martes, 6 de mayo de 2025

Un encuentro con la Historia.

 

Un encuentro con la historia

Reunión especial con misioneros históricos en Manuel de Salas 401  





Por Rodolfo Acevedo
8 de octubre de 2011

El siguiente artículo es una transcripción de la presentación histórica a ex misioneros de la Misión Chilena.


Queridos hermanos, para un historiador hablarle a la historia es difícil, porque ustedes son la historia, aquellos que han vivido esa historia; por lo tanto, queridos hermanos, perdónenme. Sin embargo, quiero expresarles a ustedes todo mi aprecio; yo creo que conozco a muchos de ustedes sin haberles visto antes, a través de los registros históricos que tenemos acá en Chile y a través de las fotografías de los misioneros. Quiero rendir tributo a los dos misioneros que me enseñaron las charlas misionales y me bautizaron, el Élder Robert Schallock y el Élder Steve Cherry, ambos de California y tan solo anoche Élder Schallock me escribió expresando la pena y el dolor de no poder estar aquí en Chile.


Élder Steve Cherry y Élder Robert Schallock

Al mencionar a uno u otro misionero,  el agradecimiento es el mismo, por todo lo que ustedes hicieron. Aquí frente a mi está Élder Jesperson, quien fue mi compañero en la misión; él vino con su familia, ¿no es un acto de amor el hecho de que él haya venido a Chile en este momento? Elder  Haynie, Élder Vilugrón, fueron mis líderes en la Misión y aquí están, y así podría mencionar a todos.


Los hermanos Haynie y Warren



                                        

Familia Jesperson y familia Fife


Rodolfo Acevedo y familia Peters (Ruth y Lincoln)

Tengo una pequeña presentación acerca de la historia de la Iglesia en Chile. Quiero decirles a ustedes que cuando conocí la Iglesia jamás antes había escuchado el nombre del Profeta José Smith; yo tenía 17 años, pero hasta ese momento en ningún libro lo había leído. Tampoco había escuchado nada acerca de los mormones; sin embargo, cuando los misioneros nos enseñaron las charlas, en dos meses estábamos bautizados. ¿Qué produjo eso?, ustedes lo saben, saben cómo el Señor quiere que enseñemos cuando somos misioneros y siempre. Sin duda que el espíritu del Señor había estado presente en esas charlas.



José Smith

Como les dije, del profeta José Smith yo no había visto imágenes, no había escuchado nada; sin embargo, ahora y en la corta estadía de él en la tierra, al meditar todo lo que él nos dejó, el legado del Profeta José Smith, es algo realmente impresionante.


La Primera Visión

Por supuesto, si no había escuchado nada del profeta, ni de su Primera Visión, uno tenía que ganar un testimonio de él. Mi familia era católica y nosotros nos habíamos criado en ese ambiente, sin embargo cuando los misioneros nos enseñaron, aceptamos esa verdad.

Después aprendimos del martirio del profeta José Smith, y que sus perseguidores, que acabaron con su vida, pensaron que con su muerte se acababa el mormonismo; pero sabemos que no fue así, como dijo una vez el Presidente Gordon B. Hinckley, ''hoy día muy pocos se acuerdan del Gobernador Ford, pero muchos y millones se acuerdan del Profeta José Smith''.



Martirio de José Smith (1844)

Para buscar información sobre la Iglesia en Chile, sobre los mormones, y sobre la época de los pioneros, investigué en la Biblioteca Nacional de Chile, y realmente fue como buscar una aguja en un pajar, es decir, bueno, ¿por dónde empiezo?. El Mercurio de Valparaíso ya se publicaba en los primeros años de la restauración y empecé a revisar los diarios hoja por hoja y la noticia  más antigua que encontré fue esta: “Otras veces los miembros de una nueva secta religiosa conocida con el nombre de “Marmons...”; yo supuse mormones, por eso añado la siguiente imagen.

Noticias de los mormones publicadas en Chile.



El Mercurio de Valparaíso, 8 de julio de 1840.

Esa noticia es correcta queridos hermanos, exacta, expresa muy bien lo que pasaba con los pioneros en esos años y eso fue publicado en El Mercurio de Valparaíso en 1840.




Las Montañas Rocosas.

Sabemos que el presidente Brigham Young, sucesor del profeta José Smith, llevó a los Santos a las Montañas Rocosas. El profeta José Smith había dicho que el pueblo de Sión, los Santos, irían finalmente a establecerse en esas montañas; entonces lo que hizo el presidente Young no fue más que seguir esa instrucción, o ese conocimiento que había recibido del profeta José.

En 1842 el profeta José Smith había declarado que sus seguidores continuarían siendo perseguidos pero que muchos “construirían ciudades y vio a los Santos llegar a ser un pueblo poderoso en medio de las Montañas Rocosas”.



El éxodo desde Nauvoo.

En el mismo momento que los Santos salen de Nauvoo, hay otro grupo que sale desde Nueva York, y ustedes conocen la historia del Brooklyn, ¿no es cierto?, los hermanos que viajaron por el Océano Atlántico hacia el extremo sur de Sudamérica con destino de California, para desde allí viajar a las Montañas y unirse al grupo principal de la Iglesia.


El Brooklyn

El siguiente párrafo es otra noticia de los Estados Unidos, también publicado en El Mercurio de Valparaíso del día 6 de febrero de 1846, que es la época en que los pioneros ya han salido de Nauvoo y han salido de Nueva York:

“Los papeles de los Estados Unidos estaban llenos de noticias de asonadas i encuentros sangrientos entre el pueblo armado i los mormons, secta religiosa cuyas doctrinas han excitado un odio a muerte en el resto del pueblo. Esta guerra extraña i fanática era llevada a sangre y fuego, cientos de casas habían sido incendiadas, i en los diferentes encuentros entre el pueblo que atacaba i los mormones que se defendían han muerto i salido heridos muchos de combatientes de ambos bandos”.

También es una noticia que expresa con mucha claridad lo que aconteció.

Entonces, el Brooklyn hizo una ruta que salió de Nueva York. Los pioneros llegaron casi a la esquina de África y bajaron luego al sur, pasaron por el Cabo de Hornos, que era una zona muy temida en esos años por los navegantes; era la zona por donde pasaban por ejemplo los barcos balleneros, y había un temor constante de naufragio en esa zona. Sin embargo, en los relatos que hay de los pioneros, se dice que cuando pasaron por el Cabo de Hornos realmente lo hicieron por un mar tranquilo, no tuvieron mayores dificultades.


La ruta del Brooklyn

Entonces ahí está la ruta del Brooklyn, pespunteada por el Océano Atlántico, pasando el Cabo de Hornos. La decisión del capitán era llegar a Valparaíso para reabastecerse de alimentos y para reparar el barco, pero una tormenta impidió que el Brooklyn llegara a Valparaíso; por lo tanto, el capitán como conocía la zona, enfiló rumbo hacia la isla de Juan Fernández.

En la isla de Juan Fernández el Brooklyn pudo repararse, se reabastecieron de agua y alimentos frescos. También dejaron sepultada a la hermana Laura Goodwin, quien viajaba embarazada. La hermana Goodwin, en medio de una tormenta cayó y al poco tiempo falleció. Antes de morir ella pidió que si moría no la arrojaran al mar, ya que esa era la costumbre, que cuando las personas fallecían en alta mar, eran arrojados al mar. El cuerpo de ella lo mantuvieron hasta llegar a la isla de Juan Fernández, donde quedó sepultada y su cuerpo alí reposa. Una cosa interesante que yo le comentaba al hermano Gary Davis, es que los pioneros estuvieron primero en Chile antes de llegar a Utah, (risas); y más encima dejaron sepultada a una de ellos allí; entonces hay sangre pionera en Chile desde antes que llegaran a Utah. Eso es parte de la historia de la Iglesia en Chile ya, esa parte de los pioneros del Brooklyn.

Una historia de amistad

También se dice que la historia de los mormones y los chilenos es una historia de amistad. ¿Por qué? En Juan Fernández los chilenos ayudaron a los hermanos del Brooklyn. Tres años después, cuando se produce la fiebre del oro en California, viajaron desde Chile miles en busqueda del oro. Los chilenos eran tan numerosos que fundaron una pequeña ciudad en California y la llamaron ''Chilecito''. Una noche Chilecito fue atacado por unos Galgos o bandidos, y adivinen quienes salieron en defensa de los chilenos: los mormones. Al frente de ellos estaba Samuel Brannan y la historia de Chile dice que Samuel Brannan subió al techo de su casa y arengó a la gente para que fueran en defensa de los chilenos. Dice que ese grupo logró capturar a los bandidos y los pusieron en una cárcel flotante, un barco que estaba en la bahía de San Francisco. Se dan cuenta entonces que hubo una vuelta de mano, los chilenos ayudando por un lado en Juan Fernández y por el otro lado los pioneros ayudando en California. Una historia de amistad.


Es por aquellos días, cuando hay muchos chilenos en California, que el Élder Parley P. Pratt es llamado a presidir la Misión del Pacífico; sin duda que él conoció chilenos allí en San Francisco y sintió el deseo de viajar a Sudamérica y viajar a Chile, y así lo hizo.





Élder Parley P. Pratt

Élder Pratt llegó a Valparaíso después de dos meses de navegación; venía con su esposa Phoebe y con otro misionero llamado Rufus Chester Allen. Ellos llegaron a Valparaíso en el mes de noviembre de 1851, estuvieron tres meses en Valparaíso, y un mes en Quillota. Había una guerra civil en Chile, por lo tanto era difícil la situación en ese momento. Se les acabó el dinero, porque no andaban con mucho dinero efectivo en esos años, por lo tanto se vieron en la necesidad de regresar y dejar para un tiempo posterior, el día en que el evangelio fuera traído a estas tierras de Sudamérica.


Valparaíso

Otro factor que influyó es que en esos momentos no había libertad de culto en Chile, es decir, la iglesia oficial del Estado de Chile era la iglesia Católica y las demás religiones no podían tener reuniones públicas. Ese también fue un factor que fue en contra de ellos. Entonces decidieron que ese no era el tiempo y se regresaron a California. Estuvieron solamente cuatro meses en Chile.


Quillota

En la visita a Quillota, Élder Pratt dice que iba a un cerro que hay allí, el Cerro Mayaca, donde él se retiraba a orar por las tardes; él describió el paisaje “tan fértil como el Edén”. La ciudad de Quillota desde los tiempos indígenas es reconocida como una “ciudad refrescante”, una ciudad de descanso y eso fue también lo que vio el Élder Pratt. De hecho, el nombre de Chile  significa “lo mejor de una cosa”, y originalmente se llamaba Chili a esta zona del valle del Aconcagua. Posteriormente los españoles le pusieron Chile a todo el territorio; pero originalmente Chile era esta misma zona. Entonces podemos decir que el Élder Pratt visitó Chili, el Chile original.


El regreso a California

Ellos regresan a California en marzo de 1852. Mientras estaban en Valparaíso falleció un hijo que nace a la esposa del Élder Pratt, la hermana Phoebe Pratt. Nació un varón al que le pusieron Ommer, ella había viajado embaraza a Chile. El niño alcanzó a vivir un mes y ocho días y falleció; y según el parte del cementerio la causa fue debilidad. Élder Pratt menciona que cuando viajaban hacia Chile la alimentación era pésima, el pan duro, agusanado; imagínense, la hermana embarazada, dos meses navegando, llegan a Chile, ella da a luz y el bebé muere rápidamente. Entonces nuevamente, esta vez un niño hijo de pioneros quedaba sepultado ahora en Valparaíso. Ya hay conexiones entre lo que es la iglesia pionera de esos años y nuestro país.

Desde esa fecha en que el Élder Pratt vino a Chile pasarían más de setenta años antes de que misioneros regresaran a Sudamérica; y eso ocurriría con misioneros que fueron enviados a Buenos Aires, Argentina en 1925. Entre esos misioneros estaba el apóstol Melvin J. Ballard, quien al terminar su misión en Sudamérica declaró:




“La obra del Señor se llevará a cabo aquí en forma lenta por cierto tiempo, tal como un roble crece lentamente desde una bellota. No florecerá en un día como el girasol, que se desarrolla rápidamente y luego muere, pues miles se unirán a la Iglesia. Esta tierra será dividida en más de una misión y llegará a ser una de las más fuertes del reino. La obra es ahora muy pequeña aquí, pero vendrá el día en que los Lamanitas de esta tierra tendrán su oportunidad. La Misión Sudamericana será una potencia en la Iglesia”.

Al principio la obra en Argentina creció lentamente, pero fue tan sólida que finalmente desde Argentina comenzaron a ser enviados misioneros a los países vecinos y entre esos países estuvo nuestro querido país de Chile.


Élder Robert Wells y Élder Leonard Hartley

Antes de que la Iglesia se estableciera oficialmente en Chile, misioneros de la Misión Argentina atravesaban la cordillera a caballo; entre ellos, por ejemplo, el Élder Robert E. Wells que posteriormente sirvió en Chile como Presidente del Templo, y también el Presidente Leonard Hartley que fue presidente de la Misión de Chile Santiago Sur. El presidente Hartley menciona en su libro “As I Recall” su visita a nuestro país un 18 de septiembre y vio como celebraban los chilenos su aniversario patrio.

En 1954, el presidente David O. McKay visita nuestro país. Él había recibido noticias de una familia norteamericana, a saber, la familia Fotheringham, en especial del hermano Fotheringham, que trabajaba en Chile como gerente de la empresa Kodak. El hermano Fotheringham le escribió a la Primera Presidencia diciéndoles que Chile estaba preparado para recibir misioneros; entonces como consecuencia de esa correspondencia, el Presidente David O. McKay viajó a Chile.


David O. Mckay

Finalmente en el año 1956, en el mes de junio se enviaron a los dos primeros misioneros a nuestro país para establecer la iglesia, ellos fueron los élderes Verle Allred y Joseph Bentley.




Élderes Verle Allred y Joseph Bentley

Vino a Chile para organizar la primera rama de la iglesia, el apóstol Henry D. Moyle en julio del año 1956 y él mismo dedicó la tierra de Chile para la predicación del evangelio.


Élder Henry D. Moyle en Santiago de Chile

Los primeros bautismos fueron el 25 de noviembre de 1956 y ahí está el primer grupo de hermanos bautizados entre los cuales hay algunos niños norteamericanos, entre ellos un hijo del hermano Fotheringham, quien se encuentra a la derecha de la siguiente foto vestido de traje oscuro.


El primer grupo de Santos bautizado en Chile.
Fila de adultos, de izquierda a derecha, Isidro Saldaño, 
Ricardo Garcia, Graciela Saldaño, Sally Lanzarotti, 
Verle Allred, Joseph Bentley y William Fotheringham.
Fila de niños, de izquierda a derecha, Craig Fotheringham, 
Mario Orostegui, Jo Ann Robinson, Patricio Orostegui y Silvia Ortiz. 



Hermano Ricardo García es bautizado por Élder Allred

¿Por qué tenemos fotos tan buenas de ese bautismo? ¿Por qué creen ustedes? ¿Será porque el hermano Fotheringham era el gerente de la Kodak? (risas).

Por tres años Chile fue parte de la Misión Argentina. En el año de 1959 el Élder Harold B. Lee vino a Sudamérica para crear la Misión Andina con el Élder J. Vernon Sharp como su presidente y esa misión andina abarcaba los países de Perú y Chile.


Presidente y hermana Sharp

Por dos años (1959-1961) Chile fue parte de la Misión andina y luego vino la creación de la Misión Chilena.




Presidente A. Delbert Palmer 

de la Misión Chilena.

Aquí, vuelvo a lo que dije al principio, ''es difícil hablarle a la historia''; sé que en este salón hay hermanos que estaban en Chile al momento en que se creó la Misión Chilena, me gustaría que se pusieran de pie. (Cuando así lo hicieron espontáneamente surgieron aplausos para ellos, nuestros queridos hermanos Cardon y hermano Waldron, ellos eran jóvenes misioneros en la recién creada Misión Chilena).


Élder Cardon, Hermana Neville, Élder Waldron

Hace unos meses atrás conversé con la hermana Cardon en una entrevista y le pregunté: hermana Cardon, ¿conoció usted a la hermana Noel Neville? y ella respondió: “yo soy”. Yo la había conocido a través de la historia como la hermana Neville, su nombre de soltera, y ahora es la hermana Cardon, esposa del Elder Cardon. Hay escritos de la Misión Chilena, donde aparece el nombre de ella como historiadora, como parte del staff de la misión y también como editora de la revista ''El Toqui'', que era la revista de la Misión Chilena. Entonces queridos hermanos, que privilegio tenerles aquí, de verles y que estén disfrutando este momento que son los 50 años de la Misión Chilena. Es decir, un día como hoy 8 de octubre de 1961, hace 50 años ustedes estaban sirviendo en Chile y ahora están acá con nosotros sirviendo en el Templo de Santiago, qué bendición y qué privilegio. A su vez Élder Waldron y su querida esposa sirven como misioneros en la Misión de Chile Santiago Norte.

Es probable que el siguiente texto lo haya escrito el hermano Cardon, ya que él guardaba los registros de la historia, y aparece en el staff original de la misión como el historiador y es probable que tal vez usted hermano Cardon haya escrito lo siguiente:

“Aun cuando solo han pasado 5 años desde que los primeros misioneros llegaron al país, ahora hay 65 en Chile dirigiendo las actividades de los 1200 miembros de la Iglesia con la ayuda de 122 poseedores del sacerdocio locales. Hay ahora doce ramas, divididas en tres distritos. La Iglesia es propietaria de escogidos sitios en Valparaíso, Viña del Mar y Ñuñoa, más siete casas de reuniones y un edificio de tres pisos. En cuatro de estos edificios de propiedad de la Iglesia las ramas son dirigidas por presidentes de Rama locales”. Del Historiador. 

Esa era la situación de la Misión Chilena al momento de su creación.

Queridos hermanos aquí ya saltamos muchos años después y nosotros sabemos que las autoridades siempre han dicho que esta es una tierra escogida y entre ellos el Élder Bruce R. McConkie el año 1977 dijo:



“Me gustaría hablaros de la visión que tengo para el pueblo chileno. Puedo prever el día en que la séptima estaca en este país, sea setenta veces siete. Puedo prever el día en la que Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sea la mayor influencia de esta nación. Esta es una tierra bendita, y el día habrá de llegar cuando haya un templo en Santiago.”

Hoy día tenemos un templo en Santiago y otro anunciado para Concepción.


Finalmente el Élder Jeffrey R. Holland que vivió por dos años en Chile, habló en su último discurso de que Chile también llegaría a ser un faro para el resto de las naciones:



“…lograr que Chile llegue a ser un faro para Latinoamérica, un faro para toda la Iglesia y para todo el mundo. Ha sido testificado a mi corazón que eso puede llegar a ser.  Esta puede ser la luz brillante de toda nuestra obra en Latinoamérica, tenemos todas las herramientas y medios para hacer eso”. Yo confío que la Iglesia en Chile puede ser un faro brillante alumbrando para todo el mundo”.


Queridos hermanos, yo quiero expresar mi testimonio: Nosotros tenemos un profeta viviente hoy día como lo fue en el principio el profeta José Smith. La Iglesia sigue extendiéndose por todo el mundo y nosotros en Chile somos parte de ese gran mundo; entonces, yo sé que esta es la Iglesia de Jesucristo. Como les dije al principio, nada sabía de los mormones, nada sabía de José Smith, pero desde ese primer momento han pasado ya más de 40 años y ahora sí sé un poco más. Siento en mi corazón y mi testimonio es de que esto es verdad y que el Presidente Thomas S. Monson es quien dirige la Iglesia hoy día al igual como lo hizo el profeta José Smith en la restauración. Esto es, cuántas cosas más quisiera compartir con ustedes queridos hermanos, pero ahora solo agradecer vuestra presencia, gracias por estar aquí, que el Señor les bendiga y yo lo ruego en el nombre de Jesucristo, Amén.





El Martirio del Élder Parley P. Pratt.

 

Apéndice

El Martirio del

Élder Parley P. Pratt.

13 de mayo de 1857

 

 

 

  “Una liviana lluvia comenzó a caer, haciendo fácil para McLean y sus hombres seguir las huellas de Parley, quien viajó por unas veinte millas fuera del pueblo antes de que lo alcanzaran. McLean, quien estaba en su usual estado de embriaguez, y seis de sus secuases sedientos de sangre, cabalgaron hasta donde estaba Parley y lo rodearon. Dos hombres se pusieron frente a él, obstaculizando su camino, mientras que McLean vino desde atrás y disparó seis tiros a una distancia muy corta. Las balas perforaron el pesado abrigo de Parley, pero ninguna lo hirió.

  “Entonces uno de los rufianes se adelantó, sacudió al caballo de Parley para que se encabritara asustado, dándole a McLen la oportunidad para acercarse lo suficiente como para clavar dos veces en el costado de Parley su cuchillo”.  Parley cayó al suelo, pareciéndole que sus asaltantes huirían. Sin embargo, McLean regresó dentro de diez minutos, desmontó, y, tomando una pistola derringer de uno de sus compañeros, disparó a Parley en el cuello, mientras yacía en el suelo. Entonces los asesinos cabalgaron salvajemente al pueblo para celebrar”.  Eleanor McLean.

 

 

 

 

 

 

 

            El Élder Wilford Woodruff registró en su diario el día 23 de junio de 1857 lo siguiente: “el correo del este llegó trayendo la triste noticia del asesinato de Élder Parley P. Pratt, quien fue asesinado cerca de Ft. Smith en Arkansas, por un hombre llamado McLean".

            Por su parte el Presidente Joseph Fielding Smith escribió: “en el otoño de 1856, Élder Pratt había dejado la ciudad de Lago Salado con un grupo de misioneros, con quienes cruzó las planicies. Ese invierno el trabajó en St. Louis, Philadelphia, New York y otras ciudades del este. En la primavera de 1857, él estaba en Arkansas y mientras estaba allí intentó ayudar a la Sra. de Hector H. McLean, (Eleonor J. McComb) quien era miembro de la Iglesia, a conseguir la tuición de sus hijos, habiéndose ella separado de su esposo por causa de sus borracheras y su crueldad. McLean acusó a  Élder Pratt de indisponer los afectos de su esposa e intentó llevarse por la fuerza a los niños. Un juicio fue seguido, y Élder Pratt fue liberado del cargo. Poco después, mientras viajaba por el Condado de Van Buren donde la corte se había reunido, intentando unirse a una compañía de emigrantes que viajaba para Utah, él fue seguido por McLean quien le hundió un cuchillo en su costado. Después de que Élder Pratt hubo caído de su caballo,  McLean disparó sobre él con su pistola…De esta forma murió uno de los grandes expositores de la fe de los Santos de los Últimos Días, un poeta y escritor, cuyas obras le sobrevivirán y harán mucho por traer a multitudes al conocimeinto del Evangelio. Aún cuando la voz de su autor ha sido silenciada, su obra todavía hablará con convincente poder”.

El asesinato a sangre fría del Élder Parley P. Pratt ocurrió cerca de Van Buren, Arkansas, el 13 de mayo de 1857, hecho del cual él Élder John Taylor publicó en Nueva York, el siguiente extracto en The Mormon el día 30 de mayo de 1857.

 

 

EL ASESINATO DEL PRESIDENTE P.P.PRATT

 

“Nuestros lectores están indudablemente estremecidos con la anterior noticia, nuestro corazón está profundamente apenado, pero no tenemos razón para dudar de la triste noticia que nos ha llegado, aún cuando, todavía sea, sólo por vía de la prensa pública. Unos pocos días atrás fuimos avisados de su detención cerca de Fort Gibson; y, muy pronto tras recibir esa información, supimos, por un despacho telegráfico, que había sido asesinado cerca de Van Buren, Arkansas el 13 de mayo.

“Como no tenemos espacio esta semana para entrar en mayores detalles, y puede ser que antes de la siguiente edición recibamos información adicional sobre el tema, sólo diremos para el beneficio de aquellos que están interesados, que sus asesinos lo siguieron por unas doce millas desde el lugar del juicio, y sacando partida de su condición solitaria, dispararon sobre él.

“Aún cuando deploramos profundamente la pérdida para la Iglesia de tan gran y recto hombre, y el desamparo para su familia, todavía no lo lamentamos. Su vida ha sido una de honor y fidelidad; sus días han sido bien gastados en el servicio de su Dios; su nombre es reverenciado por miles y decenas de miles, y será honrado por millones aún por nacer, mientras que sus cobardes asesinos, y aquellos que han celebrado este

 

 

 

 

El Martirio

 

 

 

deleznable hecho, y que ahora se regocijan con su crimen, serán aborrecibles, y un hedor en las narices de Dios y de los hombres buenos”.

Su hermano Orson Pratt escribió concerniente a la muerte de su hermano Parley: “¡Oh, cuan placentera es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios, para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y para siempre.

“¡Oh, bondadoso y afectuoso hermano! ¡Cuánto te amamos en vida! ¡Cuan gosozas fueron para nuestra alma las palabras de vida que fluyeron de tu boca por el puro espíritu de inspiración! ¡Cuan querido es todavía nuestro recuerdo de ti! ¡No lloramos por tu muerte, porque fue gloriosa! ¡Tú nos has dejado solo por un corto momento, y pronto te abrazaremos otra vez! ¡Tus cincuenta años recién habían comenzado, y ahora tu Jubileo ha llegado! Descansa en la casa de tu padre, con todos los nobles mártires del siglo diecinueve, hasta que el Jubileo de la tierra también llegue; entonces tú regresarás y reinarás triunfalmente con todos los redimidos de la raza de Adán”.

 

Fulgura La Aurora

 

Parley Parker Pratt

Apóstol – Misionero - Autor

Nació el 12 de abril de 1807

en Burlington New York.

Murió el 13 de mayo de 1857

cerca de Alma, Arkansas.

Miembro del Concilio de los Doce

Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo

de los Santos de los Últimos Días.

 

Ya rompe el alba de la verdad

y en Sión se deja ver, tras noche

de oscuridad, tras noche de oscuridad

El día glorioso amanecer.

 

De ante la divina luz,

huyen las sombras del error.

La gloria del gran Rey Jesús,

La gloria del  gran Rey Jesús,

Ya resplandece con su fulgor.

 

 

 

 

Élder Parley P. Pratt, Un Precursor de la Historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Sudamérica.

1807 – 1857

 

 

“¡Oh, cuan placentera es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios, para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y para siempre”. Orson Pratt


 

¿En Que Vas a Basar tu Tesis de Grado?

 

 

 

Apéndice del Cincuentenario

1956 – 2006

 

¿En Que Vas a Basar tu Tesis de Grado?

 

 

 

El inicio del viaje hacia la historia, hacia las Montañas Rocosas de Utah

Octubre de 1986.

 

            ¿En que vas a basar tu tesis de grado? me preguntó don Ricardo Couyoumdjian, el director del Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile. Era mi entrevista para revisar mi carga académica acumulada con el propósito de iniciar la etapa final de mis estudios de Licenciatura en Historia, esto es, la elaboración de mi tesis de grado.

            Mi respuesta a su pregunta fue "quisiera escribir sobre la historia religiosa del pueblo mapuche", sentía dentro de mí el profundo deseo de investigar sobre la vida religiosa de este pueblo cuna de nuestra nacionalidad junto con el aporte español. Pero don Ricardo me respondió haciéndome una pregunta y una solicitud que me sorprendió "¿y porque no escribes sobre tu religión?", "no tenemos nada sobre los mormones, que no sea lo que publican los diarios y esta información no nos a dado mucha luz sobre sus orígenes, su progreso y la actividad de sus miembros en nuestro país".

            Cuando esta conversación ocurrió, a principios del 1986, servía como consejero en la estaca de Santiago Chile Puente Alto y para el próximo octubre estaba confirmado mi viaje a Lago Salado para participar de la Conferencia General. Mi respuesta a don Ricardo fue inmediata, "Si puedo investigar sobre el progreso de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en mi país y de esta manera dejar información confiable en la biblioteca de la Universidad".

            Recuerdo que cuando llegué a mi hogar le comenté a mi esposa sobre la determinación de escribir sobre la Iglesia, ya no tan solo motivado por la proposición del Director del Instituto de Historia, sino que también por los comentarios que mis propios compañeros de estudio me habían hecho al enterarse de mi pertenencia a la Iglesia, con respecto al hecho de que veían a la Iglesia mormona como una institución cerrada, "como una ostra" y que poco se sabía de ella y de sus miembros.

            Mi primera preocupación fue por donde empezar, no sería esta una tarea fácil, porque tendría que escribir por primera vez una historia de la Iglesia en mi país, una historia cuyas fuentes estaban desperdigadas y que tendría que reunir para darle una forma o esqueleto para desde allí iniciar la investigación.

            De gran ayuda en esta tarea fueron los sabios consejos de mi tutor el profesor e historiador don Fernando Silva Vargas, quien con mucha paciencia e interés fue guiando el trabajo hasta que estuvo completado tal como usted ya lo ha leído y conocido.

            Para don Fernando el tema era una novedad, y en sus palabras él como investigador no permitiría que mi trabajo "se convirtiera en un texto de propaganda de la Iglesia", sino que este sería un trabajo histórico imparcial, que fuera presentando los hechos que singularizaron el establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en nuestro país de Chile.

            Una de mis primeras tareas fue encaminar mis pasos hacia el salón Fundadores de la Biblioteca Nacional de Chile, donde revisaría los diarios publicados en Valparaíso en el siglo diecinueve, y en forma especial El Mercurio de Valparaíso tras la huella del Apótol Parley Parker Pratt en Chile en el año 1851. Fue ésta una experiencia hermosa ya que pude investigar desde las fuentes mismas, y lo digo así porque pude hojear los ejemplares originales de “El Mercurio” de Valparaíso, y del “The Neigbour”, una publicación en inglés también de Valparaíso y otros documentos de esa época, documentos que hoy día tan solo se pueden consultar en los rollos de microfilms.

            Pude dar vuelta cada página de los años en que nuestros hermanos pioneros llevaban adelante su aventura de fe por las praderas de los Estados Unidos aún sin explorar y cuando por primera vez vi la palabra "mormón" o "mormons" publicada en una diario de nuestro país del siglo XIX, sentí latir mi corazón con mayor fuerza y emoción, era como descubrir una aguja en un pajar, no tenía referencias de ello, solo mi intuición de que allí podría encontrar noticias de mis hermanos pioneros, mi paciencia fue probada al revisar cientos de hojas antes de que apareciera una referencia dedicada a los “mormons” pioneros, por otro lado mi propia fe me empujaba a seguir adelante.

            Los primeros meses de trabajo fueron de búsqueda intensa, horas pasé sentado buscando en diarios antiguos a nuestros hermanos en ese hermoso salón azul, llamado “Fundadores”, salón amplio y tranquilo, hubieron días fructíferos y otros no tanto, otros en que no encontré nada, pero la determinación de continuar la búsqueda al día siguiente siempre estaba latente.

            Así fue como me enteré de la forma en que se informaba sobre mis hermanos pioneros, de la persecución de que eran victimas, de su éxodo, de la construcción del templo y de un ferrocarril que pasaba por el territorio de Utah, territorio que muy pronto tendría la bendición de visitar. Fue a fines de septiembre de 1986 que junto a mi esposa pudimos apreciar desde el aire las montañas rocosas por los cuales nuestros hermanos habían pasado hacía más de un siglo en carretas o tirando sus carros de manos, en camin de su tierra prometida. Fue emocionante ver desde el aire la tierra de los pioneros, la actual Salt Lake City o Ciudad de Lago Salado en Utah.

            Desde el aire pudimos apreciar las rocallosas y distinguir en medio de la ciudad el Templo de Jordan River que brillaba abajo blanco, contrastando con los tenues rayos del sol que ya se despedían, el paisaje desértico alrededor de la ciudad tomaba colores amarillos rojos y café, los colores de atardecer, los colores del otoño.

            Tras disfrutar de las sesiones de la conferencia, de asistir al Templo de Lago Salado y al de Jordan River, y también visitar ciudadades como Logan y Brigham City en el norte de Utah, el Lago del Oso (Bear Lake), y la Universidad de Brigham Young, gran parte de nuestro tiempo lo gastamos en la Biblioteca del Departamento Histórico en Lago Salado, donde encontramos un gran apoyo en nuestro amigo Gordon Irving, historiador y archivista, quien llevaba el programa de historia oral en dicho departamento. Gordon Irving había servido su misión en Chile a fines de la década de los sesenta y ello fue sin duda una motivación especial de su parte para ayudarnos. También reconocemos la ayuda que recibimos del hermano Steven Sorensen y de la hermana Bitton, quien también había servido su misión en Chile.

            Interesante fue trabajar en la Biblioteca buscando información sobre nuestro país, escribiendo todo de puño y letra con lápiz de grafito o carbón, fueron horas allí, era sin duda todo el amor que el Señor tenía por nosotros ayudándonos a encontrar la información que pudiera usar en mi tesis que recién había comenzado a esbozar. Pasaron tres años desde el inicio de este trabajo, hasta el día en que me vi sentado frente a la comisión examinadora, fue una experiencia diferente ya que entre los miembros de la comisión se encontraba don Luis Eugenio Silva, sacerdote e historiador. Creo que fue un poco incomodo para mi en esos momentos responder a sus preguntas en mi doble calidad de historiador por lo que se me estaba evaluando y mi condición de miembro de la Iglesia, recuerdo claramente que se me preguntó que me había llevado a hacerme mormón. Recuerdo que tomé el libro de mormón en mi mano y les dije "Este libro es una de las razones más poderosas por la cual yo me hice miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y por la cual me he permanecido fiel a ella".

            Al concluir el examen, la comisión puesta de pie, en una forma respetuosa y digna que ahora les agradezco públicamente, porque sentí que así estaban manifestando respeto por mi trabajo, por el momento que estaba viviendo y por lo que significaba  la historia de la Iglesia Mormona en nuestro país, Don Ricardo Coyumyian actuando como vocero señaló, “Sr. Acevedo, usted es un Licenciado en Historia, le felicitamos". Fue un momento muy especial, mi esposa estaba presente y cada uno de ellos me abrazó en la despedida. Así se gestó y así concluyó este trabajo llamado "Los Mormones en Chile". Se que no es todo, se que hay mucho más por hacer, pero también se que es un comienzo, un humilde modelo para los futuros historiadores que aborden este tema, los que tendrán de su parte o a su disposición para comenzar el modelo que yo no tuve.

He querido relatar estas cosas con mucho aprecio y emoción por lo que significa buscar los fundamentos históricos de la Iglesia de Jesucristo en nuestro país, fundamentos que sin duda ayudarán a comprender el porqué de su crecimiento e influencia cada día mayor en nuestro país. Lo que viene a continuación es como mi testimonio de lo que ha sido el crecimiento de la Iglesia en estos últimos años en Chile, en este año 2006 en que se ha recordado el aniversario número cincuenta del establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en nuestro país. Ruego que mis palabras sean claras y que el espíritu de amor con que se han escrito se pueda hacer sentir al leer sus páginas.

 

Sinceramente vuestro hermano.

 

 

Rodolfo A. Acevedo A.

 

 

 

La Meta Alcanzada

El día de la ceremonia de graduación. 

Don Ricardo Couyoumdjian me hace entrega de mi certificado de título como un

Licenciado en Historia de la Universidad Católica de Chile

 

 

  Intentaré abordar en forma sucinta y resumida mi visión de los últimos 16 años del progreso de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en nuestro país, para hacer de esta edición, un trabajo definitivo con los años que han transcurrido desde que culminara mi tesis original y que se extenderá desde fines de los años ochenta hasta el 2006, el año de los Cincuenta Años del establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en nuestro país.

           


           

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