitaria colina de Valparaíso”[3].
El niño fue sepultado en el Cementerio de Disidentes[4] de Valparaíso, lugar a donde eran llevados aquellos que no profesaban la fe católica.
Antigua calle de piedras llamada Dinamarca que lleva al Cementerio de Disidentes en Valparaíso, Chile. Foto de Rodolfo Acevedo.
Una Navidad en Chile
La Navidad de 1851 llegó en primavera. El campo y los jardines estaban floreciendo, ofreciendo riquezas naturales a estos misioneros que habían viajado largas distancias para observar las condiciones de los países de Sudamérica con la intención de establecer entre ellos el evangelio recientemente restaurado.
Para Parley, fue una Navidad llena de nostalgia por su hogar en las Montañas Rocosas, por su fría y accidentada tierra natal y los trineos utilizados en esta época del año. El clima en las Montañas Rocosas contrastaba fuertemente con el hemisferio sur, donde hace calor, justo lo opuesto al clima donde el Élder Pratt sirvió como misionero y pionero.
Esta fue una Navidad diferente para Phoebe... sin nieve y con canciones en un idioma que no entendía; canciones que le hablaban al corazón que, en esta región distante, en una lengua extraña y desconocida, los residentes también rendían tributo al Salvador del mundo.
En este puerto distante llamado Valparaíso, los residentes recuerdan el nacimiento del Salvador montando pesebres y escenas del nacimiento en carretas y llevándolos a donde las puertas de las casas se abrían para que la gente los admirara. Las carretas y carros eran tirados por caballos o bueyes por calles llenas de Reyes Magos y, seguidos por gente cantando villancicos.
Grandes figuras del nacimiento, José, María y el Niño, pastores, animales, eran elaboradas por los habitantes de las antiguas comunidades indígenas de Talagante y Pomaire, quienes disfrutaban de las calles y casas adornadas de su comunidad, así como de los juegos de madera, caballos de palo, carretas decoradas con los atuendos de los trabajadores chilenos con sandalias, ponchos y sombreros de paja. También celebraban con platos de huevos, nidos de pájaros y fuentes rebosantes de trigo recién cosechado. Todo esto era presentado a los misioneros, la familia de extraños que residía en Valparaíso. A su alrededor estaban aquellos que abrían sus puertas para que la gente que pasaba entrara a admirar al hermoso bebé, festejando con sus ocasionales visitantes con bebidas y dulces de su tierra natal, y caramelos para los niños chilenos.
Las familias celebraban la Navidad con pastel, pavo relleno, dulces en forma de palomas, dulces de miel y las tradicionales tretas de duraznos secos, una bebida de canela, una bebida de almendras, bebida de sandía, junto con bebidas de limón y naranja.
La mesa, verdaderamente el altar familiar, tenía un mantel blanco con un collage de frutas, incluyendo chirimoyas, duraznos de la Virgen, peras del Niño, las primeras sandías, uvas negras, damascos, ciruelas e higos.
Con el resto de los habitantes, Parley y Phoebe, acompañados por Rufus Allen y su bebé recién nacido, a quien llamaron Omner, también disfrutaron la temporada navideña con sus olores de Chile: olores de albahaca dulce, claveles y la gran variedad de frutas que veían madurar en el patio de su casa en la calle Victoria. Sus pensamientos en este momento de recuerdo, sin duda, se volvieron hacia la distante Belén, donde el Salvador del mundo nació en circunstancias humildes para dejar Su expiación como herencia – un gran regalo, un camino a la perfección eterna con la posibilidad de regresar con nuestros seres queridos para vivir con el Padre Celestial.
Sin duda, la Navidad de 1851 fue para estos misioneros una experiencia diferente, pero al mismo tiempo, de un espíritu similar que impregnó a los habitantes y a sus hijos que también observaron el nacimiento del Salvador del mundo. Fue un espíritu que sintieron al reflexionar sobre sus piezas de altar, pesebres y figuras del nacimiento del Niño de Belén. Los niños chilenos también se levantaban muy temprano para ver sus humildes regalos la mañana de Navidad.
Así fue la Navidad en Chile en 1851. Esas escenas navideñas se han repetido muchas veces desde entonces. Y desde entonces, las buenas nuevas de la Restauración han arraigado en Chile. Esto añade un significado especial a los esfuerzos de Parley, Phoebe y Rufus, los primeros testigos del evangelio en Chile en aquella distante y lejana Navidad de 1851. CNWE 15 de diciembre de 2001. pág. 10.
El verano de 1852
El día 19 de enero de 1852, el Élder Pratt escribió en su diario:
“Hemos seguido residiendo en Valparaíso, y estudiando español diligentemente hasta este día. Hemos hecho mucho progreso, siendo capaces ya de entender en parte lo que leemos de las escrituras en español, y en los diarios, así como en la historia. Nosotros hemos reunido también mucha información general sobre los países de Hispano América, su cultura, sus costumbres, sus leyes, sus constituciones, sus instituciones – civiles, religiosas, etc.
Las revoluciones han estado progresando más o menos en casi toda Hispanoamérica durante el año pasado.
En Chile, la actual revolución ha terminado con la pérdida de muchos miles de vidas, y sin éxito.
En Buenos Aires todavía hace estragos, y una gran batalla se espera que pronto ocurra entre los ejércitos aliados de Brasil y Montevideo, por un lado, y Buenos Aires por el otro. Los dos ejércitos suman casi veinticinco mil hombres cada uno, como se ha informado.
La superchería reina triunfante en todos estos países, establecida por ley y por ley pagada y apoyada - pagos por matrimonios, bautismos, perdón de pecados, etc.
En Chile los costos son los siguientes: Veinticinco dólares por un matrimonio, y un dólar por bautismo. Por perdón de pecados hay varios precios de acuerdo con las circunstancias de los clientes.
Entre sus tareas en Valparaíso, aprendiendo el idioma, informándose sobre las condiciones espirituales e históricas de Sudamérica y en particular de Chile, el Élder Pratt dejó un tiempo para elaborar un interesante documento que tituló: “Proclamación extraordinaria a los Hispanoamericanos” y el cual fue publicado en la ciudad de San Francisco de California el mismo año de su regreso desde nuestro país en 1852.
PARLEY P. PRATT Apóstol de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días: y presidente de la misión general de dicha Iglesia entre todas las naciones del Pacífico: A los Hispanoamericanos de California, México, Centro América, Colombia, Chile, Buenos Aires, y de otros lugares.
Saludos
¡Amigos y Hermanos!
Un ciudadano de los Estados Unidos, y un extranjero entre vosotros, no dominando todavía vuestro idioma, teniendo un gran deseo de impartir a ustedes algunas cosas de la mayor importancia. Así escribe.
Una nueva revelación ha sido recibida, en los Estados Unidos de Norteamérica, a través de la ministración de Santos Ángeles del Cielo. Estos Ángeles han revelado un antiguo libro, llamado el “LIBRO DE MORMÓN”; el cual contiene el evangelio en su plenitud y también muchas verdades históricas y proféticas de suma importancia para el siglo presente. Este Libro está publicado en inglés, y en varias lenguas europeas, y ahora se va a traducir al idioma español, y será introducido entre vosotros.
Estos Ángeles también han comisionado y ordenado a nuevos Apóstoles para enseñar a todas las naciones el arrepentimiento y la fe en el Señor Jesucristo, y a bautizar. Es decir, a enterrar o sumergir en el agua a todos los que crean en el nombre de Jesucristo, para la remisión de los pecados, también para dar el don del Espíritu Santo, para imponer las manos en su nombre, después de bautizar en el agua.
Élder Parley P. Pratt
En esta nueva dispensación, el Señor también ha renovado la promesa de que cada persona que cumpla con estas condiciones será salva, pero el que no crea y no se arrepienta y no sea bautizado será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen. Como está escrito: “en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas: cogerán serpientes y si bebieren cosa alguna mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”. (Marcos 16: 18).
En tiempos antiguos, después de que el Señor hubo hecho estas promesas Él fue llevado al cielo. Pero Él prometió regresar otra vez a la tierra con todos sus santos y ángeles: para levantar a los muertos, para poner fin al pecado, y para reinar sobre todas las naciones.
Portada de la Proclamación publicada en San Francisco, California en 1852
Sus Apóstoles y Elderes (de la antigüedad) dieron testimonio de estas cosas entre las Naciones. Ellos llamaron a todos a arrepentirse y a bautizarse, o a sepultarse en el agua todos aquellos que creyeran. Y el Señor confirmó las palabras con las señales que prometió que les seguirían, en todo el mundo.
Finalmente, estos Apóstoles murieron, todos salvo Juan que estaba en la isla de Patmos.
Este mismo Juan, cuando estaba muy anciano, recibió una nueva revelación, a fin de manifestar a los siervos de Dios las cosas que habrían entonces de cumplirse en poco tiempo más.
Esta revelación manifiesta que un cierto poder, o gobierno se levantaría para reinar sobre todo el mundo, y entre todas las naciones.
Este gobierno él lo llamó “BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”. (Apocalipsis 17: 5).
La misma revelación da una descripción de este misterio en una forma tan clara que ninguna persona podría equivocarse o dejar de reconocerla.
Este poder que Juan vio a semejanza de una mujer sentada sobre una bestia, a quien le fue dado hacer la guerra a los santos, y vencerlos, y también a ella le fue dado poder sobre cada tribu, lengua y nación.
Esta gran ramera que está sentada sobre muchas aguas, la misma con la cual cometieron fornicación los reyes de la tierra, y con quien los habitantes de la tierra se emborracharon con el vino de su fornicación, estaba también vestida de púrpura, y adornada con oro y piedras, y con perlas, y tenía en su mano una copa de oro, llena de las abominaciones e inmundicia de su fornicación.
Esta mujer estaba borracha con la sangre de los Santos y con la sangre de los mártires de Jesús. “Y la mujer” (le dijo el Ángel a Juan) que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra”. (Apocalipsis 17: 18).
A causa de que todo el pueblo había bebido del vino de la ira de su fornicación, y los reyes de la tierra habían cometido fornicación con ella, y los comerciantes se habían enriquecido con la abundancia de sus delicadezas.
“Y oí”, dice Juan, “otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades”. (Apocalipsis 18: 4 – 5).
Y los comerciantes de la tierra, y muchos capitanes de la marina y cada compañía de barcos y aquellos que negocian por mar fueron enriquecidos por su magnificencia, y por su mercadería de oro, y de plata, y de piedras preciosas, y de perlas y de lino fino, y de grana, y de seda y de madera, y de todo tipo de embarcaciones de marfil, y de toda clase de barcos de las más preciosas maderas, y de bronce, y de hierro y de mármol.
Y canela, fragancias, y ungüentos, e incienso, y vino, y harina y trigo, y bestias de carga, y ovejas y caballos, y carros, y esclavos y las almas de los hombres.
Y por sus hechicerías todas las naciones de la tierra fueron seducidas, o engañadas. Y en ella ha sido encontrada la sangre de los profetas y de los Santos, y de todos aquellos que han sido martirizados sobre la tierra.
Ésa es en resumen la descripción que Juan da de la gran ramera, o del gran “misterio”, o “mujer” o “ciudad”, que tendría poder sobre cada tribu, lengua o pueblo, y por la cual todas las naciones de la tierra serían seducidas.
Este poder debe ser necesariamente la ciudad de ROMA y el MISTERIO de su RELIGIÓN; o, de la religión de la cual ella es la CABEZA.
Porque ningún otro poder ha tenido tanto éxito en establecer una religión católica o Universal.
La Religión Católica Romana fue por mucho tiempo la religión del mundo llamado cristiano. El Emperador Romano, Constantino, hizo de esta religión La Ley de la Tierra. Ninguna otra ciudad o nación ha tenido tanto poder sobre todas las demás naciones desde que la revelación fuera dada, hasta ahora.
Si una profecía así de universal se aplicara a cualquier otro Poder, las autoridades Católica Romanas podrían negarlo; porque, de acuerdo con su propio testimonio “quien ha dado religión a Europa y América- ha sido la “Cristiandad” ¿Quién ha tenido el poder para hacer ejecutar la misma por medio de la ley y del poder militar?
¡Roma!
¿Quién entonces ha engañado a todas las naciones como está predicho en el libro de Apocalipsis?
¡Roma!
NINGUNA OTRA, - Porque ninguna otra ha tenido poder sobre todo. Ninguna otra ha dado religión a todos.
Si, por un lado, todas las naciones no han sido en realidad engañadas, o seducidas por un cierto poder gobernante, entonces la revelación de Juan no es verdadera.
Pero si, por otro lado, ellas han sido engañadas y seducidas de acuerdo con la revelación, ningún otro, sino tan solo un poder Universal o católico, podría lograr lo mismo.
Si preguntamos en cualquier parte del mundo; ¿Cuál es la Iglesia Universal de todas las Naciones? Rápidamente se contestaría así: “LA CATÓLICA ROMANA”.
Cuando los Obispos y Sacerdotes del Imperio Romano introdujeron el bautismo por aspersión de los niños (quienes no tenían edad suficiente para escuchar y creer en el evangelio), en lugar de fe, arrepentimiento, e INMERSIÓN, para la remisión de pecados: Este fue el comienzo del gran fraude.
El Evangelio no era para los niños que son santos, sino para llamar a los pecadores al arrepentimiento.
El Bautismo no es para los niños santos, sino para la remisión de pecados, de los penitentes creyentes.
El Bautismo no es una señal sobre la frente; sino, ser sumergidos o sepultados en el agua, en el nombre de Jesucristo, a semejanza de su muerte.
Así, también fue escrito por Pablo, el Apóstol, en su epístola a los Romanos, capítulo sexto, versículos 3, 4, 5: “O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos bautizados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”.
Cuando el sistema universal, y así falsamente llamado cristianismo, fue establecido por la ley del imperio Romano, desde ese tiempo todos los niños nacidos en el mismo imperio recibieron el agua sobre sus frentes de acuerdo con la ley, y esto mismo es falsamente llamado Bautismo. Así, cuando un niño llega a tener la edad suficiente como para escuchar el evangelio, para creer y arrepentirse, y para ser bautizado por su propia voluntad, no puede hacerlo porque se le ha enseñado a creer que él ya es un cristiano bautizado. Ni tampoco protegió el imperio a aquellos que enseñaron, o administraron arrepentimiento e inmersión.
Así, el evangelio no tuvo ningún efecto. Y así fueron engañadas todas las naciones del imperio Romano.
Después de estas cosas, las mismas pervertidas ordenanzas, las mismas leyes y religión fueron establecidas sobre las Islas Británicas, y finalmente sobre las Indias Occidentales, Hispanoamérica, y entre todas las naciones de la tierra.
Ni la Protestante Europa, o la Puritana América, con todas sus huestes de Luteros, Calvinos, Wesleys, y otros reformadores han sido capaces todavía de detectar el gran engaño en sus raíces; o penetrar en sus profundidades, como para contrarrestar el error, y restaurar a alguna nación a la obediencia de la fe; para arrepentimiento y remisión de pecados por inmersión en el nombre de Jesucristo, para liberarlos del engaño.
Así todas las naciones han sido engañadas en los verdaderos puntos que constituyen el Evangelio de salvación. Y así el engaño continúa hasta este día. Y continuará con muchos hasta que el Señor Jesucristo descienda de los cielos y destruya el “misterio de iniquidad”.
Cuando, por el descubrimiento y la conquista de América, y otros territorios, estas mismas instituciones apoyadas por la espada, y después fijadas en la mente por la tradición, y llevadas a cabo y apoyadas por los edictos de las diferentes Colonias Europeas; o por la madre patria, excluyendo a todas las otras religiones, entonces Roma había lejos cumplido su misión de acuerdo con la Revelación.
Tan completamente se consumó esta predicción en el nuevo mundo, que si Pedro, Santiago o Juan, se levantaran de los muertos, y comenzaran en Cuba, Méjico, Centro América, Colombia, Bolivia, Perú, Chile, Buenos Aires o Brasil, a practicar el Bautismo, (o la inmersión) de arrepentimiento, para la remisión de pecados; o a reunir a la Iglesia, así sumida, para la adoración pública, para sanar a los enfermos, para echar fuera demonios, para hablar, cantar, orar, o profetizar, ellos serían hallados culpables de transgredir la ley y la constitución de dichos países: al menos con algunas pocas excepciones, a causa de las últimas alteraciones, o revoluciones que se viven en algunos de ellos.
Tal en esencia, fue la predicción del último de los doce. Y tal su notable y exacto cumplimiento.
Sin embargo, extraño resulta decir que los Filósofos Franceses y los Socialistas, a fin de liberar al mundo de este terrible engaño: de este misterio; han rechazado a Jesús, a los apóstoles y al libro que predice y describe el nacimiento, progreso y caída de este poder. Sí, el libro que esboza un mejor cuadro de los hechos siglos antes de su cumplimiento que lo que puedan hacer los mejores escritores modernos, con los hechos literalmente delante de su vista.
El “protestantismo” en el tiempo presente, con todas sus ramas, divisiones, y subdivisiones, está operando sin el Apostolado, sin los Poderes, y sin la Autoridad o los Dones Espirituales.
Está por lo tanto ofreciendo al mundo un sistema, o más bien, una insiste- matizada confusión de formas muertas de la verdad tradicional y del error. Las verdades así mezcladas y difundidas entre los pobres y hambrientos mortales, aun cuando mezcladas, adulteradas, y pervertidas, sirven para iluminar la alborada de una esperanza. Y al igual que el tenue resplandor de alguna transitoria luz en medio de los horrores y los peligros de una noche oscura en una costa desconocida, ellos dan a entender que la Roca de las Edades - la tierra firme todavía existe: - si por ventura el día debe amanecer, un piloto debe estar a la mano, para guiar al descarriado marinero a un cielo de seguridad.
El último de los Doce, continuando con su visión en la Isla de Patmos, vio finalmente la cortina cerrada sobre todas estas edades de misterio y de oscuridad de medianoche.
El drama mundial abrió un nuevo escenario ante él.
¡He aquí - un Ángel volando en medio del cielo! Teniendo el evangelio sempiterno, para restaurar al hombre sobre la tierra, para que pueda ser predicada a cada nación, tribu, lengua y pueblo. Y esta visión seguida de una voz del cielo diciendo:
“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío para que no seáis participes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades”. (Apocalipsis 18: 4-5).
Estas escrituras están señalando una nueva dispensación, pero, como el evangelio sempiterno es inmutable e incambiable en todas las edades y países, se restauraron las llaves del Apostolado, el poder, la revelación, y los dones espirituales; así como también la proclamación de arrepentimiento e inmersión para la remisión de pecados, con las siguientes señales:
El día 22 de octubre de 1827, un Ángel restauró la plenitud del evangelio al hombre.
Esto fue luego seguido por la ordenación de ciertos hombres al oficio, y a la posesión de las llaves y la autoridad del Apostolado, para la gran dispensación milenaria.
Esta ordenación la llevaron a efecto los Ángeles quienes en visión abierta descendieron desde los cielos, pusieron sus manos sobre ciertos hombres y los ordenaron para ser Apóstoles, para predicar el evangelio, bautizar para la remisión de pecados, y administrar el don del Espíritu Santo por la imposición de manos: renovando al mismo tiempo la promesa de las señales que seguirían a los que creyeran.
Estas cosas ocurrieron en el Oeste de Nueva York, en los Estados Unidos de Norteamérica; y fueron seguidas por la organización de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
La cual fue primeramente organizada el día 6 de abril de 1830.
A comienzos de 1835, estos primeros Apóstoles, a saber: José Smith y Oliverio Cowdery, reunieron una vasta multitud de miembros de dicha Iglesia en el Estado de Ohio, alrededor del santo templo que ellos habían levantado en Kirtland. Y allí, por mandamiento del Señor, seleccionó y ordenó un quórum de doce Apóstoles, y varios quórums de élderes con setenta miembros cada uno.
Estos fueron autorizados y ordenados por Dios para ir a todas partes del mundo y predicar el evangelio a toda criatura; y para bautizar a aquellos que creyeran, para la remisión de pecados, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. También para impartir el don del Espíritu Santo por la imposición de manos y echar fuera demonios y sanar al enfermo en el nombre de Jesús.
Estos pronto esparcieron el evangelio, y bautizaron a decenas de miles en casi todas partes de la República Americana: en las posesiones británicas - americanas, Irlanda, Escocia, Gales, también en las Islas de la Sociedad del Pacífico; confirmando el Señor su palabra con las siguientes señales:
El 27 de junio de 1844, el gran Apóstol y fundador de esta dispensación JOSÉ SMITH y su ilustre hermano Hyrum, fueron martirizados por su religión, en un estado libre republicano de la confederación americana, a saber: Illinois. Poco después por estos ultrajes asesinos decenas de millones de dólares en propiedades, pertenecientes a los miembros de dicha iglesia, fueron destruidos o saqueados; ciudades, villas, pueblos y templos fueron saqueados, quemados o dejados abandonados; granjas y provisiones arruinadas, hombres, mujeres y niños fueron martirizados por cientos, y finalmente decenas de miles de los del pueblo de la iglesia de los santos fueron expulsados a las montañas de Deseret; donde protegidos por fortalezas montañosas, y separados del Protestantismo, de los Estados Unidos, por miles de millas de desierto, deshabitado, salvo por tribus salvajes de Indios, ellos vivieron en paz.
Allí ellos han fundado un Estado, el germen de un imperio de libertad, el cual el gobierno federal de Washington ha finalmente terminado reconociéndolo y sosteniéndolo, bajo la modificación de un territorio.
Los anteriores ultrajes no fueron el resultado de la constitución o de las leyes de esta república, o de cualquiera de sus Estados. Ellos fueron cometidos en abierta oposición a toda ley. Por lo tanto, estos crímenes no se deben cargar a las instituciones de aquella república modelo, sino a los gobernantes inicuos, y a los hombres corruptos, quienes fracasando en la protección de las personas y de las propiedades de sus ciudadanos, o en castigar a los ofensores abiertamente violaron sus juramentos de oficio, y de cada ley y constitución del país.
La sangre del inocente está clamando desde la tierra en su contra, no solo contra quienes cometieron estos crímenes, sino que también en contra de los protestantes, católicos, los clérigos, gobernantes y gente, porque ellos estaban unidos por lazos comunes de humanidad, por lazos comunes de ciudadanía, por las leyes de Dios, y por las más sagradas obligaciones de sus leyes y constituciones, para haber protegido a las personas y sus propiedades, y castigado los crímenes.
Desde que ocurrieran los anteriores acontecimientos, la iglesia en las montañas de Deseret, ha enviado Apóstoles y Élderes a Francia, Italia, Alemania, Suiza, Noruega, Suecia, Dinamarca y otros países de Europa. En varios de estos países, la palabra ha sido recibida con gozo y muchas personas han sido bautizadas.
En 1851, Apóstoles y Élderes fueron enviados a California, a las Islas Sándwich, a Australia, y a la costa occidental de Sudamérica, con las mismas buenas nuevas.
¡Hispanoamericanos! Una gran mayoría de ustedes son los descendientes de las antiguas razas de mexicanos, peruanos, chilenos y otras naciones de origen americano.
El origen de todas estas razas ha sido ahora revelado por Ángeles, y por el descubrimiento y traducción de sus registros antiguos, (el Libro de Mormón).
Las tribus aborígenes de América, llamadas por los europeos, indios, son descendientes literales del antiguo Israel. Sus antepasados emigraron desde Jerusalén, dos mil cuatrocientos años atrás, y poblaron América. Y ustedes sus descendientes, son conocidos en los antiguos registros como Lamanitas, Nefitas, etc. Siendo Nefi y Lamán dos hermanos que emigraron con sus padres, su familia y otros desde Jerusalén como ha sido declarado anteriormente.
Esta antigua raza, que se extendió desde el Cabo de Hornos hasta las congeladas regiones del norte de Canadá, y que fuera pisoteada por tres siglos, debe ser ahora restaurada al evangelio de Cristo, a la comunidad de Israel y a los convenios hechos con Abraham y sus antiguos Profetas.
Con este fin sus antiguos registros han sido revelados; y con este fin está la comisión de una nueva dispensación. Y no solo por este fin, sino que también por la salvación de los Gentiles, y la restauración de los judíos, y de todas las tribus de Israel, desde los cuatro rincones de la tierra.
Esta restauración está ahora a la puerta, y pronto ocurrirá, en majestad y poder; y para la ruina y punto final de todo error, ignorancia e iniquidad en la tierra.
Hispanoamericanos, el engaño Romano, el sistema del “Misterio Babilónico” fue impuesto sobre sus padres por el cruel Cortés, Pizarro, y otros conquistadores españoles de sus países, hace ya más de trescientos años atrás.
Por tres siglos ustedes gimieron bajo la opresión del yugo español. Ustedes se levantaron entonces como un gigante de sus sueños, se sacudieron sus cadenas, echaron a sus chacales apartándose de ellos, y establecieron lo que se llaman gobiernos republicanos libres.
Pero la obra de la libertad estaba lejos de estar terminada. Ustedes han retenido el “Misterio Babilónico”, sosteniendo a sus Sacerdotes con los millones del tesoro público. Mientras que la educación ha sido desatendida, y en la mayoría de los casos todas las otras formas de religión prohibida por la constitución y las leyes.
Hispanoamericanos; desde su emancipación del dominio de España, ustedes tienen el glorioso privilegio del auto gobierno. Está por lo tanto en el poder de ustedes mismos, como gobernantes y pueblo, revisar sus constituciones y sus leyes.
Imiten entonces, hasta donde sea posible, los gloriosos ejemplos de la constitución y las leyes libres puestas ante vosotros por sus vecinos Republicanos, Los Estados Unidos.
Primero: Den completa libertad a ese divino y santo principio llamado intelecto humano, a la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión, y de prensa.
Segundo: Retiren todos los fondos nacionales de los Obispos y los Sacerdotes; permitan entonces, que todos los otros ministros religiosos sean protegidos junto con los otros ciudadanos, pero no los apoyen con el tesoro público; den libertad a los Clérigos para que se casen, críen hijos, y practiquen las diferentes ramas de la industria en común con todos los demás, y dejen que la Religión reciba su propio apoyo de los corazones y de las manos de sus fieles.
Tercero: Destinen las grandes cantidades de dinero gastado en otros tiempos en Religión, “para la educación de todos los hijos de las diferentes repúblicas; organizando un sistema general de Escuelas, y apóyenlos para una equitativa distribución de los fondos públicos.
Y aquí les ruego que me permitan referirme a los ejemplos existentes en muchos de los estados de la Confederación Norteamérica donde cada Distrito saca del Tesoro una cierta cantidad para cada niño dentro de los límites de una cierta edad.
Dejen que cada hombre y que cada mujer aprenda a leer, a escribir y a pensar. Publiquen grandes ediciones de las Escrituras, de los Profetas y Apóstoles, pónganlos en cada Escuela como un texto escolar; y en cada familia, y animen a toda la gente a leerlos con cuidado, y con mucha oración para ser guiados en la verdadera comprensión de ellos.
Entonces, ¡Oh, Hispanoamericanos! ENTONCES ustedes comenzarán a beber profundamente de la fuente de la libertad, de la luz y de la verdad; y asolearse en el rayo de sol de la sabiduría, de la paz y del amor.
Mientras tanto, permítanme fervientemente recomendar un arrepentimiento general y una reforma de corazón y de vida. Que los Clérigos dejen de vender, y la gente de comprar las cosas que ellos consideran sagradas: tales como el Bautismo, la santa ordenanza del Matrimonio, el perdón de los pecados, etc., etc. Porque tal tráfico es abominablemente inicuo. Y aquellos involucrados en ello, están en la hiel de la amargura y en el lazo de la iniquidad.
Dejen también de adorar ídolos, o imágenes hechas a la semejanza de Cristo, o de la Virgen María, o de los Apóstoles, porque esto es abominación.
Cesen también de adorar a los Santos, o de orarles a ellos, porque ellos no pueden escucharlos. Adoren sólo al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Dejen que las guerras cesen a vuestro alrededor, excepto las estrictamente defensivas.
Niéguense a sí mismos de todo adulterio y fornicación. Niéguense a sí mismos de cada pasión ilegal, apetito, o deseo, como dijo también nuestro Señor Jesucristo. Cultiven el espíritu de honestidad, de bondad hermanable, y de caridad del uno para con el otro, y hacia todos los hombres. Cultiven un espíritu de trabajo y de hábitos limpios. Cultiven el conocimiento de la historia, la geografía, la astronomía, la música. Sostengan lo útil - lo que embellezca. Adopten y cultiven todos los adelantos modernos
en las artes útiles; en la agricultura, en la mecánica, en la manufactura, en la navegación, y en la intercomunicación, etc.
Y para coronar todo esto, un Élder, o un Apóstol de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, vendrá entre ustedes, no le nieguen a él los derechos de la hospitalidad; sino que acójanlo, aliméntenlo, y escuchen sus instrucciones, e invítenlo a que les enseñe más complemente en las vías del Señor, a bautizarlos y a administrar el don del Espíritu Santo entre ustedes. Y también si ustedes tienen a algún enfermo, ayúdenles a ejercer fe, e invítenlos a poner sus manos sobre ellos, o a ungirlos con aceite en el nombre de Jesucristo y todo será hecho de acuerdo con su fe.
Ellos deben publicar entre ustedes los Antiguos Registros de sus padres, (El Libro de Mormón) entonces hagan todos los esfuerzos para conseguir una copia de este, y léanlo diligentemente, y con un espíritu de oración. Practiquen sus preceptos, porque ellos son buenos, y beneficiosos para su instrucción, porque ellos son santos y sabios.
Después de que ustedes hayan sido Bautizados y hayan recibido el don del Espíritu Santo, entonces oren en secreto y con sus familias. Nunca memoricen las formas de Oraciones de sus Libros, sino que arrodíllense y derramen sus almas a Dios con ese fervor que emana del espíritu de adopción, y con esa simplicidad que caracteriza a un niño que se acerca a su padre. Sus palabras se derramarán de un corazón pleno, siendo inspirados por el Espíritu Santo y serán respondidos con una lluvia de bendiciones. Reúnanse a menudo también para ayunar y para orar, y para ejercer los dones espirituales.
En resumen, guarden los mandamientos de Jesucristo hasta el fin de esta vida, y ustedes serán recibidos en el reino de nuestro bendito Redentor. Amén. Escrito en Valparaíso, Chile, Sudamérica, enero de 1852.
El Viaje a Quillota, la ciudad refrescante
Carretero, Valparaíso. 1838. Obra de Rugendas
Después de concluir su tremenda amonestación a los hispanoamericanos, como lo había hecho antes a los habitantes del Pacífico, el élder Pratt y su compañía se aprestaron para viajar a Quillota en un viaje como se hacía por aquellos días en carreta y a caballo, el élder Pratt escribe:
Salimos de Valparaíso en una carreta tirada por bueyes, y llegamos en la mañana del veinticinco a Quillota - un pequeño pueblo ubicado en un hermoso y fértil valle con un río a treinta y seis millas de Valparaíso.
Una escena de viaje en carreta tirada por bueyes en los días de la visita del Élder Pratt a Chile.
Aquí hemos arrendado una casa y vivimos con una viuda y dos hijas, jovencitas de quince y diecisiete años; ellas son muy sociables, y están contentas con nosotros. Pueden leer español, y hacen todo el esfuerzo posible por enseñarnos su idioma. Son muy francas y amigables, y lucen tan inocentes como si fueran niñas pequeñas.
Les he leído el Nuevo Testamento en español, lo cual les agrada mucho, ya que nunca lo habían leído.
La gente de este pueblo luce muy pulcra, es una gente amorosa y sociable; muy amigable, franca, y muy accesible. Ellos son mayormente blancos, inteligentes y de buen parecer; muy llanos y sencillos en el vestir y en sus costumbres. Las casas son mayormente limpias y bonitas, y están ubicadas en línea con las murallas de barro que separan las calles de los jardines y viñedos.
Una Vista Panorámica de Quillota que data de 1964, poco tiempo después del establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en esta ciudad.
Las casas están construidas de ladrillos, enyesadas y blanqueadas tanto por fuera como por dentro; con pisos de ladrillos y techos de tejas. Muchas de ellas, sin embargo, no tienen más piso que la tierra, y muy pocas tienen ventanas de vidrio. Las calles son estrechas y se cruzan en ángulos rectos. Un claro, y frío arroyo corre por el centro de cada calle, y vastas hileras de altos e imponentes álamos, así como árboles frutales y viñas adornan todo el valle, tanto en el pueblo como en el campo.
Una montaña o colina circular, tal vez de unos 500 pies de altura, se levanta en medio del pueblo, y está rodeada por todos sus lados por la planicie del fértil, bien regado y bien cultivado valle. Esta colina está cercana a nuestra residencia, es de fácil acceso, y domina una vista de todo el valle con sus granjas, huertos, viñedos, pueblos, calles, ríos y diques, es fértil como el Edén y se extiende hasta perderse en la lejanía; limitando con elevadas colinas y cadenas de montañas, cuyas ondulaciones más bajas entroncan con rejas y casas, y está cubierta de rebaños y hatos, mientras que sus laderas están accidentadas con precipicios rocosos, y sombreadas por oscuras quebradas, o mantos de nubes; mientras que las accidentadas cumbres reposan con solemne grandeza sobre el regazo del claro cielo azul, no obscurecido por las nubes o por ninguna de las obscuras sombras del mundo inferior.
La tierra de este valle es extremadamente fértil, y fácilmente irrigada por pequeños canales que salen del río.
El panorama que se presenta desde la cumbre en el centro de la colina presenta una de las más hermosas escenas que jamás haya visto tanto en el viejo como en el nuevo mundo.
La cumbre de esta montaña es un lugar para el retiro y la oración, lo cual intento hacer cada tarde al ponerse el sol o durante el crepúsculo. Higos, ciruelas, peras, duraznos, manzanas, naranjas, uvas, y, verdaderamente, muchos tipos de frutos son muy abundantes aquí. Un cuarto de dólar es suficiente para comprar bastante comida para los tres y para todo un día. Los higos y las ciruelas son dulces como la miel, y se derriten en la boca. No hay mayor necesidad de otras comidas. Las uvas, los duraznos y las manzanas generalmente no han sido cosechados todavía.
Habiendo vivido en Quillota por un mes regresamos a Valparaíso, y el 2 de marzo nos embarcamos a bordo del barco “Dracutt” para San Francisco; levamos anclas el 5 de marzo, y salimos del puerto con una suave brisa”.
Mientras revisaba los diarios de la época hoja por hoja buscando las huellas del paso de nuestros hermanos misioneros por Chile, me di cuenta de que “El Diario” de Valparaíso publicaba las listas de las cartas sobrantes en el correo. Pensé que tal vez como respuesta a su solicitud de publicación y por el carácter de su llamamiento el Élder Pratt debería haber recibido alguna correspondencia y que probablemente durante su estadía en Quillota más de alguna correspondencia para él habría llegado a Valparaíso.
Fue así como me puse a revisar las listas de las cartas sobrantes y en “El Diario” de Valparaíso del viernes 27 de febrero de 1852 apareció una carta consignada con el N° 195, dirigida a P.P. Pratt.
El Regreso a Casa
La siguiente es la copia de una carta escrita al presidente Young durante el viaje de regreso de Chile a San Francisco:
BARCO “DRACUT,” OCÉANO PACÍFICO, lat. 18.
13 de marzo de 1852.
PRESIDENTE YOUNG.
Querido Hermano- Estamos todos bien. El Élder Rufus Allen, yo y mi esposa, salimos de San Francisco, el 5 de septiembre de 1851, para Chile, S.A., y llegamos a Valparaíso, el 8 de noviembre - en un viaje de sesenta y tres días. Desde ese tiempo hasta ahora he estado dedicado al estudio del idioma español, de las leyes, sus constituciones, su geografía, su historia, su carácter, su religión, sus modales, sus costumbres, sus revoluciones, y acontecimientos de Chile y Perú en particular, y de Hispanoamérica en general.
Fotografía de Brigham Young, a los cincuenta años. Brigham y Parley fueron amigos cercanos, correspondiéndose regularmente y fortaleciéndose el uno al otro en sus veinte y cinco años de tiempo de membresía en la Iglesia”.
Por intensa aplicación luego llegué a ser capaz de leer con cierto grado de entendimiento e interés en este idioma. Ya he leído partes del Nuevo Testamento, mientras, que, en el mismo idioma, he copiado muchos de sus pasajes más importantes, y los he leído tal vez unas veinte veces - dándome el cometido de memorizar algunos de ellos.
También he leído un pequeño trabajo, sobre Historia Natural de Chile, casi tres veces, en el cual hay muchos curiosos e importantes datos relacionados con las guerras de la brava y patriota nación de hombres libres llamados Araucanos. Éstos han mantenido su libertad e independencia inalterable por 300 años contra los poderes combinados de la vieja España y de todas sus colonias, sosteniendo una guerra defensiva, con muy poca tregua, por casi 200 años, sin armas de fuego u otros medios modernos de defensa. Parte de su historia espero traducir y publicar posteriormente.
También he leído en español el texto escolar de la geografía de Chile, y algunos otros trabajos, mientras que una constante lectura de sus diarios, además de los de Perú y de Buenos Aires, me han dado una visión general de sus gobiernos, leyes, políticas, religión, revoluciones, esperanzas y proyectos.
Las guerras civiles, y mis propias circunstancias financieras, pero más particularmente la carencia del lenguaje, limitaron mucho mis viajes por el país, y aún de visitar a los Araucanos. Yo, sin embargo, visité un pequeño pueblo en el interior, cuarenta millas, y vivimos allí por un mes.
Araucanos, obra de Claudio Gay.
El segundo día de marzo nos embarcamos en este barco para San Francisco, sin la suficiencia del lenguaje como para dar la vuelta a las llaves del Evangelio a estas naciones. Nos quedamos hasta que nuestros medios se acabaron y buscamos y oramos diligentemente para que nuestro camino fuera abierto; pero no pudimos hablar el idioma lo suficientemente bien como para predicar el evangelio, ni encontramos un medio de ganarnos la vida, así que se nos hizo necesario regresar a California, mientras tanto seguimos estudiando el idioma a bordo.
Tenemos un agradable joven en la cabina que es muy servicial con nosotros. Es originario de Chile, lee y conversa con fluidez en español, es versado en las escrituras, las cuales leemos y analizamos juntos. Él tiene mi Biblia en español y la está leyendo. Le he hablado de nuestra doctrina, del bautismo, de la persecución a la Iglesia, del establecimiento en las montañas, y del Libro de Mormón: También de los males del adulterio, la borrachera, el juego, y otros pecados, y las iniquidades de las abominaciones católicas. Él ha tomado todo esto de buena forma, y habla de ir a las montañas con nosotros. Lo que es muy notable para ser chileno, es que ni fuma ni bebe. Él posee algunos recursos, y está yendo a California para incrementarlos. Oramos mucho en secreto para que Dios abra su corazón y nos lo dé como una ayuda en el ministerio.
Los chilenos son una raza con mezcla de sangre española e india - cuatro quintas partes dicen son indios – lo que se manifiesta en sus gestos toscos, sus cabellos y ojos negros, la frente baja, los pómulos altos, rostros anchos y en la mayoría de los casos de color cobrizo en sus diferentes matices y grados, aunque unos pocos son blancos y aún bellos y hermosos. En general ellos son ignorantes y devotos católicos. Probablemente más de la mitad de ellos no sabe leer ni escribir. Su conocimiento de las artes y de la industria es sumamente limitado. En sus modales son simples, francos, y extremadamente sociables y aparentemente afectuosos, pero sujetos a una pequeña debilidad en sus tratos, y con tendencia al robo. Hay, sin embargo, muchas honorables excepciones a estas faltas o malos hábitos.
La Biblia en general no es usada entre ellos, estando prohibida por su religión; pero encontré a muchos que ya la han leído, y todos, con quienes realicé el experimento, parecieron dispuestos a escuchar su lectura. Algunos dicen que podían comprenderla mejor cuando la leía yo, que cuando la leían sus propios compatriotas.
Hablé libremente a muchos en contra de las supercherías y los errores; mostrándoles a ellos la verdadera forma del bautismo, etc., lo cual raramente les ofendió.
Ellos me hablaban con frecuencia de las abominaciones de sus sacerdotes , y de como ellos administraban todas las ordenanzas por dinero, a tanto por cabeza. La constitución consagra la religión Católica Romana, la apoya con presupuesto y prohíbe a todas las otras. Existe, a pesar de esta prohibición, una Iglesia Anglicana y una Iglesia Congregacional Americana en Valparaíso.
Visité esta última y conversé con el ministro. Él dijo que no era difícil importar libros religiosos o diarios y la distribución de estos, aun cuando la prensa no era libre de imprimir o publicar sobre ninguna religión que no fuera la católica. Él había importado y distribuido Biblias en español, y las había puesto a la venta en las librerías. Libros extranjeros son importados libres de impuesto.
La revolución que asola tan violentamente en esta época a Chile profesa estar en favor del sufragio universal, y de la absoluta libertad de conciencia, de expresión y de prensa. Las masas, hasta donde yo soy capaz de juzgar, son ardientemente revolucionarias, pero no les gusta combatir. La revolución costó unas cinco mil vidas, y terminó en una amnistía general, sin ninguna alteración en el gobierno. Pero la gente es optimista en sus esperanzas - ellos piensan que conquistarán sus libertades en algunos años más.
En las provincias de Buenos Aires una larga guerra civil se ha librado, la cual está ahora terminando en favor de un partido más liberal, ayudado por Brasil.
Perú está tranquilo. Los impresos públicos de Lima, su capital, me han interesado muchos de ellos están en español, y yo he pasado varios días leyéndolos. El gobierno del Perú está muy influenciado por Inglaterra y por los Estados Unidos. Su constitución garantiza la libertad de prensa, de expresión, y de adoración. Pero parece que se ha quedado en letra muerta sobre estos puntos hasta el presente año, en el cual el Congreso Peruano ha promulgado una ley especial para llevar adelante estos principios generales de libertad, haciendo especial provisión por la libertad de otros credos, y para que los protestantes oficien en los sagrados sacramentos del matrimonio y de sepultación, lo cual es un paso adelante aún para la protestante Inglaterra (donde todos deben ir a la Iglesia Nacional para estas cosas).
Perú ha hecho también un tratado especial con Gran Bretaña, en el cual todas estas libertades están garantizadas para los súbditos británicos allí. Estas medidas liberales han alarmado a “Su Santidad,” el Papa de Roma, a tal extremo que ha extendido una carta de excomunión al gobierno peruano, en la cual denuncia todas estas medidas liberales como anticatólicas, anticristianas y heréticas.
Este documento oficial, en las manos del arzobispo del Perú y de sus clérigos, fue sacado a la luz para testificar con considerable poder en contra de los liberales procedimientos del gobierno; pero, en el ínter tanto, un hombre muy talentoso e instruido (supongo que es un sacerdote), llamado Dr. Vigel, y muchos otros escritores se expresaron en contra del Papa en las columnas de los impresos públicos. Ellos lo denuncian a él en fuertes términos como un usurpador con más poder que Pedro en la antigüedad, quien, dicen ellos, no se metió con los gobiernos, la riqueza, o ninguna otra cosa, sino predicar el evangelio y pescar.
Ellos audazmente inquirieron de “Su Santidad” “¿¡Dónde está el salario de Pedro!”, ¡la corona!, ¡los títulos!, los palacios, ¿etc.? “¿dónde sus dictados de políticas de gobierno?”. Ellos entonces le informaron que Perú es una soberanía libre e independiente, y que no será dirigida por ningún poder extranjero cualquiera que éste sea. Ellos compararon a “Su Santidad” con Simón el Mago, que deseó comprar el don de Dios con dinero. Recordándole a él y al público cuanto les ha costado a otros gobiernos comprar la remisión de pecados por ofensas similares, y preguntándose cuánto tendrá el pecador Perú que pagar a Su Santidad por la remisión del gran pecado que ha cometido al dar a sus ciudadanos la libertad para adorar como ellos quieran; y casarse, morir y ser enterrados de tal manera como les parezca a ellos bueno.
Tales escritos tienen una amplia circulación en Perú, y son populares, pero tienen también la oposición de largas réplicas y defensas de parte del clero más ortodoxo. Todas estas cosas nos muestran que la prensa, así como la mente, está comenzando a ejercer su libertad en los países donde, por tres siglos, todo intelecto ha dormido, y toda libertad de pensamiento ha sido aplastada – enterrada - bajo la incubación de las horribles instituciones de la gran Madre de la Abominaciones.
Perú debe sostener sus libertades, un campo está abierto en el corazón de Hispanoamérica, y en las más grandes, mejor informadas y más influyentes ciudades y naciones de Sudamérica, para que la Biblia, el Libro de Mormón y la plenitud del evangelio sean introducidos.
Cuatro quintas, o tal vez nueve décimas partes de la vasta población de Perú, así como de la mayoría de los otros países de Hispanoamérica, son de la sangre de Lehi. Es verdad que ellos están degradados. La civilización está en un nivel de decadencia; y la modestia y la virtud, en el sentido en que son comprendidas entre las naciones más refinadas, pueden difícilmente existir entre ellos, ni aún en idea. Jesús no vino a llamar a los justos sino a los pecadores al arrepentimiento. Los sanos no necesitan de médico, sino los que están enfermos.
Nueva Granada también se ha revolucionado en favor de este gran principio de libertad; mientras que la revolución en el Norte de México, y otros movimientos de naturaleza similar en otras partes, muestran que una puerta se está abriendo más ampliamente de lo que puede ser llenada con prontitud en el idioma español, a menos que Dios levante (como en Inglaterra) miles de maestros locales de la plenitud del Evangelio.
Tenía muchos deseos de ir a Perú en este tiempo; pero un bolsillo vacío y una imperfecta lengua, que ha comenzado apenas a tartamudear en este idioma, junto con la falta de libros o de recursos para imprimirlos, y a otras circunstancias, todo se combinó para hacerme esperar un poco hasta que pueda estudiar el idioma más completamente; mientras tanto, regreso a donde pueda comunicarme más completamente con la Iglesia en casa, con las varias misiones en las islas y con mi familia, por quienes debo hacer algo lo más rápidamente posible, si Dios me abre el camino.
Siento sin embargo que el Libro de Mormón y algunas publicaciones baratas deberían ser traducidas al español e impresas, entonces la llave se dará vuelta en estas naciones mientras que un Sacerdocio viviente es acompañado por algo para que ellos lean - aún aquellos escritos que tienen las promesas de Dios, las oraciones y la fe de los antiguos, y el poder y el Espíritu de Dios para trabajar con ellos en la restauración de la casa de Israel.
Está en mi corazón traducir el Libro de Mormón y algunos otros trabajos e imprimir los mismos en español tan pronto como haya perfeccionado suficientemente el idioma. Como imprimir es muy caro en todos los lugares del Pacífico, podría ser sabio ir a Inglaterra para conseguir algunos impresos, y, tal vez, llevar algún estereotipo hecho; y también, llevar a dos o tres élderes con pasaportes ingleses, para ayudar en Hispanoamérica.
Estos meditados trabajos serían, bajo la bendición de Dios, una avanzada de la gran obra para poner los fundamentos de la restauración de incontables millones de la casa de Israel y de José - aún de muchas naciones que se extienden sobre una gran e importante parte de la tierra - siento trabajar con paciencia, y tomar tiempo para preparar el camino ante mí y ante aquellos que, en su debido tiempo, serán enviados a ellos con poder; sabiendo que Dios, quien ha dicho ciertas cosas, hará que aquellas cosas sean realizadas en su debido tiempo.
Si, antes de que la mitad de estas cosas sean logradas, debo volver al valle y sentarme en concilio con usted y mis hermanos, o aún hacer la traducción allí, espero no ser contado como un siervo flojo; porque le aseguro que he hecho todo lo que está de mi parte, con toda diligencia, y con toda la oración de fe que poseo, y mi más ferviente deseo es ser contado digno de trabajar por la restauración de Israel hasta que sea lograda.
Yo estudio el idioma todo el día y pienso en ello y aún sueño y hablo en voz alta en mis sueños, en los cuales algunas veces aprendo más que en el día. Pero no es un trabajo pequeño llegar a familiarizarse con toda la gramática, las palabras y el estilo de un idioma, así como para llegar a escribirlo en publicaciones.
Si los Doce Apóstoles dividen los idiomas europeos entre ellos, y cada uno llega a estar completamente versado en cada uno de ellos, como para traducir la plenitud del Evangelio y dar vuelta la llave de este, será un gran paso hacia la consumación; porque una hueste de fieles siervos se levantaría pronto para cooperar con ellos, y estos idiomas ordenarían la influencia y las llaves de la comunicación con la mayoría de las naciones, tribus y lenguas de la tierra. Confío y espero, también, que estos idiomas pronto sean introducidos en nuestra Universidad, y entre los élderes de Israel, con prioridad a las lenguas muertas, o a aquellas de trascendencia menor.
OCÉANO PACÍFICO, lat. 3° N.
Marzo 27, 1852.
Queridos Hermanos - Hemos navegado treinta y tres días y hecho casi la mitad del viaje. Estamos bien, y el viento está generalmente bastante bueno, pero ahora está en calma. El hermano Allen y yo todavía estudiamos el idioma con diligencia, y todavía hablamos con el chileno, quien también está leyendo diligentemente nuestra Biblia en español.
El “Libro de Mormón,” “Una Voz de Amonestación,” etc., han estado rotando, y han sido leídos por el capitán y sus compañeros; pero ellos no creen, ni en el testimonio de hombres ni de ángeles. Sin embargo, hay un hombre joven sobrio e inteligente, que está muy interesado.
Abril 29, lat. 27° N. – Cincuenta y cinco días han pasado como una penosa prisión para nosotros, con muy poco para comer. Vivimos con un pequeño, pobre y duro pan, probablemente cocido unos dos o tres años atrás, y algunos porotos y una muy pobre y perjudicial carne salada y cerdo. No tenemos harina, papas, azúcar, melaza, arroz, u otras comodidades, aun cuando pagamos un buen precio por el pasaje en camarote.
No hemos tenido ni un buen día de buena navegación en el último mes; tenemos calmas y fuertes vientos. Rara vez navegamos más de treinta o cincuenta millas en veinticuatro horas. Estamos hambrientos, débiles, solos, y desconsolados. Pero, después de mucho orar por un buen viento y velocidad, encontramos que nuestras oraciones no han sido contestadas, y nos hemos rendido, y le hemos pedido a nuestro Padre Celestial que nos dé paciencia y reconciliación con Su voluntad.
Estamos ahora a unas ochocientas o novecientas millas del puerto, y nuestras provisiones (pobres como lo son) pronto se nos acabarán. Pero vivir o morir nosotros confiamos en Dios y tratamos de servirle a Él.
No hay nadie a bordo que tema a Dios o respete al hombre, hasta donde sepamos, exceptuando a uno de los marinos y a nosotros. Las más horribles blasfemias resuenan en nuestros oídos cada día en el camarote y sobre la cubierta, provenientes tanto del capitán como de sus pares, con borrachera y pensamientos inicuos.
Nosotros somos rechazados y odiados a causa de nuestro testimonio, y porque nuestro ejemplo es una reprobación. Pero nosotros nos preocupamos de nuestros propios asuntos, y estudiamos el idioma y las Escrituras cada día.
El hombre joven de quien hablo es el Sr. Howard, de los Estados Unidos, quien es bien educado, y ha leído nuestros libros con mucho interés durante el viaje, y ha pedido ser bautizado y unirse a la Iglesia apenas arribemos. Él no está acostumbrado a la vida marinera, y desea ir a las montañas con nosotros. Él ha sido educado en colegios y como oficinista. Pienso que su llamamiento es predicar el evangelio, pero aún no le he dado a entender eso a él.
Hermanos, Deseo verlos a todos ustedes con un deseo como jamás lo he sentido en mi vida. Siento que quiero sentarme con ustedes y buscar los poderes y los dones de Dios y los poderes de los cielos, aún aquellos que serán derramados para la restauración de la Casa de Israel.
OH, ¿cuándo llegará ese tiempo? ¿Cuándo el velo será rasgado para que todos los poderes del apostolado sean permitidos o ejercidos sobre la tierra? Debe ser pronto o ninguna carne se salvará - porque los poderes de la oscuridad prevalecen a tal grado que aún pueden llegar a sentirse físicamente.
No hay nadie que conozca al Señor; nadie que busque la verdad; nadie que la aprecie cuando la encuentra; nadie que se incline a dejar el pecado. Me hubiese gustado que se dijera que ha sido encontrada en la tierra. Encontrar a uno es como encender una lámpara y buscar diligentemente alimento entre los calabozos de la oscuridad, la muerte y el hambre.
Adiós y hasta que arribemos.
Vuestro hermano
P. P. Pratt
Después de un largo y tedioso viaje de setenta y nueve días llegamos a San Francisco el 21 de mayo, habiendo sufrido duramente en los últimos cuarenta días por la falta de alimento adecuado.1
Después de descansar y recuperarnos por unos días, mi tiempo fue otra vez dedicado al ministerio de la Iglesia en San Francisco y San José, y en visitar, estudiar el idioma, escribiendo a los otros misioneros, y en la preparación de nuestro viaje de regreso2 a casa, hasta cerca del fin de julio, y yo aquí agregaría, que, a causa de la bondad de mis hermanos y amigos, casi mil doscientos dólares en moneda, mulas y un carromato me fueron proporcionados para ayudarme en mi misión y para mi viaje a casa, los cuales se me dieron en diferentes tiempos después de mi arribo desde Chile.
Vista de los Cerros y Bahía de Valparaíso en 1854, tal como se veía tan solo tres años después del arribo del Élder Pratt y su compañía. Daguerrotipo de A. Terry, (Ackermann & Co., Londres.
Barcos en la Bahía de Valparaíso 1854. Daguerrotipo por A. Terry. (Ackermann & Co., Londres.)
Los Antecedentes de una Esperanza
¿Cuáles fueron las motivaciones que trajeron al Élder Pratt a Chile? Creo que a la vista de los antecedentes históricos podemos señalar entre las principales las siguientes:
1. Los Indios Americanos y La Casa de Israel.
Después de enviar misioneros a Hawái y a Australia, el propio presidente Pratt se aprestó para realizar un largo viaje a fin de estudiar las condiciones que pudieran hacer posible el establecimiento de la Iglesia en Sudamérica, y el país escogido por él para su misión fue Chile, país por el cual abrigaba un sentimiento muy personal, el que dejó expresado en su obra “A Key to The Science of Theology” donde escribió que:
“Por esta ciencia el profeta Lehi y Nefi vinieron con una Colonia de Jerusalén, en los días del profeta Jeremías, y después de viajar por ocho años por el desierto de Arabia llegaron a las costas del mar, construyeron un barco, obtuvieron del Señor una brújula para guiarlos en el camino, y finalmente arribaron a salvo a las costas del país que ahora es conocido como Chile en Sudamérica.[5]
El Viaje de Lehí y su familia a la tierra prometida.
Para el Élder Pratt los indios americanos eran parte de la casa de Israel, como descendientes del patriarca Lehi y de su descendencia, y había que llevar a ellos las bendiciones prometidas en el Libro de Mormón, las bendiciones del evangelio de nuestro Señor Jesucristo y las bendiciones propias de la prometida congregación del pueblo de Sion.
2. La Experiencia del Brooklyn y el descubrimiento del Oro en California
El conocimiento de estos hechos y de la gente chilena viviendo en California, sin duda que también se constituyeron en verdaderos antecedentes para la determinación del Élder Pratt de viajar a Chile.
Recientemente había sido elegido presidente de Chile don Manuel Montt Torres, el que había asumido como presidente de la nación chilena el día 18 de septiembre de 1851, apenas unos días después de que se desatara lo que conocemos en nuestra historia como la Guerra Civil de 1851.
Refiriéndose a esta lucha fratricida entre chilenos, el élder Pratt escribió:
“Encontramos al país sumido en una guerra civil. La revolución que asola a Chile con tanta violencia profesa estar a favor del sufragio universal, la absoluta libertad de conciencia, de expresión y de prensa.” Auto 398.
En Chile la revolución ha terminado con el saldo de muchas vidas segadas, y sin ningún éxito” p. 394
La masa hasta donde yo puedo ver es ardientemente revolucionaria, pero no le gusta pelear. La revolución costó más de cinco mil vidas, y terminó en una amnistía general, sin ninguna alteración en el gobierno” p. 388.
“Si bien, en el plano económico, la provincia experimentó un acelerado desarrollo, paralelamente vio desvanecerse su secular preeminencia político-militar, proceso que tiene la Revolución de 1851 como punto culminante”. Cartes p. 21
Revolución de 1851 – Revolución Crucista.
“…tras el fracaso de la candidatura presidencial del General De la Cruz, que contaba con el apoyo unánime de los electores de la provincia de Concepción, así como del liberalismo santiaguino, nuestra sociedad militar “se sintió fuerte en sus fueros y arrogante en sus decisiones”, levantándose en armas. “Derrotada en Loncomilla –dice Campos Harriet- acaba su preponderancia política rectora en el gobierno de la República”, “Perdida ya su magna trayectoria histórica, Concepción inicia una etapa de aislado recogimiento y de formación local y regional”. Cartes pp. 21-22. (Fernando Campos Harriet. Historia de Concepción, 1550-1970, tercera edición, Editorial Universitaria, Santiago 1982, p. 150).
Por otro lado, la prensa local les dio una perspectiva a nuestros misioneros de las condiciones imperantes, no tan solo en Chile, sino que también en la Argentina y en el Perú.
Sin duda que esta situación de crisis interna jugó un papel preponderante en contra de los esfuerzos de nuestros misioneros por enseñar los principios a nuestra población de su “nueva” religión.
Edificio edificado sobre la plataforma antigua de Valparaíso y que cobijó a la Iglesia Congregacional, hoy día Iglesia Presbiteriana.
El Pastor David Trumbull (1819-1889)
La Universidad de Yale llegó a ser un centro de misiones nacionales y extranjeras”. P. 76. “Cuna de la teología liberal de Nueva Inglaterra” p. 78.
“No imaginó que, en sus días de estudiante, que el mismo sería el pionero de Yale en Chile”. Paul p. 77.
“El primer misionero enviado específicamente a “predicar el Evangelio en el desierto”, que hace 150 años comenzara a cimentar las bases de la Iglesia Reformada en Chile”. Paul, Un Reformador Yanqui. Prologo.
La Sociedad Americana de Amigos de Hombres de Mar, The American Seamen’s Friend Society, se estableció en 1826. Su propósito fue “predicar el evangelio a los marinos en cada puerto principal de los países papistas, mahometanos y paganos”. American Seamen’s Friend Society, First Annual Report, May 1829, p.17.
“Partió resuelto, fortalecido por el lema de su amado estado de Connecticut que dice: “Qui transtulit sustinet” (Quien trasplanta preserva). Paul. P. 30.
“Las familias de los Trumbull en Nueva Inglaterra, han generado la creencia que ellos mismos son una rama de los Trumbull de Escocia. En el año 1334, durante una cacería Robert Bruce, Rey de Escocia, fue atacado por un toro. Cuando el animal ponía su vida en peligro inminente, un joven campesino se lanzó delante del rey y con igual fuerza, destreza y buena fortuna, cogió al toro por las astas y lo dobló hacia un costado, salvando así la vida del rey. El rey, agradecido por el acto, ordenó al, hasta entonces, desconocido joven que adoptara el apellido Trumbull le dio una finca cercana a Peebles (que aun pertenece a la familia) y un escudo de armas; tres cabezas de toros con el lema “La Fortuna Favorece al Valiente”, que aún lo ostenta la rama norteamericana. Paul pp. 31-32.
27 de septiembre de 1844
En Valparaíso, Chile, había mucha necesidad de un hombre para predicar a norteamericanos y luego acceder a la población española…” David Trumbull. P. 81.
12 de febrero de 1845 “Tuve una amena conversación con el DR. Alexander acerca de Valparaíso”. P. 82.
24 de marzo de 1845.: “Comencé una carta a mis padres en respuesta a una de mamá con relación s Sudamérica. Mi mente está dolorosamente confundida sobre este punto. Pareciera como si un campo se abriera allí y, en cierto sentido, como si yo estuviera apto para entrar, labrarlo, y sembrada la semilla, esperar pacientemente a que Dios le dé el crecimiento tanto entre los escépticos ingleses y sudamericanos como entre los supersticiosos católicos…” p. 82.
Fue enviado a Valparaíso por la Foreign Evangelical Society (posteriormente, American and Foreign Christian Union”) a predicar a los marinos, y finalmente, para difundir el Evangelio entre el pueblo chileno”. P. 82.
Viajó a Valparaíso en el barco Mississippi el día 17 de agosto de 1845.
“Mi primer día en el mar y estoy mareado, un día agotador…”
24 de agosto. “Predica a los pasajeros. Mateo 6: 33.
31 de agosto de 1845. Predico efesios 2: 12. Nadie parece interesado entre los pasajeros.
7 de septiembre de 1845. “Mi corazón sufre al ver tanta indiferencia hacia la religión entre los de a bordo”. P. 83
31 de octubre de 1845.Barco Mississippi, por cumplir los 26 años.
1° de noviembre de 1845: Cumplió 26 años.
Domingo 2 de noviembre de 1845; predica Santiago 4: 17.
26 de noviembre de 1845.
S.O. del Cabo de Hornos.
Mañana del viernes 19 de diciembre de 1845. Latitud 47°
Queridos padres:
El capitán Harvey me regaló una Biblia muy fina y grande y junto a ella una conceptuosa carta firmada por él y los pasajeros ‘Al Rev. David Trumbull por su gentileza al dirigir el culto a bordo, los días de reposo”. P. 85.
25 de diciembre de 1845.
Levantada a las 4 A.M., cuando la luz llegó desde tierra firme.
Valparaíso. Cerros desolados y áridos, ni un árbol a la vista, salvo un cactus en la cima, parece muy poco acogedor.
Valparaíso, 1845. Dibujo de Rugendas.
Mañana del jueves 25 de diciembre. Navidad.
Valparaíso a la vista a doce millas. Muchos de los pasajeros ya están vestidos con sus ropas domingueras, pero presiento que no desembarcaremos antes del mediodía –de aquí a cinco o seis horas- el viento es muy suave.
La costa está cerca. Cerros altos y oscuros, pero sin árboles, no muy atractivo a la vista. Diferente a los alrededores de nuestras ciudades, porque no se ve una casa…Fui recibido amablemente por un comité de clérigos ingleses. Debo andar con precaución. Espero no ser obstaculizado. Creo que este es un campo bien escogido, pero no fácil”. David Trumbull.
David, tercer hijo de John Mason Trumbull (de su segunda esposa) …viajó a Sudamérica en 1845 como misionero de la American and Foreign Evangelical Union, organizó una Iglesia en Valparaíso, Chile. Paul p. 34. (Unión Evangélica Americana y Extranjera).
Realizó dos o tres visitas breves a los Estados Unidos. Para visitar la casa de su padre y el lugar donde había nacido.
Se casó en Smithfield, Carolina del Norte, el 5 de junio de 1850 con Jane Wales Fitch, fue la causa del regreso de David a su tierra natal en diciembre de 1849. La conoció durante sus días de estudiante en la Universidad de Yale (1839-1842).
“2 de agosto de 1850. Ayer nos despedimos de nuestra tierra natal y comenzamos nuestro viaje a Valparaíso…” Jane Wales Fitch.
Tuvieron 9 hijos, los dos mayores Jonathan (1851) y Allan murieron siendo muy jóvenes.
David Trumbull nació el 1° de noviembre de 1819 en la Cherry Lawn Mansion, de Elizabeth Town, Nueva Jersey, hijo de John Mason Trumbull y Hannah Wallace Tunis. Fue el mayor de tres hijos, sus dos hermanas Susan y Julia murieron siendo niñas y su madre murió a los 23 años, cuando el solo tenía cuatro años.
“Al término del curso de tres años, fue ordenado evangelista y en respuesta a una solicitud presentada por la Foreign Evangelical Society a favor de esta costa oeste, aceptó el nombramiento para venir a predicar a Valparaíso, en primer lugar, a los marinos y para preparar, tan rápido como fuese posible, el camino para la obra cristiana en la costa, tanto en inglés como en español. Reverendo William E. Dodge.
“Pareciera como si un campo se abriera allí y en cierto sentido, como si yo estuviera apto para entrar, labrarlo y, sembrada la semilla, esperar pacientemente a que Dios le de crecimiento” David Trumbull, 1845.
Organiza la Union Church en 1847.
“Anita Trumbull y su hermana estaban estudiando en la Universidad Wellesley en 1886. Mientras iban de viaje de vacaciones a Nantucket Island, Massachusetts, se sorprendieron al ver el nombre de su ciudad natal pintado en la puerta de una cabaña. Con ansiedad preguntaron al propietario, un marino jubilado, por qué había pintado la palabra Valparaíso sobre la puerta. “Porque-dijo-David Trumbull y su angelical señora me devolvieron la salud cuando estaba muriendo de viruela, luego me enviaron de vuelta a New Bedford y cambiaron por completo el curso de mi vida”-hablando rudamente señoritas, ellos cambiaron toda mi vida, hasta que tiré mi ancla. Por esto es que “Valparaíso” está escrito en mi puerta. Este es mi hogar después de haber viajado cincuenta veces alrededor del mundo para encontrarlo. El pueblo es, tal como suena; un valle del Paraíso”. Irven Paul p. 53.
El Administrador del cementerio don David Trumbull dejó registros de la sepultación del niño Omner, los cuales pueden verse en el libro de registros de esa época que aún se conserva en el cementerio.
Un ejemplo de esto es el siguiente extracto del libro, en que se pueden apreciar los nombres del Señor David Trumbull, y de Élder Parley Parker Pratt.
Libro del Cementerio de Disidentes de Valparaíso que guarda registro de la sepultación del niño Omner Pratt.
El Historiador Rodolfo Acevedo Sosteniendo el Libro de Sepultación del Cementerio de disidentes.
CEMENTERIO DE DISIDENTES
Sitio de Sepultación del Niño Omner Pratt
Sector del Cementerio donde fue sepultado el niño Omner, se ingresa por el frontis central que da a la calle Dinamarca, doblando inmediatamente a la mano izquierda. La placa conmemorativa se encuentra al fondo tras los dos árboles, que a febrero de 2005 presenta el mismo aspecto de la fotografía.
Placa que recuerda e identifica el lugar donde fue sepultado el niño Omner Pratt en Valparaíso, Chile. (Fotos Rodolfo Acevedo).
En septiembre 8 de 1990, en una ceremonia de conmemoración de la visita de Parley P. Pratt a Chile, una placa recordatoria fue puesta en el cementerio donde su hijo Omner fuera sepultado en 1852. En la ocasión el Élder Waldo P. Call de los Setenta, un descendiente del Élder Pratt descubrió la placa. Él también dedicó el lugar donde se encuentra la tumba del niño Omner. En sus palabras dedicatorias Élder Call pidió una bendición especial para Chile, expresando en parte de ella lo siguiente: "Que bendigas a aquellos que gobiernan; y bendícenos como miembros de la Iglesia para que por medio de vivir el evangelio dignamente tu puedas bendecir a este pueblo, para que haya paz, para que haya alimentos en las mesas de todas las familias chilenas, y para que ellos puedan escuchar el mensaje del evangelio y puedan sentir que es verdad”.
El Élder Waldo P. Call, a la izquierda, escucha al Élder Rogelio Narváez, Representante Regional, antes de que se descubriera la placa recordatoria de la sepultación del niño Omner Pratt en el Cementerio de Disidentes de Valparaíso.
Por su parte el Representante Regional, élder Rogelio Narváez dijo en esta solemne ocasión: “La pequeña tumba dejada sobre una solitaria colina en Valparaíso en 1852 ha sido como una latente semilla plantada por un apóstol del Señor para llevar fruto en el florecimiento del evangelio una centuria después.”
Esta placa fue colocada por el Esfuerzo de Miembros locales el cual pusieron de su dinero. los Autores de dicha Placa fue El Hermano Eleazar Magnere y Juan Páez.
Eleazar Magnere Autor de las Palabras Colocadas en la Primera Placa de los años noventa.
Juan Páez (foto Misional), Lamentablemente Fallece en el año 2010.
Visión de la Bahía de Valparaíso desde la cumbre del Cerro Panteón. Fotografía tomada por Rodolfo Acevedo Villanueva., el día 11 de febrero de 2005.
El antiguo acceso al cementerio de disidentes del Cerro Panteón era la Quebrada de San Juan de Dios, en el sector comprendido entre las actuales calles Condell y Ecuador. Desde aquí y más precisamente desde la Plazuela Ecuador salen los colectivos N° 40 que llevan a las puertas del Cementerio N° 2 en la calle Dinamarca[6]. Para llegar al cementerio de Disidentes mismo, donde se encuentra la tumba de Omner Pratt, hay que caminar por la empedrada calle Dinamarca, bordeando el cementerio, llegándose de esta forma a su entrada principal. “Por la Plazuela Ecuador, en dirección a la avenida Ecuador encontramos otra escalera pintoresca y propia de la ciudad de Valparaíso, es una escalera muy empinada con el nombre Hermanos Montgolfier, que une al cerro Panteón con la actual avenida Ecuador, es muy larga y no está en las mejores condiciones estructurales”. Otro acceso antiguo al cementerio era la Quebrada Elías, hoy día llamada calle Ricardo Cumming, que da a la Plaza Aníbal Pinto. Desde la Plaza Aníbal Pinto, la calle Ricardo Cumming (la antigua Quebrada Elías), conducía a los antiguos porteños hacia los cementerios por una escalera que aún existe, por la calle Ricardo Cumming, por el lado poniente, hasta llegar al pasaje C. Mondaca”[7].
Tumba de Marinos del Essex (ver Nota 4) a la entrada del Cementerio de Disidentes, justamente al fondo se encuentra la placa recordatoria de Omner Pratt. Foto de Rodolfo Acevedo Villanueva.
La mayoría de los extranjeros avecindados en Valparaíso por aquellos días eran ingleses y algunos norteamericanos como el pastor David Trumbull de la Unión Church, quien entre otras cosas cuidaba del cementerio de Disidentes, ubicado éste en el Cerro Cárcel, llamado así por encontrarse allí y hasta nuestros días la cárcel de Valparaíso.
Los terrenos que ocupaba el cementerio en este cerro habían sido comprados en 1823, con el expreso propósito de sepultar allí a quienes no profesaban la religión católica, oficial del estado chileno en esa época, por eso el nombre disidente, ya que no estaba permitido a los protestantes o evangélicos ser sepultados en el cementerio de uso general para los habitantes del puerto.
Durante su estadía en Valparaíso Parley P. Pratt y su esposa Phoebe perdieron a su hijo llamado Omner, quien sería sepultado en este cementerio de disidentes, en el cual existe hoy día una placa conmemorativa de este hecho y un libro de registros que guarda los nombres de David Trumbull, Parley P. Pratt y su hijo Omner, y en el cual se señala que el niño murió de debilidad al mes y ocho días de nacido.
Cárcel. Cerro Cárcel o Cerro Panteón. Construcción data de 170 años. El Mercurio 22 junio 1996. pA1. Santiago. "monte negro coronado de amarguras...que se asomaba sobre un camino sinuoso lleno de cicatrices provocadas por las ruedas de carretelas fúnebres o de aquellas que transportaban a quienes debían saldar las cuentas pendientes con la sociedad". Capacidad fue concebida para 250 internos, hoy alberga a 1027.
La construcción de este penal se remonta a la reconquista (1814), y muchas dependencias, pese a los terremotos y al paso del tiempo, datan de 170 años.
Una de las instalaciones más añosas del penal-antiguo fortín español que fue usado como polvorín, construido con ladrillos sobrepuestos, cal arena y agua.
Actual Frontis del Cementerio de Disidentes de Valparaíso.
Casas construidas en las alturas de Valparaíso, vecinas al peñón donde se encontraba el Cementerio de Disidentes
Sector del Cementerio donde fue sepultado el niño Omner.
Elder Pratt expresa:
“Hay una Iglesia de Inglaterra y una Iglesia Congregacional Americana en Valparaíso.
“Días atrás visité al ministro y conversé con él. Me manifestó que no era difícil traer libros religiosos o folletos y su circulación, aun cuando la Prensa no es libre de publicar algo que no sea católico.
Él había importado y distribuido biblias en español y las había puesto a la venta en las librerías. Se pueden importar libros sin pagar derechos.”. p, 398.
“Hemos reunido mucha información referente a los países sudamericanos, su modo de vida, costumbres, sus leyes, sus constituciones y sus instituciones tanto civiles como religiosas. Las revoluciones están afectando a casi todos los países de Sudamérica en este tiempo. En Chile la guerra civil ha terminado con un triste saldo de muchas vidas segadas y sin ningún éxito.” Auto. 389.
La mayor de estas batallas entre chilenos se libró en la localidad de Loncomilla el día 8 de diciembre de 1851, “una de las más sangrientas que registran nuestros anales, se dijo entonces que cerca de la mitad de los combatientes de ambos bandos habían quedado sobre el campo, (aproximadamente 3500 hombres).
Una vez terminada la guerra civil nuestros hermanos misioneros iniciaron los preparativos para viajar a Quillota, la ciudad refrescante.
“Elder Parley P. Pratt está probablemente... en Chile o Perú, en Sudamérica; con el propósito particular de introducir el evangelio entre las familias de esa porción de la tierra. Rápidamente están las banderas del Señor siendo levantadas en las diferentes partes del mundo habitado; infinitamente bendecidos son aquellos que en la luz encuentran su camino a Zion y su Dios” The Latter-Day Saint’s Millenial Star. Dec 1851 p, 361.
“Pero debido a una revolución por aquel entonces en progreso en Chile, las restricciones de las leyes como libertad religiosa, poco se podía lograr y la misión regreso a California...” CHC, Vol 4 p. 70.
El 8 de octubre de 1854, aproximadamente dos años después del regreso del Pratt desde Chile, William Hyde, lewis Jacobs, Isaac Brown y John Brown fueron llamados a una misión a Valparaíso, Chile (Manuscript History of the South American Mission, Comp. Andrew Jenson. Citado en Mormons in Mexico. The Dynamics of Faith and Culture. Utah State University Press. 1987.
No hay registros de que esta misión se haya cumplido.
El Martirio del Élder Parley P. Pratt.
13 de mayo de 1857
“Una liviana lluvia comenzó a caer, haciendo fácil para McLean y sus hombres seguir las huellas de Parley, quien viajó por unas veinte millas fuera del pueblo antes de que lo alcanzaran. McLean, quien estaba en su usual estado de embriaguez, y seis de sus secuaces sedientos de sangre, cabalgaron hasta donde estaba Parley y lo rodearon. Dos hombres se pusieron frente a él, obstaculizando su camino, mientras que McLean vino desde atrás y disparó seis tiros a una distancia muy corta. Las balas perforaron el pesado abrigo de Parley, pero ninguna lo hirió.
“Entonces uno de los rufianes se adelantó, sacudió al caballo de Parley para que se encabritara asustado, dándole a McLen la oportunidad para acercarse lo suficiente como para clavar dos veces en el costado de Parley su cuchillo”. Parley cayó al suelo, pareciéndole que sus asaltantes huirían. Sin embargo, McLean regresó dentro de diez minutos, desmontó, y, tomando una pistola derringer de uno de sus compañeros, disparó a Parley en el cuello, mientras yacía en el suelo. Entonces los asesinos cabalgaron salvajemente al pueblo para celebrar”. Eleanor McLean.
El Élder Wilford Woodruff registró en su diario el día 23 de junio de 1857 lo siguiente: “el correo del este llegó trayendo la triste noticia del asesinato de Élder Parley P. Pratt, quien fue asesinado cerca de Ft. Smith en Arkansas, por un hombre llamado McLean".
Por su parte el presidente Joseph Fielding Smith escribió: “en el otoño de 1856, Élder Pratt había dejado la ciudad de Lago Salado con un grupo de misioneros, con quienes cruzó las planicies. Ese invierno el trabajó en St. Louis, Philadelphia, New York y otras ciudades del este. En la primavera de 1857, él estaba en Arkansas y mientras estaba allí intentó ayudar a la Sra. de Héctor H. McLean, (Eleonor J. McCombs) quien era miembro de la Iglesia, a conseguir la tuición de sus hijos, habiéndose ella separado de su esposo por causa de sus borracheras y su crueldad. McLean acusó a élder Pratt de indisponer los afectos de su esposa e intentó llevarse por la fuerza a los niños. Un juicio fue seguido, y Élder Pratt fue liberado del cargo. Poco después, mientras viajaba por el Condado de Van Buren donde la corte se había reunido, intentando unirse a una compañía de emigrantes que viajaba para Utah, él fue seguido por McLean quien le hundió un cuchillo en su costado. Después de que Élder Pratt hubo caído de su caballo, McLean disparó sobre él con su pistola…De esta forma murió uno de los grandes expositores de la fe de los Santos de los Últimos Días, un poeta y escritor, cuyas obras le sobrevivirán y harán mucho por traer a multitudes al conocimiento del Evangelio. Aun cuando la voz de su autor ha sido silenciada, su obra todavía hablará con convincente poder”.
El asesinato a sangre fría del Élder Parley P. Pratt ocurrió cerca de Van Buren, Arkansas, el 13 de mayo de 1857, hecho del cual él Élder John Taylor publicó en Nueva York, el siguiente extracto en The Mormon el día 30 de mayo de 1857.
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE P.P. PRATT
“Nuestros lectores están indudablemente estremecidos con la anterior noticia, nuestro corazón está profundamente apenado, pero no tenemos razón para dudar de la triste noticia que nos ha llegado, aun cuando, todavía sea, sólo por vía de la prensa pública. Unos pocos días atrás fuimos avisados de su detención cerca de Fort Gibson; y, muy pronto tras recibir esa información, supimos, por un despacho telegráfico, que había sido asesinado cerca de Van Buren, Arkansas el 13 de mayo.
“Como no tenemos espacio esta semana para entrar en mayores detalles, y puede ser que antes de la siguiente edición recibamos información adicional sobre el tema, sólo diremos para el beneficio de aquellos que están interesados, que sus asesinos lo siguieron por unas doce millas desde el lugar del juicio, y sacando partida de su condición solitaria, dispararon sobre él.
“Aun cuando deploramos profundamente la pérdida para la Iglesia de tan gran y recto hombre, y el desamparo para su familia, todavía no lo lamentamos. Su vida ha sido una de honor y fidelidad; sus días han sido bien gastados en el servicio de su Dios; su nombre es reverenciado por miles y decenas de miles, y será honrado por millones aún por nacer, mientras que sus cobardes asesinos, y aquellos que han celebrado este deleznable hecho, y que ahora se regocijan con su crimen, serán aborrecibles, y un hedor en las narices de Dios y de los hombres buenos”.
Su hermano Orson Pratt escribió concerniente a la muerte de su hermano Parley: “¡Oh, cuan placentera es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios, para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y para siempre.
“¡Oh, bondadoso y afectuoso hermano! ¡Cuánto te amamos en vida! ¡Cuán gozosas fueron para nuestras almas las palabras de vida que fluyeron de tu boca por el puro espíritu de inspiración! ¡Cuan querido es todavía nuestro recuerdo de ti! ¡No lloramos por tu muerte, porque fue gloriosa! ¡Tú nos has dejado solo por un corto momento, y pronto te abrazaremos otra vez! ¡Tus cincuenta años recién habían comenzado, y ahora tu Jubileo ha llegado! Descansa en la casa de tu padre, con todos los nobles mártires del siglo diecinueve, hasta que el Jubileo de la tierra también llegue; entonces tú regresarás y reinarás triunfalmente con todos los redimidos de la raza de Adán”.
La Tumba del Élder Parley Parker Pratt
Fulgura La Aurora
Parley Parker Pratt
Apóstol – Misionero - Autor
Nació el 12 de abril de 1807
en Burlington New York.
Murió el 13 de mayo de 1857
cerca de Alma, Arkansas.
Miembro del Concilio de los Doce
Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Últimos Días.
Ya rompe el alba de la verdad
y en Sión se deja ver, tras noche
de oscuridad, tras noche de oscuridad
El día glorioso amanecer.
De ante la divina luz,
huyen las sombras del error.
La gloria del gran Rey Jesús,
La gloria del gran Rey Jesús,
Ya resplandece con su fulgor.
“¡Oh, cuan placentera es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios, para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y para siempre”. Orson Pratt.
Su descendencia Y La Iglesia en Sudamérica
Su hijo Helaman Pratt sirvió una misión en México en 1876 y como presidente de Misión en 1884.
Elder Rey L. Pratt habló en la 97 conferencia semianual de la Iglesia, el 4 de octubre de 1926.
“Recordé a la gente que el élder Ballard se refirió ayer a Donato Gianfelice y a Domingo Quici, cuando llegaron por primera vez a nuestra reunión, dos hombres italianos vinieron primero, solo por curiosidad, pienso. Ellos habían estado en los Estados Unidos muchos años atrás, y supieron que nosotros los americanos estábamos realizando servicios en su vecindad. Ellos vinieron a nuestras reuniones, pero no sabían nada acerca de nuestra religión. Ellos no sabían nada acerca de la Biblia. Ellos deseaban conseguir las escrituras, y y obtuvimos ellas para estos hombres. Después de asistir a nuestras reuniones por algún tiempo, y de escucharnos tratando de enseñar a orar a los niños en la escuela dominical, uno de los hombres vino a mí y dijo: “¿puede conseguirme un libro de oración, para que yo pueda orar, también?” Le expliqué a él, lo mejor que pude, que nosotros no oramos de los libros, sino que, así como un niño le pediría a su padre lo que deseara, nosotros le pedimos a nuestro Padre Celestial por las cosas quo solo nosotros sabemos necesitamos. “Bueno,” dijo él, “Yo he sido miembro de una iglesia toda mi vida, pero nunca se me había enseñado a orar de esa forma. Debo confesarle a usted que yo no sé cómo empezar. ¿No me quisiera hacer el favor de venir a mi casa alguna noche cuando estoy en casa después del trabajo y enseñarme a mí y a mi familia como orar?”. Fue una de las más grandes oportunidades que hayan llegado a mi vida, mis hermanos y hermanas, fui con él, y nos arrodillamos alrededor del altar familiar, con su esposa e hijos y con el otro hombre (Quici) cuya familia había quedado en Italia, y quien está luchando duro para conseguir medios para llevarlos allí. Estuvimos en condiciones de enseñarles a ellos como orar, como bendecir los alimentos, y como agradecer a Dios por aquellas bendiciones comunes por las cuales siempre agradecemos a él...”
“Mientras el verano iba dando paso al otoño, el élder Pratt se enfermó y tuvo que quedarse en cama…él usó este tiempo para traducir muchos de los himnos que ahora aparecen en el himnario en Español Himnos de Sión.”
El hijo de Helamán, Ray Lucero Pratt ayudó a abrir la obra misional en Sudamérica junto al élder Ballard quien dedicó Sudamérica para la predicación del evangelio en 1925.
“En 1851 fue Parley P. Pratt quien primero fue a Sudamérica después de visitar las islas y mares del sur en un intento por introducir el evangelio en Sudamérica. Él arribo a Valparaíso, Chile, poco después de que una revolución explotara, pero las condiciones eran desfavorables para el establecimiento del evangelio, y en unos pocos meses él regresó a casa. No fue sino hasta 1925 que los élderes Melvin J. Ballard, Rulon S. Wells, Rey Lucero Pratt, fueron asignados a Sudamérica. Para abrir la tierra para la enseñanza del evangelio. En su oración dedicatoria el élder Ballard dijo algunas palabras que me gustaría que escucharan: “Y ahora, oh, Padre, por la autoridad de la bendición y asignación del presidente de la Iglesia, y por la autoridad del Santo Apostolado que tengo, doy vuelta la llave…” A T Tuttle en Conferencia de abril de 1962. pp. 120-21
En la Reunión fundacional de la Iglesia en Chile en el año 1956 se recordó la misión de Parley P. Pratt.
Un Elder Pratt, Descendiente directo de Parley P. Pratt llamado David H. Pratt inició la obra misional Valparaíso en 1959.
28 de junio de1959 se organiza la Rama de Valparaíso.
Elder Spencer W. Kimball
Elder Spencer W. Kimball quien era el cuórum de los Doce apóstoles también comenta sobre Parley P. Pratt en sus diarios cuando visita Quillota (7 de Junio 1964):
"En el pueblo de Quillota tienen una buena rama de la iglesia, algunos Músicos excelentes. No muy lejos del centro de este pueblo hay una colina muy empinada o cerro que sobresale sola. Fue en esta colina donde Parley P. Pratt dedicó la tierra de Sudamérica para la predicación del evangelio. Las laderas de la colina están cubiertas de casas muy pobres. Hay un camino estrecho y sinuoso en muy mal estado que sube a la cima de la colina y en la cima hay una estatua de la Virgen María dentro de una cerca. Una niña se ofreció a abrir la puerta para que pudiéramos entrar a adorar. Había muchos niños jugando alrededor y todos estaban reunidos para vernos tomar fotografías. Estaba muy nervioso porque las curvas son muy pronunciadas y los caminos muy empinados y estrechos... El río Aconcagua está al pie de esta colina".
El Sesquicentenario de una Esperanza
Conmemoración de los 150 años de la visita
del Élder Parley P. Pratt a Chile.
25 de enero de 2002.
J. Robert Driggs, descendiente de Élder Pratt y Rodolfo Acevedo, historiador y el traductor de esta Autobiografía al español en la tumba de Omner Pratt el día de la conmemoración del Sesquicentenario de la visita de Élder Parley P. Pratt a Valparaíso y Quillota. (1852 - 2002).
Con motivo de esta celebración el Élder J. Robert Driggs, secretario Ejecutivo del Área de Chile escribió el viernes 25 de enero, algunos especiales eventos conmemorativos que se realizaron en la ciudad de Quillota, la cual se ubica a unas dos horas de Santiago. Fue en la mañana del 25 de enero de 1852, que Élder Parley P. Pratt, su esposa Phoebe, y Élder Rufus Allen, llegaron a Quillota en una carreta tirada por bueyes. Los acontecimientos de este día marcaron el 150 aniversario de ese memorable momento.
A las 6:30 P.M. los jóvenes de la estaca y sus líderes comenzaron a subir por una colina, el Cerro Mayaca, que está en el centro de la ciudad. Élder Pratt mencionó en su autobiografía que él subía a esta colina cada día para orar y meditar. Otros participantes fueron en autos y camionetas...El grupo se reunió en el lugar donde Élder Pratt podría haber pasado una gran parte de su tiempo, de acuerdo con la escena que él ha descrito, un fértil valle con un río fluyendo por el verde campo. La vista se ve tan hermosa hoy día como la que un día el describiera.
Descendientes de Élder Parley P. Pratt en la cumbre del Cerro Mayaca de Quillota, en el valle que Élder Pratt llamó “tan fértil como el Edén”.
Élder J. Robert Driggs, secretario del Área-Chile, Hna Christensen, esposa del presidente de la Misión de Chile Santiago Norte con sus tres hijos, y el Élder Merrill de la Misión de Chile Viña del Mar. Foto Rodolfo Acevedo.
Un corto servicio devocional se realizó en la cumbre de la colina, dirigido por el presidente José A. Cortes de la Estaca de Quillota. El Obispo Máximo Méndez, que fue llamado para ser el primer presidente de estaca en esta zona en 1981, leyó el relato traducido de la estadía de Élder Pratt en Quillota tomado de su autobiografía (Ver La Autobiografía de Parley P. Pratt, Capítulo 49). El hermano Rodolfo Acevedo tocó el himno “Oh Está Todo Bien” en armónica, y el presidente Cortés ofreció una oración. Todos los que estuvieron presentes sintieron que éste fue un muy emocionante y espiritual momento.
Un especial servicio de conmemoración se realizó en el centro de estaca de Quillota a las 8:00 P.M. La congregación cantó un himno, y el coro de la estaca cantó tres más, todos escritos por Parley P. Pratt. Ellos fueron “Ya Rompe el Alba”, “Un Ángel del Señor”, “Oh Rey de Reyes Ven”, y “Tan Humilde al Nacer”. El hermano Rodolfo Acevedo presentó un especial relato acompañado de imágenes acerca de Parley P. Pratt, y de Chile y Quillota de aquellos días, y también acerca del trabajo que se ha venido realizando desde ese tiempo por parte de la obra misional. A la hermana Christensen, al Élder Merrill, y al Elder Driggs se les pidió que compartieran sus testimonios. Fue esta otra hermosa oportunidad para que los miembros e investigadores ganaran un mayor aprecio por el mensaje que el Élder Pratt trajo a Chile.
Deseo concluir señalando algunos hechos significativos, como por ejemplo la visita que el apóstol Jeffrey R. Holland hiciera a la Ciudad de Quillota a fines del año 2002, ofreciendo una oración en la cumbre del cerro Mayaca, en el mismo lugar donde el Élder Pratt solía retirarse para orar en el verano de 1852, es decir 150 años antes.
Presentación de la traducción del libro Autobiography of Parley P. Pratt a la Presidencia del Área de Chile de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, el miércoles 12 de noviembre de 2003. De izq. a der. Élder Francisco J. Viñas, Primer consejero en la Presidencia del Área; Thomas Edgar Lyon, presidente del Centro de Capacitación Misional de Chile, Rodolfo Acevedo, historiador; Carl B. Pratt, Segundo consejero en la Presidencia del Área de Chile y Jeffrey R. Holland, presidente del Área de Chile.
El año 2003 el puerto de Valparaíso fue declarado por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad” y uno de los hechos históricos que se tomó en consideración, entre muchos otros, cuando se postuló a la ciudad de Valparaíso ante la UNESCO, fue el episodio del arribo del primer misionero mormón a Valparaíso, Chile en el siglo XIX. Ese misionero había sido el Élder Parley Parker Pratt.
El otro hecho significativo de señalar es que, en el año 2005, se conmemoró los 200 años del nacimiento del profeta José Smith, y en cuya memoria el presidente Gordon B. Hinckley nos ha entregado las siguientes palabras:
“Con el tiempo he ido apreciando cada vez más un resumen que uno de los colaboradores del Profeta realizó sobre la obra de José Smith y una declaración de nuestra obligación de continuarla. Las palabras, de belleza poética, fueron redactadas por el Élder Parley P. Pratt, del quórum de los Doce Apóstoles, en 1845, apenas un año después de la muerte de José:
“Él ha organizado el Reino de Dios, y nosotros extenderemos sus dominios.
“Él ha restaurado la plenitud del Evangelio, y nosotros lo llevaremos a todas partes…
“Él ha encendido el alba de un día de gloria, y nosotros lo llevaremos a su máximo esplendor.
“Él era ‘apenas uno’ y ha pasado a ser mil, y nosotros somos pocos y pasaremos a ser una nación fuerte.
“En resumen, el cortó la piedra…y nosotros la haremos un gran monte que llenará toda la tierra”.
Estas palabras nos describen muy bien el origen de la motivación del Élder Pratt para llevar el evangelio restaurado primeramente a su familia y conocidos, luego en la primera misión a las naciones indias de Norteamérica, al frío Canadá, y a través del vasto territorio norteamericano desde Nueva York en la costa este hasta California en la costa oeste, también a la vieja Inglaterra, en el continente europeo y a Chile en las costas occidentales de Sudamérica. Sólo nos resta mirar hacia su figura con un profundo sentido de agradecimiento, por la gran obra que realizara como pionero, como estadista, como colonizador y especialmente como misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
A 160 años de su visita a Chile
(8 de noviembre 1851- 8 de noviembre 2011)
Recientemente y en la víspera de que se cumplan los 160 años de la visita del Élder Pratt a nuestro país, viajé a la ciudad de Valparaíso, junto al Élder Kent Richards, de la Presidencia del Área, su esposa Marsha y los hermanos Clint Christensen y Wayne Crosby del Departamento Histórico de la Iglesia en Salt Lake City.
Élder Richards y su esposa Marsha, sostienen en sus manos el libro que guarda los nombres del Élder Pratt y de su hijo Omner en el cementerio de Disidentes de Valparaíso.
Fue un viaje a la historia y al legado que él Élder Parley Pratt dejó para nuestra propia historia como Santos chilenos.
Wayne Crosby, Clint Christensen, Rodolfo Acevedo y Élder Kent Richards junto a la placa que recuerda la sepultación del hijo del Élder Pratt, Omner en el cementerio de Disidentes de Valparaíso en 1852.
Su visita a Chile en 1851 puso raíces profundas en la historia de la Iglesia en Chile, y también en las mentes de las autoridades de la época como el presidente Brigham Young a quien el Élder Pratt escribió extensamente sobre su experiencia en nuestro país:
“También he leído un pequeño trabajo, sobre Historia Natural de Chile, casi tres veces, en el cual hay muchos curiosos e importantes datos relacionados con las guerras de la brava y patriota nación de hombres libres llamados Araucanos. Éstos han mantenido su libertad e independencia inalterable por 300 años contra los poderes combinados de la vieja España y de todas sus colonias, sosteniendo una guerra defensiva, con muy poca tregua, por casi 200 años, sin armas de fuego u otros medios modernos de defensa. Parte de su historia espero traducir y publicar posteriormente.
También he leído en español el texto escolar de la geografía de Chile, y algunos otros trabajos, mientras que una constante lectura de sus diarios, además de los de Perú y de Buenos Aires, me han dado una visión general de sus gobiernos, leyes, políticas, religión, revoluciones, esperanzas y proyectos”.
Su visita a Chile, junto a su esposa Phoebe y al Élder Rufus C. Allen lo llevó a pensar en la traducción del Libro de Mormón al español como un hecho fundamental para el día futuro en que la llave del evangelio restaurado fuera girada en las tierras lamanitas de Norte y Sudamérica.
También nos legó un hermoso poema que título “Noviembre en Chile” y que describe nuestra primavera florida y los frutos de la tierra con los cuales hemos sido grandemente bendecidos:
Es la primavera del año, y todos los manantiales están colmados,
Toda la naturaleza está preñada de vida y de amor;
Un coro de voces asciende desde cada remanso,
Una miríada de pájaros cantores anima la arboleda.
A su nido en los Andes, el cóndor va a descansar,
Los vientos de Magallanes no prevalecen más,
Y el sol, con la brisa nortina que regresa, inspira
Nueva vida en el céfiro, y amor en el viento.
El bosque está vestido con su ropaje de fresco verdor -
Donde la paloma canta un himno, para atraer a su compañero.
La huerta está vestida como una reina de fiesta,
Y el capullo está floreciendo con plenitud de gozo.
El naranjo, el olivo, la higuera y la parra,
Están vestidos como en el Edén de inocente lozanía;
La tierra es un altar de incienso divino,
Exhala el dulce aroma del más rico perfume.
Hoy día la Biblioteca Nacional de Chile y la Biblioteca Santiago Severín de Valparaíso guardan la obra escrita del Élder Pratt, representada especialmente por su Autobiografía, donde dedica dos capítulos a su visita a Chile y Key To Theology, obra cuya escritura realizara en gran parte en Valparaíso.
El pensamiento reflejado en las siguientes palabras del Élder Pratt sin duda que para el Élder Richards cobran un significado especial al saber que fueron dirigidas a uno de sus ancestros el Élder F.D. Richards:
Por favor representen a las Islas y Costas del Pacífico en vuestra próxima Asamblea General, y a la Asamblea de Hispanoamérica en particular. Esta asamblea tiene los siguientes límites – por el oeste el océano Pacífico, por el sur el Cabo de Hornos, y al este el Atlántico y al norte los Estados Unidos de Norteamérica. Incluye un área de unas 6000 millas, de norte a sur, y 3000 de este a oeste; está compuesta del Imperio del Brasil, las repúblicas de Buenos Aires, Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Guatemala, México y muchos estados pequeños, tribus, etc. Probablemente conteniendo a unos cuarenta millones de habitantes, con una vasta mayoría que entiende el idioma español, cuando las llaves de la plenitud del evangelio se den vuelta en el idioma español, este es el vasto campo que se abrirá ante la asombrada visión; y lo mejor de todo esto, es que más de dos tercios de estos habitantes son descendientes de Lehi, y están incluidos en las promesas de Abraham, Isaac, Jacob, José, Nefi, etc, etc, etc. Esta vasta Asamblea no tiene sino solo una rama de la Iglesia, ubicada en Valparaíso, Chile, y que consiste en tres miembros, a saber, yo, mi esposa, y el hermano Allen: esto es más que toda la Asamblea de Irlanda cuando fuera representada por primera vez por el Élder Dan Jones en la Conferencia General de las Islas Británicas, la cual comprendía a él y a su esposa, tal como los registros del Millenial Star lo muestran.
Querido hermano, F. D. Richards (A quien supongo me estoy dirigiendo) – si entre las decenas de miles de Santos en las Islas Británicas, que se están regocijando en la verdad, hay algunos que todavía me recuerdan y los días de nuestro pequeño comienzo, por favor denles a ellos mis más cálidos respetos, recuerdos y afecto; y lo mismo a aquellos que aman la verdad, a quienes no he visto en la carne. ¡Oh! como me gustaría visitar Inglaterra y Escocia una vez más, y también Gales; pero el tiempo es precioso, la cosecha es grande, y los obreros son pocos. Nuestras visitas, nuestro tiempo libre, y la plenitud de nuestro gozo debe por lo tanto ser adscrito hasta el fin de la cosecha, hasta que la última gavilla se apile en el carro, y sea ordenada pulidamente en el granero, y el rastrojo junto con la paja y las cizañas sean quemados.
Que Dios les bendiga a todos, y también a los trabajadores en el continente, ahora y en el mundo sin fin. Amén.
Yo soy vuestro hermano y compañero trabajador en el reino y Paciencia en Jesucristo.
P. P. Pratt.
En el mes noviembre de 2011 se cumplieron 160 años de la visita del Élder Pratt a Chile y de que las anteriores palabras fueran escritas, las cuales quedan como un testimonio para Chile y el mundo del interés del Señor por estas tierras y por el día en que el evangelio iba a ser traído definitivamente, según las circunstancia se mostraran más favorables, hecho que acontecería para nuestro país en 1956 con la llegada de los élderes Verle Allred y Joseph Bentley para inaugurar la obra misional en estas tierras y para dar cumplimiento al sueño y a la esperanza del Élder Parley Parker Pratt. Bienvenido a Chile y a su historia Élder Pratt.
Una visión de Valparaíso 160 años después de la visita del Élder Pratt
Placa conmemorativa recuerda vivencia del primer misionero que llegó a Chile en 1851.
Elder Marcus B. Nash, presidente del Área Chile Elder Lawrence E. Corbridge y Elder Kent F. Richards sosteniendo el libro de Sepultación.
En marzo de 2012, gracias a las gestiones de líderes del Departamento de Historia de la Iglesia en Salt Lake City incluyendo al historiador chileno Rodolfo Acevedo (1951–2012), poco antes de su fallecimiento se instaló una segunda placa conmemorativa en el Cementerio de Disidentes. Esta nueva placa, de mayor tamaño, corrige y actualiza el texto de la original, la cual contenía un error de traducción: afirmaba que el élder Parley P. Pratt había dedicado Esta Tierra, cuando en realidad, según su autobiografía, solo subía al cerro a orar y meditar.
Palabras de la placa escritas por el Historiador del área Rodolfo Acevedo.
La nueva inscripción busca contextualizar con mayor precisión el legado misional de la familia Pratt y su significativo vínculo con Valparaíso. Su instalación fue el fruto de años de investigación histórica y de un trabajo colaborativo entre la Iglesia, las autoridades del cementerio y miembros de la comunidad local.
Según los registros e investigaciones del historiador Rodolfo Acevedo, en el año 1996 se le hace la pregunta por el consejero del Área Chile, si Realmente Parley P. Pratt dedico chile, por el Cual se da la respuesta:
Elder Jerald Lynn Taylor.
Primer consejero
Área de Chile.
Estimado élder Taylor.
En respuesta a su consulta sobre si hubiese sido dedicado Chile, mi respuesta es que en todos mis años en la Iglesia y en mis investigaciones sobre la historia de esta no he encontrado una cita clara al respecto.
Sólo he leído que el élder Pratt en 1852 mientras estaba en Quillota se retiraba a orar al Cerro Mayaca, pero en su autobiografía no menciona la palabra dedicación.
"On the top of this mountain is a place for retirement and prayer, which I intend to use every evening..."p.364.
"En la cima de esta montaña hay un lugar para el retiro y la oración, que tengo la intención de utilizar cada noche..." p. 364
Por otro lado, al salir de Chile en marzo de 1852 el escribe al presidente Brigham Young:
"On the second day of March we embarked on the ship bound for San Francisco, without a sufficiency of the language to turn the keys of the Gospel as yet to these nations..." p. 366.
"El dos de marzo embarcamos en el barco con destino a San Francisco, sin tener aún el suficiente dominio del idioma como para voltear las llaves del Evangelio a estas naciones..." p. 366.
Ahora con respecto a la posible oración dedicatoria del élder Henry D. Moyle, el extracto de sus palabras que tenemos se enmarca en el contexto de un discurso en medio de la reunión fundacional y no en el de una oración dedicatoria. De acuerdo con el hermano Gordon Irving del Departamento Histórico de la Iglesia las palabras de élder Morley son parte clara de "un discurso".
El mismo hermano Irving se refiere también a las palabras del élder A. Theodore Tuttle en Punta Arenas:
"Ahora bien, el 6 de mayo de 1976 el élder A. Theodore Tuttle dedicó a Punta Arenas y Tierra del Fuego, pero al leer la copia de su oración en los archivos de la Iglesia, es evidente que no pensaba dedicar el país en su totalidad".
Creo que este es un momento muy especial en la Iglesia en Chile como para pensar en dedicar nuestro país y quede un registro claro y seguro del acontecimiento.
con aprecio, su hermano.
Rodolfo Acevedo
Santiago, 19 de agosto de 1996.
Después de esta Carta, chile se Dedica de forma oficial el 23 agosto de 1996 por el apóstol Russel M. Ballard.
El 12 marzo de 2012, Elder Nash da una Oración dedicatoria en la Colocación de esta nueva Placa:
Nuestro querido y bondadoso Padre Celestial, nos inclinamos ante ti en esta hermosa mañana y te agradecemos por este mundo tan hermoso, te agradecemos por tu Hijo, por el gran Plan de Salvación y por la restauración; por el Elder Pratt por su servicio en tu nombre y por su gran ejemplo; te agradecemos por el hermano Pratt; el Elder Pratt y su esposa, también por Omner por el sacrificio de cada uno; por amor a ti y para con tu obra; te agradecemos por todos los apóstoles de la antigüedad (antes) y actuales, por las llaves que tiene la Primera Presidencia, y te pedimos que les bendigas para guiarnos sabiamente para que tu obra se pueda acelerar y llenar la tierra, te agradecemos humildemente por el sacrificio de Elder Pratt, su esposa, te agradecemos por el afán que tenía el Elder Pratt por tu obra, el gran deseo que el tenia de predicar y proclamar las buenas noticias del evangelio restaurado; y ahora te pedimos que bendigas este lugar para que sea protegido de los elementos de la maldad, para que tu espíritu more aquí, para que todos los que pasen a esta memoria que está aquí escrita, puedan sentir de tu espíritu, te pedimos que esta historia pequeña de Elder Pratt pero grande a la vez; pueda inspirarnos a cada uno de los chilenos y a todos los miembros de la Iglesia; con un deseo y la buena voluntad de sacrificarnos por tu causa; de entregarte a ti un corazón quebrantado un espíritu contrito y la buena voluntad de servirte todos los días de nuestras vidas; te amamos Padre, te agradecemos por el gran legado de fe que tenemos como miembros de la Iglesia; te pedimos que nos protejas que nos guíes a cada uno para que también podamos seguir adelante obedientes sacrificando lo necesario y así realizar la promesa de llegar a ser muy fructíferos en tu obra, como un árbol plantado al lado de aguas puras, que produce mucho fruto precioso; de esto pedimos y te expresamos nuestro amor y lo hacemos humildemente con mucha gratitud en el nombre de Jesucristo. Amén.
Una visita con propósito histórico: Homenaje a Omner Pratt en Valparaíso
El viernes 6 de junio de 2025, realize una visita significativa al Cementerio de Disidentes en Valparaíso, acompañados por los hermanos Juan Rodríguez Layana y José Luis Díaz Veliz. Este lugar sagrado guarda los restos del pequeño Omner Pratt, hijo del apóstol Parley P. Pratt, quien en 1851 inició la predicación del Evangelio restaurado en Sudamérica, marcando el comienzo de una historia profunda de fe en estas tierras.
Como investigadores y divulgadores de la historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile, compartimos un mismo propósito: rescatar, preservar y difundir las raíces de la obra misional y de la historia en sí de nuestro país. Cada uno desde su experiencia, Juan Rodríguez con su trayectoria como uno de los primeros Historiadores Regionales y su actual proyecto sobre pioneros; y yo Cristóbal E. Acevedo continuando el legado de mi padre Rodolfo Acevedo (1951-2012), historiador del Área Chile, con el Canal de YouTube “Algo Muy Bueno”, buscamos que cada miembro de la Iglesia conozca, valore y se inspire con el legado de Parley P. Pratt en Chile.
Esta visita no fue solo un homenaje, sino también un acto de gratitud y renovación de nuestro compromiso con la historia sagrada que nos antecede.
La visita de un testigo especial
élder Gary E. Stevenson y su esposa Lesa
El 12 de junio de 2025, en el marco del centenario de la Iglesia en Sudamérica, el élder Gary E. Stevenson y su esposa Lesa realizaron una visita privada al cementerio. Acompañados por líderes locales y el director del cementerio Juan José Caro, accedieron al libro de registros históricos donde aún figura la firma original de Parley P. Pratt en el acta de defunción de su hijo.
Al término de la visita, se invitó al élder Stevenson a dejar un mensaje escrito, que fue registrado en el libro del cementerio y reproducido para su conservación.
Mensaje dejado por el élder Gary E. Stevenson en el libro del Cementerio de los Disidentes:
“Ofrecemos nuestra más profunda gratitud por el cuidado, honor y respeto que el Cementerio de los Disidentes y la familia Caro han brindado durante muchos años y generaciones. Omner Pratt fue sepultado aquí en 1852 bajo la dirección de Parley P. Pratt, un apóstol del Señor Jesucristo. Su hijo pequeño tenía solo 38 días de vida. Nos sentimos humildes ante su gran sacrificio y profundamente agradecidos por la caritativa vigilancia y la generosa autorización para colocar una placa en memoria de la corta vida de Omner Pratt. Reciban nuestra más cálida expresión de gratitud."
Élder Gary E. Stevenson
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
12 de junio de 2025
Conclusión
Aun cuando se escriba que el Elder Pratt y su compañía no tuvieron éxito en establecer una rama de la Iglesia en nuestro país en los ya lejanos años de su visita a Chile en 1851-52 …no ha sido olvidada y ha estado presente en el recuerdo de grandes líderes y de grandes acontecimientos asociados al establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Sudamérica y en Chile.
El élder Alma Sonne en un discurso en la conferencia de abril de 1953 señaló lo siguiente: “Parley Pratt estaba en su camino a Chile, su misión era a todas las tierras que bordeaban el oceáno Pacífico” y con respecto a los otros miembros del Quórum de los Doce Apostoles de sus días “todos ellos estaban predicando el evangelio “a cada nación, tribu, lengua y pueblo.” ¿Que mejor evidencia podían ellos dar de su sinceridad e integridad? El mejor liderismo de la Iglesia era seguramente necesario aquí en el valle, donde los fundamentos de una gran mancomunidad estaban siendo puestas; ciudades, pueblos y villas estaban siendo levantadas y establecidas; iglesias, colegios estaban siendo levantados; y caminos y puentes estaban bajo construcción. Pero la suprema obligación que descansaba sobre la Iglesia por aquel entonces y ahora era la de predicar el evangelio y proclamar la misión divina del Profeta José Smith. En esta tremenda responsabilidad los líderes de la Iglesia habían sido diligentes y determinado.
[1]. A Comprehensive History of the Church. B.H. Roberts Vol IV Ed. Deseret News Press, Salt Lake City, Utah 1930. [1]
2. A Key to the Sciencie of Universal Theology. Parley P. Pratt. 1855. Liverpool, Inglaterra
[2] Ésta es una referencia a la obra de Stanley, Reva. The Archer of Paradise: A Biography of Parley P. Pratt. Caldwell, Idaho: Caxton Printers Ltd., 1937. Cita de la página 257. Durante los primeros años en el Territorio de Utah los miembros afectuosamente le dieron apelativos a las Autoridades Generales como sucedió con el presidente Brigham Young que fue llamado “El León del Señor”, y lo mismo sucedió con el miembro del Consejo de los Doce Apóstoles, Parley P. Pratt, quien fue llamado “El Arquero del Paraíso”.
[3] Antes de la existencia de cualquier cementerio en el puerto de Valparaíso, se enterraba a los muertos en la iglesia según las costumbres coloniales, y a las personas menos pudientes o pueblo en general, en hoyos en las quebradas desabitadas del puerto, y a los extranjeros que aumentaban en número, se enviaban al fondo del mar. ¿Qué hacer con los restos mortales? Una pregunta difícil de contestar, ya que no existían sitos de enterramientos protegidos, tampoco carros fúnebres, menos pompas fúnebres, sepultar a los difuntos era un asunto de la iglesia y de la familia, el estado se mantenía al margen, y los problemas de salubridad eran serios. La iglesia (católica) albergaba a sus fieles y a los más pudientes. Pero el resto de la comunidad porteña, los llamados pobres de solemnidad eran enterrados en lugares inimaginables, y que en la actualidad están densamente poblados., se enterraba en las iglesias a las personas pudientes, y a los pobres en solemnidad se les sepultaba en el campo, muchos fueron los lugares destinados a la sepultación de cadáveres; Cerro San Francisco, Concepción frente al hospital San Juan de Dios, en las Ramadilas, en la subida del Cerro Barón y el puerto, además de la quebrada de San Agustín. El profesor Leopoldo Sáez identifica otros sitios y nos cuenta que los lugares de sepultura en Valparaíso: “los muertos se enterraban en la parte alta de los cerros o en los templos (…) Al igual que las quebradas Márquez (ubicada actualmente cerca de la plaza Aduana), o sitios cerca del mar como Las Torpederas.
En Valparaíso, consta en las actas Municipales del 3 de diciembre de 1821, se presenta por primera vez el proyecto para la Fundación de un panteón, el lugar elegido para el cementerio fue una pequeña colina en las afueras de la ciudad, la singular ubicación de la necrópolis de Valparaíso sería privilegiada, este cementerio tiene una magnífica vista al Océano Pacífico, y a toda la bahía porteña, envueltos con brisas frescas, a esta colina se le llamó el “Cerro Panteón”. Ana María Ojeda Fernández, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”.
[4] No ser católico en tierra chilena era un gran problema ante la muerte, a principios del siglo XIX, no se tenía dónde enterrar a los muertos. Son numerosos los casos sepultados en alta mar o en las playas que luego, en un horroroso espectáculo aparecían en las orillas de las playas a vista y paciencia de todos, a pesar de tan repugnante espectáculo se les negaba una sepultura cristiana, porque en la mentalidad de la época y las normas eclesiásticas se entendía que, el cementerio parroquial era solo para los católicos y no se daba cabida a personas con otra religión. ( .. ) Hay un hecho en particular que precipitó la construcción de dicho cementerio (de Disidentes). Cuando los buques de SMB Phoebe y Cherub vencieron al navío de guerra norteamericano Essex en la bahía de Valparaíso, el 28 de marzo de 1814, las hostilidades entre Inglaterra y Estados Unidos de la guerra de 1812, se hicieron presente en Valparaíso. El historiador Eugenio Pereira nos dice que fue la fragata Essex, de 860 toneladas y 40 cañones, al mando del capitán David Porter (…) El 6 de octubre de 1812 la Essex recibió órdenes oficiales para un crucero en los mares lejanos a fin de interceptar las rutas oceánicas entre Europa y América y de destruir la flota ballenera que surcaba el Pacífico tras los preciados cetáceos, tristemente, importante fuente de ingresos en esa época. Porter sigue las órdenes y toma rumbo en dirección a Sudamérica, cruza el Cabo de Hornos y llega al puerto de Valparaíso el 13 de marzo de 1813. El mismo Porter señala: “Con gran estupor se me informó que habían roto los lazos de sujeción hacia España que sus puertos estaban abiertos al comercio de todas las naciones, que nuestro arribo era considerado como un acontecimiento grato por cuantos
Apéndice 1
miraban hacia Estados Unidos en busca de ejemplo y de protección. El Essex destruyó una flotilla ballenera de los ingleses, infringiéndoles pérdidas muy cuantiosas, Inglaterra dio la orden a cinco de sus embarcaciones para que dieran caza al crucero norteamericano. Es así como el 8 de febrero de 1814 arribaron a Valparaíso dos navíos británicos al mando del Capitán Hayllyar, el Phoebe, de 36 cañones, y el Cherub, de 18, las naves británicas por fin se vengarían de los norteamericanos del Essex. El encuentro fue en el mismo puerto de Valparaíso, siendo sus espectadores los aterrados vecinos del puerto que observaban asombrados. Ninguno de los adversarios respetó la naturalidad de nuestro país. Las consecuencias fueron funestas para los norteamericanos, 50 estadounidenses fallecidos en combate y no tendrían un lugar digno para ser enterrados por ser protestantes. Eventualmente, un grupo de ocho hombres y un oficial fueron sepultados en un banco de arena en el Fuerte Blanco del Cerro Cordillera, el resto de las víctimas fueron lanzados al mar.
El director Supremo Don Bernardo O’Higgins, en conocimiento de las situaciones tan penosas que debían pasar los protestantes, accedió a la petición de permitir la compra de un terreno para los residentes no católicos del país el 14 de diciembre de 1819. La autorización de un cementerio de disidentes abarcaba la ciudad de Valparaíso, y Santiago, pero por causas que desconocemos, no se construyó ninguno en la capital, y los cadáveres de protestantes santiaguinos fueron traídos al único cementerio no católico del país por más de 30 años”. Ana María Ojeda Fernández, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”. pp. 27-29.
1. Parley y Phoebe abordaron el barco en Valparaíso, Chile, el 2 de marzo de 1852, salieron del puerto el 5 de marzo, y llegaron a San Francisco el 21 de mayo de 1852, después de viajar por más de 6,500 millas.
2. En una carta a su esposa Hannahette escrita desde San Francisco, Parley expresó su amor y sentimientos: “Querida Hannahette, yo estoy bien y ocupado escribiendo mi historia. ¿Cómo estás tú y los niños? Deseo mucho verlos. Recuerdo tu bondad hacia mí y siento amor y deseo de bendecidles. Sé fiel y diligente, y cuida de los niños, y ensáñales a leer, a escribir y a trabajar; y te bendeciré. Tú serás bendecida y salva en el reino de Dios. Sólo sé diligente y fiel, y ora mucho, y conserva un buen espíritu. Ora por mí y escríbeme. Dile a Alma [entonces de casi siete años] que sea diligente y fiel, y ayude en todo lo que pueda, y en lo que pueda hacer. Da a Lucy [entonces de cuatro años] y a Ette [diminutivo de Parley para su hija Henriette, de ocho meses de edad] un beso por mí y diles que me recuerden. Los días están volando, los meses están pasando y los años sucediéndose, y estaré con ustedes otra vez para bendecirlos y consolarlos. Adiós. Qué el Señor les bendiga a todos. Amén” (26 de junio de 1852, Collección de Mary Jean Freebairn).
Apostle's 1851 visit to Chile
October 27, 2001
By Rodolfo Acevedo
Church News contributor
VALPARAISO, CHILE — November 8 will mark the 150th anniversary of the arrival of Elder Parley P. Pratt of the Quorum of the Twelve in Chile in 1851.
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Elder Pratt's visit occurred long ago — yet it remains an important chapter in the history of the Church in Chile and South America.
In 1851, Elder Pratt was serving as president of the Pacific Mission, which was organized to establish the preaching of the gospel along the Pacific coast, the Pacific Islands and South America. Elder Pratt arrived at the mission headquarters in San Francisco, Calif., in March of 1851.
In a letter to President Brigham Young, Elder Pratt expressed his desire to travel to South America, adding that he was studying Spanish. Elder Pratt had worked with Lamanite populations in North America and was intrigued by the Lamanites of South America.
Elder Pratt, his wife Phebe and a full-time missionary, Elder Rufus C. Allen, left California en route to Valparaiso, Chile, aboard the ship Henry Kelsy. The conditions on the ship were spartan. Only limited provisions were included for Elder Pratt and his fellow travelers. During the voyage, Elder Pratt wrote in his journal that "the bread we ate during the trip was filled with worms, the pork spoiled."
The Henry Kelsy almost capsized near the coast of Peru, Elder Pratt added.
Finally, on Nov. 8, 1851, Elder Pratt and the others arrived in Valparaiso. The next day he wrote about his first few hours on a new continent.
"We landed yesterday at noon, and took lodgings and board at a French hotel, where we had a great variety of good eating. . .We find the country in the midst of revolution and civil war."
The internal crisis in Chile would prove to be an obstacle to that early missionary effort.
The Pratts and Elder Allen soon left the hotel, rented a home and purchased furniture. They dedicated almost all of their time to studying Spanish.
On Nov. 30, 1851, Phebe gave birth to a beautiful son named Omner. The happiness of his birth soon turned to sadness. Baby Omner passed away after a mere 38 days of life. On Jan. 7, 1852, he was buried in a common grave. Civil records show the child died of weakness.
Despite the setback, the Pratts continued studying Spanish and searching for opportunities to spread the gospel. The civil war ended a short time later and the trio of missionaries moved from Valparaiso to the town of Quillota in the Chilean interior. They lived in a home owned by a widow and her two teenage daughters.
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"[The family is ] socialable and much pleased with us," Elder Pratt wrote. "They can read Spanish and take every possible pains to teach us the language. . .I read to them in the Spanish Testament, which pleases them much as they have never read it."
At the end of the Chilean summer in 1852, Elder Pratt decided to return to the United States — his mind hopeful that missionaries would return to Chile when conditions improved and the land ripened for the gospel. The Americans boarded the San Francisco-bound Dracutt on March 2. When they pulled away from the Chilean coast, the Pratts looked back at the land where they had buried a son and planted a spiritual seed for the future of the Church in Chile.
Elder Pratt wrote he had little choice but to return to the United States because he and his travel mates struggled with the language, exhausted their financial resources and could not find work to earn money.
Their trip home stretched across 79 miserable days.
Today, many Chilean Church members are grateful for the sacrifices of these pioneer missionaries. The Church has become a spiritual force in Chile — there are 118 stakes, eight missions, a temple and almost a half-million members. Elder Pratt’s visit is regarded by members here as a prologue of the history of the Church in this land.
[6] “La calle Dinamarca bordea a los tres cementerios existentes en el pequeño Cerro Panteón”. El Cementerio N° 1 como el de Disidentes, frente uno al otro, comparten la famosa calle Dinamarca, o calle del Cementerio (...) Esta calle nace a un costado del Cementerio N° 2, y se interna rodeando esa necrópolis y la de Disidentes, para pasar entre ésta y el Cementerio N° 1 y continuar hasta el otro costado del Cementerio N° 2. Su calzada es de adoquines del antiguo Valparaíso con dos huellas en el centro para el paso de los vehículos, actualmente se encuentra en muy mal estado…” Ana María Ojeda Fernández, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”. p. 17.
[7] Ana María Ojeda Fernández, “El Cerro Panteón y sus cementerios N° 1, N° 2 y Disidentes”. p. 17.
Bibliografía:
Mormonism Unveiled, 1838.
Late Persecution of the Church of Jesus Christ of Latter-Day Saints. 1839.
The Millennium y Otros Poemas, 1840.
A Kay to The Science Of Theology. Liverpool, 1855.
La Mond Tullis p. 10-11.|
. History. Period I. Vol 10. p. 413.
History Of The Church. Vol IV. Period I Joseph Smith. The Deseret Book Company. SLC, Utah 1976.p.6.
Key to the Science of Theology. By Parley P. Pratt. Tercera Edición. Salt Lake City.
Deseret News Steam Printing Establishment. 1874. En Biblioteca Nacional de Chile
Enciclopedia of Mormonism, Vol 2,
El Mercurio, 7 de noviembre 2001 p. A8.
http://www.estacionmapocho.cl/
Al cumplirse ciento cincuenta años de esta visita dedico al élder Parley Parker Pratt, a su esposa Phoebe Sopher y al élder Rufus Chester Allen este pequeño recuerdo contenido en estas páginas, con un corazón agradecido y sincero por el hermoso prólogo que ellos pusieron en la historia de la Iglesia en Sudamérica y particularmente en la historia de la Iglesia en Chile, nuestra historia que hoy 8 de noviembre del 2001 recuerda su visita ya sesquicentenaria.
BIOGRAFÏAS.
Allen, Rufus Chester. Hijo de Gideon Allen y Rachel Hand, nació el 22 de marzo de1814 en Litchfield, Litchfield, Connecticut. Fue bautizado en la Iglesia en julio de 1835 e investido el 30 de enero de 1846 en el Templo de Nauvoo.
Pratt, Phoebe Sopher. Nació el 8 de julio de 1823 en Hempstead Harbor, Queens, New York. Se casó con Parley P. Pratt el 15 de octubre de1845 en Nauvoo, Hancock, Illinois, y fueron sellados el 26 de febrero de 1851 en Lago Salado, solo seis meses antes de su partida para Sudamérica.
Trumbull, David. Fundador y ministro de la Union Church en Valparaíso. Nació el 1°de noviembre de 1819 en Elizabeth Town, New Jersey y falleció en el mes de diciembre de 1889 a la edad de 70 años en Valparaíso.
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