martes, 6 de mayo de 2025

Una Carta del Élder Parley P. Pratt.

 

Apéndice 2

 

El Evangelio en Sudamérica

 

Una Carta del Élder Parley P. Pratt[1]

 

Valparaíso, Chile, Sudamérica, 24 de noviembre de 1851.

 



 

Muelle de Valparaíso, siglo XIX. Archivo Histórico.

 

 

            Querido Hermano,- Solo como estoy en este oscuro rincón de la tierra, siento aplicar por luz, consuelo y edificación a esa tierra de donde salí, y donde tengo tantos queridos amigos y conocidos, y a aquel luminoso astro que fuera primeramente puesto en movimiento por mí como su Editor. Por favor envíenme el STAR, tan a menudo como sea publicado, dirigido a P.P.Pratt, Valparaíso, Chile. Yo iré a buscarlos a la oficina del vapor Inglés en esta ciudad. Por favor también envíen por el mismo transporte un paquete con los números atrasados, y todo lo que pueda ser interesante. También les agradeceré si me pueden enviar un pequeño paquete con Libros de Mormón, y hacédmelo llegar por el mismo medio, si ellos lo pueden traer. Pagaré los fletes y derechos si la oficina del STAR puede proveer a un solitario peregrino de tal presente. Por favor también escríbanme una carta, informándome que lo enviaron y con quien. Tal vez sería bueno consignar el paquete de libros a la oficina del vapor de esta ciudad; pero, sin embargo, ustedes rápidamente se darán cuenta de lo que tienen que hacer al presentarse en esta línea de vapores en su pueblo.

            Escríbanme una buena y larga carta, porque por supuesto ustedes tienen algo de que escribir. Yo estoy un año atrasado en las informaciones. He vivido cuatro o

 

 

 

Apéndice 2

 

 

cinco años en las montañas, he viajado tres meses por el desierto, y navegado sesenta y cuatro días por el solitario océano y luego arribado aquí el 8 recién pasado, entre un pueblo con otro idioma, y como si esto no fuera bastante para coronar los vapores de oscuridad y de largas tinieblas, he aquí una feraz guerra civil está asolando aquí, y nadie puede hablar, escribir o imprimir mucha luz sobre cualquier tema.

 

 

 

Mientras revisaba los diarios de la época hoja por hoja buscando huellas del paso de nuestros hermanos misioneros por Chile, me di cuenta de que “El Diario” de Valparaíso publicaba las listas de las cartas sobrantes en el correo. Pensé que tal vez el Élder Pratt por su llamamiento debería recibir correspondencia y que probablemente durante su estadía en Quillota más de alguna correspondencia para él habría llegado a Valparaíso. Es así como me puse a revisar las listas de las cartas sobrantes y en “El Diario” del día viernes 27 de febrero de 1852 apareció una carta consignada con el N° 195, dirigida a P.P.Pratt. Rodolfo Acevedo.

 

 

            Ustedes han escuchado sobre hambre por la palabra del Señor; bueno, agreguen a ello un hambre por noticias, y una palabra de nuestros seres queridos, y ustedes podrán formarse una idea de nuestra situación. Élder Rufus Allen me acompañó hasta aquí, y Élder Philo B. Wood pronto nos seguirá. Nosotros estamos estudiando la “Lengua Española”. Nosotros ya estamos comenzando a entenderla y a hablarla un poquito. También leemos y parcialmente comprendemos los impresos en español y la Biblia. Espero en el curso de uno o dos años dar a Hispanoamérica el Libro de Mormón en su propia fluida “Lengua” si es la voluntad del Señor.

            Teniendo la presidencia de las Islas y las Costas del Pacífico bajo mi cargo, ya he asignado misioneros a diferentes lugares. Élder John Murdock está a cargo de la

 

Una Carta del Élder Pratt

 

 

misión en Australia, incluyendo Nueva Zelanda, Nueva Holanda y las tierras de Van Dieman. Él navegó desde San Francisco para Sydney, hace más de dos meses, acompañado de Élder Charles W. Wandell.

            Élder Philip B. Lewis tiene a su cargo la misión de las Islas Sándwich, ayudado por una media docena de jóvenes. Élder Addison Pratt está todavía en las Islas de la Sociedad, y también otros, pero la Iglesia allí está muy oprimida por los Franceses. En San Francisco, California, el trabajo está prosperando. La Iglesia está allí en un muy buen espíritu y sus números superan a los cincuenta miembros.

            Querido hermano,- ruego ser recordado en Inglaterra por los Santos, y deseo sus más fervientes oraciones diarias para nuestro éxito en este vasto campo de trabajo del Evangelio.

            Por favor representen a las Islas y Costas del Pacífico en vuestra próxima Conferencia General, y la Conferencia de Hispanoamérica en particular. Esta conferencia tiene los siguientes límites: por el oeste con el Océano Pacífico, por el sur el Cabo de Hornos, por el este con el Atlántico, y por el norte con los Estados Unidos de Norteamérica. Incluye un área de unas 6.000 millas, de norte a sur, y 3000 de este a oeste; se compone del Imperio del Brasil, las Repúblicas de Buenos Aires, Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Guatemala, México, y muchas tribus y estados pequeños, etc., probablemente abarcando a unos cuarenta millones de habitantes, una gran mayoría de los cuales hablan el idioma español. Cuando las llaves de la plenitud del evangelio sean dadas vuelta en el idioma español, éste es el vasto campo que se abrirá ante la asombrada visión; y lo mejor de todo esto, es que más de dos tercios de este número son descendientes de Lehi, y están incluidos en las promesas de Abraham, Isaac, Jacob, José, Nefi, etc. etc. etc. Esta vasta Conferencia al presente no tiene sino una Rama de la Iglesia, ubicada en  Valparaíso, Chile, e integrada por tres miembros, a saber, mi esposa, el hermano Allen y yo mismo; esto es más que la que tuvo toda la Conferencia Irlandesa cuando fue primeramente representada por el Élder Dan Jones en la Conferencia General de las Islas Británicas, la cual la integraban solamente él y su esposa, tal como los registros del Millenial Star lo consignan.

            Querido hermano F. D. Richards (a quien supongo me estoy dirigiendo) – si entre las decenas de miles de Santos de las Islas Británicas, que se están regocijando en la verdad, hay algunos que todavía me recuerdan…, por favor denles a ellos mis más calurosos respetos, recuerdos y afecto; y lo mismo a aquellos que aman la verdad, a quienes no he visto en la carne. Oh como me gustaría visitar Inglaterra, Escocia una vez más, y también Gales; pero el tiempo es precioso, la cosecha es grande, y los trabajadores pocos. Nuestras visitas, nuestro descanso, y la plenitud de nuestro gozo deben por lo tanto ser retardados hasta el fin de la cosecha, hasta que la última gavilla se apiñe en el carromato, y sea puesta ordenadamente en el granero, y el rastrojo junto con la paja y la cizaña sean quemados.

            Que Dios les bendiga a todos, y también a los trabajadores en el continente, ahora y en el mundo sin fin. Amén.

 

 

Yo soy tu hermano y compañero de labores en el Reino y paciente de Jesucristo.

 

                                                                                               P.P.PRATT.

 

Apéndice 2

 

Conversatorio Parley P. Pratt


 

 



NOTAS

 

 

[1] Esta carta fue publicada en el Millenial Star del 15 de febrero de 1852. Tomo 5.

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