La Ruta del Élder Parley P. Pratt
en Chile.
Élder Parley P. Pratt (1807-1857).
En el año de los 160 años de su visita a Chile.
1851-2011.
Por
Rodolfo Acevedo A.
Vamos a hacer un viaje hacia la
ruta del Élder Parley P. Pratt en Chile y este viaje nos llevará a recorrer 293
kilometros, saliendo primeramente desde Santiago con destino de Valparaíso
cubriendo una distancia aproximada de 116 kilómetros.
Luego y después de visitar los
lugares por donde él vivió y caminó en Valparaíso, viajaremos a Quillota por
una distancia de 68 kilómetros, para regresar finalmente desde Quillota a
Santiago a una distancia de 109
kilómetros.
Será este un viaje hacia la
historia, hacia la experiencia de los primeros misioneros mormones que viajaron
a Chile en 1851, a saber el Élder Parley P. Pratt, su esposa Phoebe y el Élder
Rufus C. Allen.
Valparaíso a mediados del siglo XIX.
El
Presidente de la Misión del Pacífico
“Santo,
Feliz, Puro y Libre”
Élder Parley P. Pratt.
San Francisco, 1850. Oleo de George Henry Burgess.
Durante este invierno fui llamado por la Primera
Presidencia y apartado para hacerme cargo de una Misión General al Pacífico.
Compuse una canción, que fue cantada ante la congregación en el Tabernáculo,
con ocasión de nuestra partida a esta misión, y que comenzaba ”Santo, feliz,
puro y libre” P.P.Pratt.
“Presido sobre todas las islas y costas del Pacífico,
bajo la dirección de la Primera Presidencia de la Iglesia - para abrir la
puerta a toda nación y lengua, tan rápido como el camino esté preparado y el
Señor lo indique, para la predicación del evangelio de salvación”. (P. P. Pratt,
16 de marzo de 1851).
Utah y el propuesto Estado de Deseret
El trabajo está prosperando maravillosamente en
Deseret, Inglaterra, Gales, Escocia, Suiza, Italia, Dinamarca, Suecia, Noruega,
etc. Varios jóvenes que están conmigo irán a Chile y Perú en su debido tiempo. (Carta
de P.P. Pratt a Addison Pratt SAN FRANCISCO, Julio 26, 1851).
“Llegué a este lugar en
algún momento del mes de julio, junto con aquellos que me acompañaron a esta
misión. Si la Presidencia desea
comunicarse sobre cualquier tema, las cartas dirigidas a mí en San Francisco,
California, me serán remitidas a Chile, o a otra parte, ya no saldré de este lugar sin asignar a un
agente para que reciba y envíe todos los documentos y comunicaciones… Espero
abandonar este territorio pronto para ir a
Sudamérica. Estoy
estudiando el español con toda diligencia, y voluntad, y confío dominarlo en
unos pocos meses”. (Carta de P.P.Pratt a Brigham Young, SAN FRANCISCO, 28 de
agosto de 1851).
Mientras revisaba los diarios de la época hoja por hoja
buscando huellas del paso de nuestros hermanos misioneros por Chile, me di
cuenta de que “El Diario” de Valparaíso publicaba las listas de las cartas
sobrantes en el correo. Pensé que tal vez el Élder Pratt por su llamamiento
debería recibir correspondencia y que probablemente durante su estadía en
Quillota más de alguna correspondencia para él habría llegado a Valparaíso. Es
así como me puse a revisar las listas de las cartas sobrantes y en “El Diario”
del día viernes 27 de febrero de 1852 apareció una carta consignada con el N°
195, dirigida a P.P.Pratt. (Nota de Rodolfo Acevedo)
Ejemplar de Key to Theology existente en la Biblioteca
Nacional de Chile. Edición 1872.
“Durante mi estadía en San Francisco escribí una
proclamación del evangelio dirigido a los pueblos de las costas e islas del
Pacífico, la cual fue posteriormente publicada por el élder Wandell en
Australia. También comencé el libro titulado Key to Theology. En una reunión pública de los Santos, el Élder
George K. Wimmer fue unánimemente elegido y apartado para presidir sobre la
rama de San Francisco - siendo yo mismo honorablemente relevado de los deberes
de la misma, con la vista puesta en una misión a Chile”. P. P. Pratt.
“Sept. 5. – Zarpé para Valparaíso; Chile, a bordo de la
barca Henry Kelsey. Después de un tedioso y desagradable viaje de sesenta y
cuatro días, llegué a salvo a Valparaíso, el 8 de noviembre, acompañado de mi
esposa y del Élder Rufus Allen, todos con tolerable salud”. P. P. Pratt.
BARCO “HENRY KELSEY,” OCEANO PACÍFICO,
Lat. 24 N.,
Lon. 115 W.,
Sept 15, 1851.
Querida
Familia:- Aquí estamos sobre las profundidades, con rumbo a Chile, S.A.-
Phoebe, R. Allen y yo. Salimos de San Francisco el día 5 del corriente. Hemos
tenido buen tiempo, exceptuando tres días, en los cuales estuvimos encalmados;
y hemos navegado más de once mil millas. Nosotros estamos ahora avanzando ante
el viento unas siete millas por hora. Todos nos hemos mareado, y no nos hemos
recobrado completamente. Somos los únicos pasajeros, y tenemos la cabina a
nuestra disposición, excepto durante las comidas. Estudiamos español cada día.
Es un hermoso idioma, y maravillosamente adaptado a la simplicidad de los
Lamanitas. Espero perfeccionarlo durante el viaje y en unos pocos meses de
residencia entre los chilenos”. P. P. Pratt.
“Octubre 5 – Costas del Perú, S.A., lat. 3 grad, 30 m.
S. Un mes hemos pasado sobre el océano; con mucho viento en contra, algunas
calmas, y más o menos algunos mareos nos han afectado por turnos hasta este
momento. No hemos sido capaces de leer, escribir, o estudiar mucho, por lo
tanto el tiempo ha pasado realmente en una forma muy tediosa.
Tenemos
a un avaro por capitán quien piensa más en su moneda de seis peniques que en
nuestras vidas o aún en la suya propia. Él no permite que el mayordomo cocine
papas, pan, pastel, budines o cualquier otro alimento saludable, sino que nos
mantiene con pan duro enmohecido, lleno de bichos y gusanos, charqui y cerdo -
el cerdo está podrido. Él tiene harina, papas y buen cerdo, pero no permite que
sea usado; así usted podrá darse cuenta fácilmente de que nos encontramos en
una muy incómoda situación.
La tarde
anterior estuvimos a punto de naufragar, habiendo navegado cerca de la tierra
sin saberlo, cuando cayó la calma. El barco se hizo inmanejable, y cambió su
dirección hacia la orilla, pero echamos ancla y esperamos la luz del amanecer,
y cuando conseguimos aligerar el peso con mucho trabajo, se pudo hacer otra vez
a la mar”. P. P. Pratt.
El arribo del Élder Pratt a
Valparaíso.
Muelle de Valparaíso, siglo XIX
Él Élder Pratt arribó a Valparaíso,
Chile, procedente de San Francisco de California el día 8 de noviembre de 1851,
en un viaje que le tomó 2 meses sobre las aguas del Oceano Pacífico. Ellos
habían salido desde el puerto de San Francisco el día 5 de septiembre de ese
año.
“Encontré al país en un estado de guerra civil, la mayor
parte de los negocios en un punto muerto - y los corazones de los hombres
debilitados por el temor”. P. P. Pratt.
Al llegar a Valparaíso, los misioneros dirigieron sus pasos
desde el muelle al Hotel Francés donde se hospedaron … “HOTEL FRANCÉS, Valparaíso, Chile, S.A.
Noviembre
9.
Queridos
amigos: Después de un muy desagradable y tedioso viaje de sesenta y cuatro días
hemos al fin arribado a puerto, en tolerable condición de salud. Llegamos ayer
al mediodía, y nos hospedamos y tomamos pensión completa en el Hotel Francés,
donde tenemos una gran variedad de buena comida, y un salón principal para
nosotros - el precio es de cuatro dólares diarios por los tres. El propietario
habla francés, el recepcionista francés, con un poco de inglés, la dueña de
casa alemán, el camarero español, y nosotros inglés con un poco de español”.
P.P. Pratt.
“El domingo asistimos a una reunión en un edificio muy
grande. Vimos a miles de personas de ambos sexos, y de todas las clases
sociales y edades, colmar el lugar, inclinados sobre sus rodillas y adorando
ciertas imágenes y pinturas con mucha aparente devoción. No se dieron
instrucciones en ningún idioma, ni música, ni voz o sonido, excepto una baja, y
monótona voz al fondo del salón, que no se dirigía a la gente, y que no era lo
suficientemente alta o clara como para ser comprendida por ellos”. P. P. Pratt.
La construcción de la Iglesia La Matriz se inició en
1837 y se concluyó en 1842. |
Luego
buscaron una casa para arrendar y la encontraron en la Calle Victoria de
Valparaíso.
Domingo,
noviembre 16.
“Queridos amigos: - Durante la semana pasada, hemos
arrendado una casa, comprado muebles e iniciado los quehaceres domésticos.
Dedicamos casi todo nuestro tiempo al estudio del idioma español. Nuestra casa
está en la parte trasera de un conjunto de edificios que dan frente a una
grande y hermosa calle, llamada Victoria.
Ésta se abre a un gran patio, rodeado de altas murallas y de otros
edificios, y está llena de hermosos árboles, como naranjos, higueras, duraznos,
perales, etc., junto con rosas y una gran variedad de otras flores y arbustos.
Sus veredas y pavimentos están cuidados y barridos, y las casas alrededor de ella
están ocupadas por viudas, huérfanos, etc., de una buena clase de españoles o
chilenos, y sus amables y sociables jóvenes y niños.
Actual Calle Victoria de Valparaíso
(Foto Rodolfo Acevedo)
Distribuimos nuestro tiempo entre la lectura y el
estudio de nuestras lecciones de español, y conversando, visitando, leyendo
español, escuchándolos leer, y jugando con los más pequeños, etc., todo lo cual
les agrada mucho, y hace que nosotros progresemos en el idioma con una rapidez
que nos sorprende a nosotros y a ellos. Realmente la Providencia ha guiado
nuestros pasos y nos ha puesto en agradables circunstancias, como extranjeros
en una tierra extraña, y entre una gente con un idioma extraño. Realmente Él ha
abierto nuestro camino para aprender este idioma, y nosotros lo haremos si
somos diligentes”. P. P. Pratt.
Noviembre
en Chile
Extracto de un poema de Parley P. Pratt.
Es la primavera del año, y todos los manantiales están
colmados,
Toda la naturaleza está preñada de vida y de amor;
Un coro de voces asciende desde cada remanso,
Una miríada de pájaros cantores anima la arboleda.
A su nido en los Andes, el cóndor va a descansar,
Los vientos de Magallanes no prevalecen más,
Y el sol, con la brisa nortina que regresa, inspira
Nueva vida en el céfiro, y amor en el viento.
El bosque está vestido con su ropaje de fresco verdor -
Donde la paloma canta un himno, para atraer a su
compañero.
La huerta está vestida como una reina de fiesta,
Y el capullo está floreciendo con plenitud de gozo.
El naranjo, el olivo, la higuera y la parra,
Están vestidos como en el Edén de inocente lozanía;
La tierra es un altar de incienso divino,
Exhala el dulce aroma del más rico perfume.
Cita de Élder Pratt de un hecho histórico.
1.
Chile. Batalla de Loncomilla.
Batalla de Loncomilla.
“En Chile,
la actual revolución ha terminado con la pérdida de muchos miles de vidas, y
sin éxito”. P. P. Pratt.
La Batalla de Loncomilla fue un combate desarrollado en el marco
de la Revolución de 1851. La batalla se desarrolló el 8 de diciembre de 1851 en el llano cercano al río del mismo nombre,
cerca de donde después se fundaría Villa Alegre, en la provincia de Linares, Chile. El bando
leal al gobierno fue dirigido por Manuel Bulnes, mientras que el bando opositor estuvo a cargo de José María de la Cruz.
La Muerte del Niño Omner
El
Cementerio de Disidentes se ubica en la calle Dinamarca 14 en el Cerro Panteón,
anteriormente se le conoció como Cerro
Cementerio.
Antigua
calle de piedras llamada Dinamarca que lleva al Cementerio de Disidentes en
Valparaíso, Chile.
Un
Hecho digno de consignar fue el nacimiento y la muerte de Omner Pratt, hijo de
Parley P. Pratt y Phoebe Pratt, quien nació en Valparaíso el día 30 Noviembre 1851 y falleció en el mismo
puerto el día 7 Enero 1852.
La inspiración de poeta que llevó al Élder Parley
Parker Pratt a escribir inspirados himnos, también se manifestó al cantar a la
naturaleza chilena, con hermosos versos que sin duda llevaron alegría a su
alma, la misma alegría que se convertiría en un inmenso gozo cuando el día 30
de noviembre su esposa Phoebe dio a luz un hermoso varoncito a quien llamaron
Omner. Sin embargo, muy pronto, esta felicidad se transformaría en una profunda
tristeza, al dejar de existir el niño Omner y ser sepultado en uno de los
cerros de Valparaíso conocido como Cerro Panteón.
El cerro Panteón es uno de los 42
cerros de
la ciudad de Valparaíso, Chile. Se encuentra
rodeado por las subidas Cumming y Ecuador y tiene su base en la calle Condell.
Se encuentra a un costado del cerro Cárcel, formando parte
de la cadena central de cerros porteños. Su nombre se debe a que el cerro
alberga tres cementerios de la ciudad: el Cementerio N° 1, el Cementerio de Disidentes y el Cementerio N° 2. Para comienzos del siglo XIX los
habitantes de Valparaíso enterraban a sus muertos en el mar o en lo alto de los
cerros, ocasionando una crisis sanitaria. En 1825, el gobierno compró los
terrenos para fundar un cementerio en el cerro, que en ese entonces se
encontraba en la periferia de la ciudad. Nació así el Cementerio N° 1, para
los católicos y el de
Disidentes, producto de la gestión de inmigrantes británicos para poder
sepultar a los que no profesaban la fe católica.
Un acceso antiguo al cementerio
era la Quebrada Elías, hoy día llamada calle Ricardo Cumming, que da a la Plaza
Aníbal Pinto. Desde la Plaza Aníbal
Pinto, la calle Ricardo Cumming (la antigua Quebrada Elías), conducía a los
antiguos porteños hacia los cementerios por una escalera que aún existe, por la
calle Ricardo Cumming, por el lado poniente, hasta llegar al pasaje C.
Mondaca”.
Del
triste acontecimiento de la muerte de Omner que no aparece registrado en la Autobiografía
de Parley P. Pratt, leemos en el libro “The Archer of Paradise” (El Arquero del
Paraíso) lo siguiente:
“El
30 de noviembre (de 1851), el segundo hijo de Phoebe, Omner, nació. Ningún
doctor se pudo encontrar cuando comenzó el trabajo de parto. Dos mujeres de
Valparaíso actuaron como parteras, ya que Phoebe no estaba pujando a causa de
sus dolores, las dos mujeres la levantaron tomándola por debajo de sus brazos,
la sacudieron violentamente hacia arriba y hacia abajo, hasta que ellas
literalmente arrojaron al niño al mundo”.
Sin
duda que las penurias del viaje, la pésima alimentación, la debilidad de Phoebe
a causa de lo mismo, los trabajos del parto sin ninguna comodidad, fueron
factores que se combinaron para que el bebé falleciera el día 7 de enero de
1852, siendo sepultado esa misma noche “en una solitaria colina de Valparaíso”.
El
niño fue sepultado en el Cementerio de Disidentes de Valparaíso, lugar a donde
eran llevados aquellos que no profesaban la fe católica.
Registro N° 992, que consigna la sepultación del niño
Omner.
Fecha de Sepultación
(día 8) Causa de muerte (Debility)
El
cuerpo sin vida del niño Omner fue ingresado al cementerio el día 8 de enero
de 1852 y la razón declarada en el registro de su muerte fue debilidad.
Placa
que recuerda e identifica el lugar donde fue sepultado el niño Omner Pratt en
Valparaíso, Chile.
En 1990, en una ceremonia de conmemoración de la visita de Parley P. Pratt
a Chile, una placa recordatoria fue puesta en el cementerio donde su hijo Omner
fuera sepultado en 1852. En la ocasión el Élder Waldo P. Call de los Setenta,
un descendiente del Élder Pratt descubrió la placa. Él también dedicó el lugar
donde se encuentra la tumba del niño Omner. En sus palabras dedicatorias Élder
Call pidió una bendición especial para Chile, expresando en parte de ella lo
siguiente: "Que bendigas a aquellos que gobiernan; y bendícenos como
miembros de la Iglesia para que por medio de vivir el evangelio dignamente tú
puedas bendecir a este pueblo, para que haya paz, para que haya alimentos en
las mesas de todas las familias chilenas, y para que ellos puedan escuchar el
mensaje del evangelio y puedan sentir que es verdad”.
La mayoría de los extranjeros avecindados en
Valparaíso por aquellos días eran protestantes de nacionalidad inglesa o
norteamericana, como el pastor David Trumbull de la Unión Church o Iglesia
Congregacional Americana quien tenía a su cargo la administración del
cementerio de Disidentes, que se ubicaba
en el Cerro Panteón.
El
Administrador del cementerio don David Trumbull dejó registros de la
sepultación del niño Omner, los cuales pueden verse en el libro de registros de
esa época que aún se conserva en el cementerio.
Después de vivir esta triste
experiencia el Élder Pratt escribió:
19 de enero de 1852.
“Hemos
seguido residiendo en Valparaíso, y estudiando español diligentemente hasta
este día. Hemos
hecho mucho progreso, siendo capaces ya de entender en parte lo que leemos de
las escrituras en español, y en los diarios, así como en la historia. Nosotros
hemos reunido también mucha información general sobre los países de Hispano
América, su cultura, sus costumbres, sus leyes, sus constituciones, sus
instituciones – civiles, religiosas, etc”.
Por su
parte en carta al Presidente Brigham Young, le señaló:
“También he leído un pequeño
trabajo, sobre Historia Natural de Chile, casi tres veces, en el cual hay
muchos curiosos e importantes datos relacionados con las guerras de la brava y
patriota nación de hombres libres llamados Araucanos. Éstos han mantenido su
libertad e independencia inalterable por 300 años contra los poderes combinados
de la vieja España y de todas sus colonias, sosteniendo una guerra defensiva,
con muy poca tregua, por casi 200 años, sin armas de fuego u otros medios
modernos de defensa. Parte de su historia espero traducir y publicar
posteriormente.
También
he leído en español el texto escolar de la geografía de Chile, y algunos otros
trabajos, mientras que una constante lectura de sus diarios, además de los de
Perú y de Buenos Aires, me han dado una visión general de sus gobiernos, leyes,
políticas, religión, revoluciones, esperanzas y proyectos”.
El Viaje a Quillota.
“Salimos de Valparaíso en una carreta tirada por
bueyes,
y llegamos en la mañana del 25 (Enero 1852) a
Quillota,
un pequeño pueblo situado en un hermoso y fértil
valle...
ubicado a unas 36 millas de Valparaíso.” P.P.Pratt.
Quillota
cuya significación autóctona es “refrescante” fue la segunda ciudad de Chile
que acogió a los élderes Allen, Pratt y su esposa Phoebe. Por aquel entonces
era un pequeño y tranquilo poblado campesino, enclavado en medio de un valle
con un microclima privilegiado, y con una variada y rica producción agrícola,
especialmente frutas como paltas, chirimoyas, lúcumas, etc.
La
ruta de nuestros misioneros que viajaban con destino de Quillota se inició en
el Cerro Esperanza de Valparaíso. La
actual Avenida Valparaíso que se extiende desde Von Schroeders y que
cruza casi toda la ciudad de Este a
Oeste, anteriormente fue el camino que unía Quillota con Valparaíso y por eso
el nombre que lleva.
También
por la actual calle Barros Arana (Antiguo Camino de Valparaíso a Quillota)
transitó Charles Darwin y
por ella pasó Diego Portales antes
de ser asesinado en el Cerro Placeres. Siendo parte de la Hacienda “Las Siete
Hermanas”, que dio nacimiento a Viña del Mar.
Una escena de viaje en carreta
tirada por bueyes en los días de la visita del Élder Pratt a Chile.
“El
más antiguo de los que cruza Viña es el antiguo camino carretero de Quillota —o
“Real Camino de Quillota”— el cual unía al puerto de Valparaíso con esta última
localidad. Su construcción —o arreglo— en 1792, obra del ingeniero José
Hidalgo, constituyó una de las obras públicas más importantes del gobierno de
don Ambrosio O’Higgins, en los años finales de la colonia. La vía tuvo una gran
importancia comercial para ambas localidades, pues fue utilizada por “arrieros
y vivanderos con cargas de leña, hortalizas, carnes y menestras para el abasto
de los porteños y el surtimiento a los navíos”. La construcción habría sido
finalizada a comienzos del siglo XIX, como parte de una largo corredor que unía
al puerto de Valparaíso con la provincia Argentina de Cuyo. Una vez terminado,
permitió la salida más expedita del trigo desde el valle del Aconcagua para su
embarque… En Viña del Mar, el camino accedía por el cerro de Torquemada
atravesando el llano del mismo nombre. Luego cruzaba por la quebrada del Moye
en la Hijuela de Reñaca y ascendía hasta una serie de lomas, en lo que sería
hoy Gómez Carreño. Este recorrido es equivalente al trayecto que existe desde
el camino internacional, por la parte norte de la comuna, hasta las afueras de
la población “Gómez Carreño”. Posteriormente desciende por el sector de
Granadilla hasta llegar a Santa Inés. La huella original por donde descendía en
este punto, en la actualidad, atravesaría el cementerio de Santa Inés desde su
acceso norte, hasta la calle de acceso principal del recinto…
En la parte posterior del
cementerio de Santa Inés se puede apreciar la huella del camino ascendiendo por
el cerro.
Luego descendía por lo que es hoy la calle Concón, donde recientemente fue
remodelado un antiguo “hito” que conmemora el paso de este histórico camino por
Santa Inés. Se unía en el plan de la ciudad con la calle San Antonio hasta la
altura de 10 Norte donde vuelve, en la actualidad, a su denominación original
de calle Quillota hasta el estero. No podemos especificar el lugar exacto donde
cruza el Marga-Marga, pero es muy probable que corriera diagonalmente hasta la
continuación de la calle Quillota y luego enfilara por la calle Valparaíso o
Álvarez hasta llegar a Agua Santa. Aquí ascendía hasta la actual avenida Diego
Portales, arteria que se adentra a la población de El Recreo. Esta sección fue
conocida desde finales del siglo XIX como el “Camino Público a Valparaíso”, y
continúa hasta el cerro Esperanza por la actual avenida “Camino Real”, cuyo
nombre, por cierto, es un homenaje al Real Camino de Quillota”[1].
En
este plano la línea blanca marca la huella original del camino de Quillota por
Viña del Mar.
De su viaje a Quillota escribió el
Élder Pratt:
“Salimos de Valparaíso en una carreta tirada por
bueyes, y llegamos en la mañana del veinticinco a Quillota - un pequeño pueblo
ubicado en un hermoso y fértil valle con un río a treinta y seis millas de
Valparaíso.
Aquí hemos arrendado una casa y vivimos
con una viuda y dos hijas, jovencitas de quince y diecisiete años; ellas son
muy sociables, y están contentas con nosotros. Pueden leer español, y hacen
todo el esfuerzo posible por enseñarnos su idioma. Son muy francas y amigables,
y lucen tan inocentes como si fueran
niñas pequeñas.
Bajada a
Valparaíso. De Auguste Borget. Biblioteca Nacional
Les he leído el Nuevo Testamento en
español, lo cual les agrada mucho, ya que nunca antes lo habían leído.
La gente de este pueblo luce muy
pulcra, es una gente amorosa y sociable; muy amigable, franca, y muy accesible.
Ellos son mayormente blancos, inteligentes y de buen parecer; muy llanos y
sencillos en el vestir y en sus costumbres. Las casas son mayormente limpias y
bonitas, y están ubicadas en línea con las murallas de barro que separan las
calles de los jardines y viñedos.
Las casas están construidas de
ladrillos, enyesadas y blanqueadas tanto por fuera como por dentro; con pisos
de ladrillos y techos de tejas. Muchas de ellas, sin embargo, no tienen más
piso que la tierra, y muy pocas tienen ventanas de vidrio. Las calles son
estrechas y se cruzan en ángulos rectos. Un claro, y frío arroyo corre por el
centro de cada calle, y vastas hileras de altos e imponentes álamos, así como
árboles frutales y viñas adornan todo el valle, tanto en el pueblo como en el
campo.
Una montaña o colina circular, tal vez
de unos 500 pies de altura, se levanta en medio del pueblo, y está rodeada por
todos sus lados por la planicie del fértil, bien regado y bien cultivado valle.
Esta colina está cercana a nuestra residencia, es de fácil acceso, y domina una
vista de todo el valle con sus granjas, huertos, viñedos, pueblos, calles, ríos
y diques, es fértil como el Edén y se extiende hasta perderse en la lejanía;
limitando con elevadas colinas y cadenas de montañas, cuyas ondulaciones más
bajas entroncan con rejas y casas, y está cubierta de rebaños y hatos, mientras
que sus laderas están accidentadas con precipicios rocosos, y sombreadas
por oscuras quebradas, o mantos de nubes; mientras que las accidentadas cumbres
reposan con solemne grandeza sobre el regazo del claro cielo azul, no
obscurecido por las nubes o por ninguna de las obscuras sombras del mundo
inferior.
Vista de Quillota desde el Cerro Mayaca.
La tierra de este valle es
extremadamente fértil, y fácilmente irrigada por pequeños canales que salen del
río.
El panorama que se presenta desde la
cumbre en el centro de la colina, presenta una de las más hermosas escenas que
jamás haya visto tanto en el viejo como en el nuevo mundo.
Una vista del
Valle de Aconcagua.
La cumbre de esta montaña es un lugar
para el retiro y la oración, lo cual intento hacer cada tarde al ponerse el sol
o durante el crepúsculo. Higos, ciruelas, peras, duraznos, manzanas, naranjas,
uvas, y, verdaderamente, muchos tipos de frutos son muy abundantes aquí. Un
cuarto de dólar es suficiente para comprar bastante comida para los tres y para
todo un día. Los higos y las ciruelas son dulces como la miel, y se derriten en
la boca. No hay mayor necesidad de otras comidas. Las uvas, los duraznos y las
manzanas generalmente no han sido cosechados todavía.
Habiendo vivido en Quillota por un mes regresamos
a Valparaíso, y el 2 de marzo nos embarcamos a bordo del barco “Dracutt” para
San Francisco; levamos anclas el 5 de marzo, y salimos del puerto con una suave
brisa”. P. P. Pratt.
Una Carta desde Valparaíso, Chile, 1851
Estando aun residiendo en Valparaíso el Élder Pratt
escribió la siguiente carta, la que fue publicada en el Millenial Star del día
15 de febrero de 1852 y que nos brinda una visión de sus sentimientos en esos
momentos:
Valparaíso, Chile, Sudamérica, Nov 24, 1851.
Queridos Hermanos.- Solo como me encuentro en este
oscuro rincón de la tierra, siento aplicar por luz, alivio, y edificación a esa
tierra de donde provengo, y donde tengo tantos queridos amigos y conocidos, y a
ese luminoso orbe que fue primeramente puesto en movimiento por mi como Editor.
Por favor envíen el STAR tan a menudo como sea publicado, dirigido a P.P.
Pratt, Valparaíso, Chile. Yo lo voy a ir a buscar a la oficina de un vapor
Inglés en esta ciudad. Por favor también envíen por el mismo medio un paquete
de los números anteriores, y todo lo que pueda ser interesante. También les
agradeceré que me envíen un pequeño paquete de Libros de Mormón, y envíenlos
por el mismo medio, si ellos los van a traer. Yo pagaré los fletes y derechos,
si la oficina del STAR puede proveer a
un solitario peregrino tal presente. Por favor también escríbanme una carta,
informándome de lo que envían, y por qué conducto. Tal vez será bueno también
consignar el paquete de libros a la oficina del vapor en esta ciudad; pero, sin
embargo, ustedes rápidamente sabrán que hacer al aplicar en la oficina de esta
línea de vapores en su ciudad.
Escríbanme
una buena y larga carta, por supuesto si tienen algo de que escribirme. Yo
estoy un año atrasado con la información. Yo he vivido cuatro o cinco años en
las montañas, he viajado tres meses por el desierto, y navegado sesenta y
cuatro días en el solitario océano, y he arribado aquí el 8 del presente, entre
una gente que habla otro idioma, y como si esto fuera poco para coronar el
vapor de oscuridad y de larga oscuridad, una guerra civil se está viviendo
aquí, y nadie habla, escribe, o imprime mucha luz sobre cualquier otro tema.
Ustedes
deben haber leído de hambre por la palabra del Señor; bueno, agreguen a eso un
hambre por noticias, y un hambre por escuchar a nuestros hermanos, y ustedes
podrán formarse una idea de nuestra situación. El Élder Rufus Allen me acompaña
aquí, y el Élder Philo B. Wood pronto vendrá. Estamos estudiando el “Idioma
Español.” Nosotros ya estamos comenzando a comprender y a hablar un poquito.
También leemos y comprendemos las publicaciones en español y
Teniendo la presidencia de las Islas y las Costas del Pacífico
bajo mi cargo, ya he asignado misiones en varios lugares. El Élder John Murdock
está a cargo de la misión en Australia, incluyendo Nueva Zelandia, Nueva
Holanda y las Tierras de Van Dieman. Él navegó desde San Francisco para Sídney,
hace más de dos meses, acompañado del Élder Charles W. Wandell.
Élder
Philip B. Lewis tiene a su cargo
Por
favor representen a las Islas y Costas del Pacífico en vuestra próxima Asamblea
General, y a
Querido
hermano, F. D. Richards (A quien supongo me estoy dirigiendo) – si entre las
decenas de miles de Santos en las Islas Británicas, que se están regocijando en
la verdad, hay algunos que todavía me recuerdan y los días de nuestro pequeño
comienzo, por favor denle a ellos mis más cálidos respetos, recuerdos y afecto;
y lo mismo a aquellos que aman la verdad, a quienes no he visto en la carne. ¡Oh!
como me gustaría visitar Inglaterra y Escocia una vez más, y también Gales;
pero el tiempo es precioso, la cosecha es grande, y los obreros son pocos.
Nuestras visitas, nuestro tiempo libre, y la plenitud de nuestro gozo debe por
lo tanto ser adscrito hasta el fin de la cosecha, hasta que la última gavilla
se apile en el carro, y sea ordenada pulidamente en el granero, y el restrojo
junto con la paja y las cizañas sean quemados.
Que Dios
les bendiga a todos, y también a los trabajadores en el continente, ahora y en
el mundo sin fin. Amén.
Yo soy
vuestro hermano y compañero trabajador en el reino y Paciencia en Jesucristo.
P. P. Pratt.
Otro hecho histórico de
Sudamérica consignado en la Autobiografía de Parley P. Pratt dice relación con
la batalla de Caseros librada en Argentina en febrero de 1852
Batalla de Caseros.
“En Buenos Aires todavía
hace estragos, y una gran batalla se espera que pronto ocurra entre los
ejércitos aliados de Brasil y Montevideo por un lado, y Buenos Aires por el
otro. Los dos ejércitos suman casi veinticinco mil hombres cada uno, como se ha
informado”. Parley P. Pratt.
En
la Batalla de Caseros,
ocurrida el 3
de febrero de 1852, el ejército de
la Confederación
Argentina,
al mando de Juan
Manuel de Rosas, Encargado de las Relaciones Exteriores de la
Confederación Argentina, fue derrotado por el Ejército Grande, compuesto por
fuerzas del Brasil, el Uruguay y las
provincias de Entre
Ríos y Corrientes, liderado por el
gobernador de Entre Ríos, Justo
José de Urquiza,
quien se había sublevado contra Rosas el 1º de mayo de 1851 en que lanzó
el llamado Pronunciamiento de Urquiza.
La
batalla culminó con la victoria del Ejército Grande y la derrota de Rosas, que
el mismo día renunció al gobierno de la provincia de Buenos Aires.
El Evangelio en Sudamérica
Una Carta
del Élder Parley P. Pratt[i]
Valparaíso,
Chile, Sudamérica, 24 de noviembre de 1851.
Muelle de
Valparaíso, siglo XIX. Archivo Histórico.
El siguiente es el extracto de
una carta escrita al Presidente Brigham Young durante el viaje de regreso desde
Chile a San Francisco:
BARCO
“DRACUT,” OCÉANO PACÍFICO, lat. 18.
13 de marzo
de 1852.
PRESIDENTE
YOUNG.
Querido Hermano-
Estamos todos bien. El Élder Rufus Allen, yo y mi esposa, salimos de San
Francisco, el 5 de septiembre de 1851, para Chile, S.A., y llegamos a
Valparaíso, el 8 de noviembre - en un viaje de sesenta y tres días. Desde ese
tiempo hasta ahora he estado dedicado al estudio del idioma español, de las
leyes, sus constituciones, su geografía, su historia, su carácter, su religión,
sus modales, sus costumbres, sus revoluciones, y acontecimientos de Chile y
Perú en particular, y de Hispanoamérica en general.
Por intensa aplicación luego llegué a
ser capaz de leer con cierto grado de entendimiento e interés en este idioma.
Ya he leído partes del Nuevo Testamento, mientras, que en el mismo idioma, he
copiado muchos de sus pasajes más importantes, y los he leído tal vez unas
veinte veces - dándome el cometido de memorizar algunos de ellos.
Araucanos
También he leído un pequeño trabajo,
sobre Historia Natural de Chile, casi tres veces, en el cual hay muchos
curiosos e importantes datos relacionados con las guerras de la brava y
patriota nación de hombres libres llamados Araucanos. Éstos han mantenido su
libertad e independencia inalterable por 300 años contra los poderes combinados
de la vieja España y de todas sus colonias, sosteniendo una guerra defensiva,
con muy poca tregua, por casi 200 años, sin armas de fuego u otros medios
modernos de defensa. Parte de su historia espero traducir y publicar
posteriormente.
Lautaro, joven
guerrero de Arauco.
También he leído en español el texto
escolar de la geografía de Chile, y algunos otros trabajos, mientras que una
constante lectura de sus diarios, además de los de Perú y de Buenos Aires, me
han dado una visión general de sus gobiernos, leyes, políticas, religión,
revoluciones, esperanzas y proyectos.
Las guerras civiles, y mis propias
circunstancias financieras, pero más particularmente la carencia del lenguaje,
limitaron mucho mis viajes por el país, y aún de visitar a los Araucanos. Yo,
sin embargo, visité un pequeño pueblo en el interior, cuarenta millas, y
vivimos allí por un mes.
El segundo día de marzo nos embarcamos
en este barco para San Francisco, sin la suficiencia del lenguaje como para dar
la vuelta a las llaves del Evangelio a estas naciones. Nos quedamos hasta que
nuestros medios se acabaron y buscamos y oramos diligentemente para que nuestro
camino fuera abierto; pero no pudimos hablar el idioma lo suficientemente bien
como para predicar el evangelio, ni encontramos un medio de ganarnos la vida,
así que se nos hizo necesario regresar a California, mientras tanto seguimos estudiando
el idioma a bordo.
Tenemos un agradable joven en la cabina
que es muy servicial con nosotros. Es originario de Chile, lee y conversa con
fluidez en español, es versado en las escrituras, las cuales leemos y
analizamos juntos. Él tiene mi Biblia en español y la está leyendo. Le he
hablado de nuestra doctrina, del bautismo, de la persecución a la Iglesia, del
establecimiento en las montañas, y del Libro de Mormón: También de los males
del adulterio, la borrachera, el juego, y otros pecados, y las iniquidades de
las abominaciones católicas. Él ha tomado todo esto de buena forma, y habla de
ir a las montañas con nosotros. Lo que es muy notable para ser chileno, es que
ni fuma ni bebe. Él posee algunos recursos, y está yendo a California para
incrementarlos. Oramos mucho en secreto para que Dios abra su corazón y nos lo
dé como una ayuda en el ministerio.
Los chilenos son una raza con mezcla de
sangre española e india - cuatro quintas partes dicen son indios – lo que se
manifiesta en sus gestos toscos, sus cabellos y ojos negros, la frente baja,
los pómulos altos, rostros anchos y en la mayoría de los casos de color cobrizo
en sus diferentes matices y grados, aunque unos pocos son blancos y aún bellos
y hermosos. En general ellos son ignorantes y devotos católicos. Probablemente
más de la mitad de ellos no sabe leer ni escribir. Su conocimiento de
las artes y de la industria es sumamente limitado. En sus modales son simples,
francos, y extremadamente sociables y aparentemente afectuosos, pero sujetos a
una pequeña debilidad en sus tratos, y con tendencia al robo. Hay, sin embargo,
muchas honorables excepciones a estas faltas o malos hábitos.
La Biblia en general no es usada entre
ellos, estando prohibida por su religión; pero encontré a muchos que ya la han
leído, y todos, con quienes realicé el experimento, parecieron dispuestos a
escuchar su lectura. Algunos dicen que podían comprenderla mejor cuando la leía
yo, que cuando la leían sus propios compatriotas.
Hablé libremente a muchos en contra de
las supercherías y los errores; mostrándoles a ellos la verdadera forma del
bautismo, etc., lo cual raramente les ofendió.
Ellos me hablaban con frecuencia de las
abominaciones de sus sacerdotes, y de como ellos administraban todas las
ordenanzas por dinero, a tanto por cabeza. La constitución consagra la religión
Católica Romana, la apoya con presupuesto y prohíbe a todas las otras. Existe,
a pesar de esta prohibición, una Iglesia Anglicana y una Iglesia Congregacional
Americana en Valparaíso.
Visité esta última y conversé con el
ministro. Él dijo que no era difícil importar libros religiosos o diarios y la
distribución de los mismos, aun cuando la prensa no era libre de imprimir o
publicar sobre ninguna religión que no fuera la católica. Él había importado y
distribuido Biblias en español, y las había puesto a la venta en las librerías.
Libros extranjeros son importados libres de impuesto.
La revolución que asola tan
violentamente en esta época a Chile profesa estar en favor del sufragio
universal, y de la absoluta libertad de conciencia, de expresión y de prensa.
Las masas, hasta donde yo soy capaz de juzgar, son ardientemente revolucionarias,
pero no les gusta combatir. La revolución costó unas cinco mil vidas, y terminó
en una amnistía general, sin ninguna alteración en el gobierno. Pero la gente
es optimista en sus esperanzas - ellos piensan que conquistarán sus libertades
en algunos años más”. P. P. Pratt.
OCÉANO
PACÍFICO, lat. 3° N.
Marzo 27, 1852.
Queridos
Hermanos - Hemos navegado treinta y tres días y hecho casi la mitad del viaje.
Estamos bien, y el viento está generalmente bastante bueno, pero ahora está en
calma. El hermano Allen y yo todavía estudiamos el idioma con diligencia, y
todavía hablamos con el chileno, quien también está leyendo diligentemente
nuestra Biblia en español.
El
“Libro de Mormón,” “Una Voz de Amonestación,” etc., han estado rotando, y han
sido leídos por el capitán y sus compañeros; pero ellos no creen, ni en el
testimonio de hombres ni de ángeles. Sin embargo, hay un hombre joven sobrio e
inteligente, que está muy interesado.
Abril
29, lat. 27° N. – Cincuenta y cinco días han pasado como una penosa prisión
para nosotros, con muy poco para comer. Vivimos con un pequeño, pobre y duro
pan, probablemente cocido unos dos o tres años atrás, y algunos porotos y una
muy pobre y perjudicial carne salada y cerdo. No tenemos harina, papas, azúcar,
melaza, arroz, u otras comodidades, aún cuando pagamos un buen precio por el
pasaje en camarote.
No hemos
tenido ni un buen día de buena navegación en el último mes; tenemos calmas y
fuertes vientos. Rara vez navegamos más de treinta o cincuenta millas en
veinticuatro horas. Estamos hambrientos, débiles, solos, y desconsolados. Pero,
después de mucho orar por un buen viento y velocidad, encontramos que nuestras
oraciones no han sido contestadas, y nos hemos rendido, y le hemos pedido a
nuestro Padre Celestial que nos dé paciencia y reconciliación con Su voluntad.
Estamos
ahora a unas ochocientas o novecientas millas del puerto, y nuestras
provisiones (pobres como lo son) pronto se nos acabarán. Pero vivir o morir
nosotros confiamos en Dios y tratamos de servirle a Él.
No hay
nadie a bordo que tema a Dios o respete al hombre, hasta donde sepamos,
exceptuando a uno de los marinos y a nosotros. Las más horribles blasfemias
resuenan en nuestros oídos cada día en el camarote y sobre la cubierta,
provenientes tanto del capitán como de sus pares, con borrachera y pensamientos
inicuos.
Nosotros
somos rechazados y odiados a causa de nuestro testimonio, y porque nuestro
ejemplo es una reprobación. Pero nosotros nos preocupamos de nuestros propios
asuntos, y estudiamos el idioma y las Escrituras cada día.
El
hombre joven de quien hablo es el Sr. Howard, de los Estados Unidos, quien es
bien educado, y ha leído nuestros libros con mucho interés durante el viaje, y
ha pedido ser bautizado y unirse a la Iglesia apenas arribemos. Él no está
acostumbrado a la vida marinera, y desea ir a las montañas con nosotros. Él ha
sido educado en colegios y como oficinista. Pienso que su llamamiento es
predicar el evangelio, pero aún no le he dado a entender eso a él.
Hermanos,
Deseo verles a todos ustedes con un deseo como jamás lo he sentido en mi vida.
Siento que quiero sentarme con ustedes y buscar los poderes y los dones de Dios
y los poderes de los cielos, aún aquellos que serán derramados para la
restauración de la Casa de Israel.
Oh,
¿cuándo llegará ese tiempo? ¿Cuándo el velo será rasgado para que todos los
poderes del apostolado sean permitidos o ejercidos sobre la tierra? Debe ser
pronto o ninguna carne se salvará - porque los poderes de la oscuridad
prevalecen a tal grado que aún pueden llegar a sentirse físicamente.
No hay
nadie que conozca al Señor; nadie que busque la verdad; nadie que la aprecie
cuando la encuentra; nadie que se incline a dejar el pecado. Me hubiese
gustado que se dijera que ha sido encontrada en la tierra. Encontrar a uno es
como encender una lámpara y buscar diligentemente alimento entre los calabozos
de la oscuridad, la muerte y el hambre.
Adiós y
hasta que arribemos.
Vuestro
hermano
P.
P. Pratt
“Después de un
largo y tedioso viaje de setenta y nueve días llegamos a San Francisco el 21 de
mayo, habiendo sufrido duramente los últimos cuarenta días por la falta de
alimento adecuado.
Después de descansar y recuperarnos por
unos días, mi tiempo fue otra vez dedicado al ministerio de la Iglesia en San
Francisco y San José, visitando, estudiando el idioma, escribiendo a los otros
misioneros, y en la preparación de nuestro viaje de regreso a casa, hasta cerca
del fin de julio, y yo aquí agregaría, que, a causa de la bondad de mis
hermanos y amigos, casi mil doscientos dólares en moneda, mulas y un carromato
me fueron proporcionados para ayudarme en mi misión y para mi viaje a casa, los
cuales se me dieron en diferentes momentos después de mi arribo desde Chile”.
Parley P. Pratt.
El Martirio del Élder Parley
P. Pratt.
13 de
mayo de 1857
“Una liviana lluvia
comenzó a caer, haciendo fácil para McLean y sus hombres seguir las huellas de
Parley, quien viajó por unas veinte millas fuera del pueblo antes de que lo
alcanzaran. McLean, quien estaba en su usual estado de embriaguez, y seis de
sus secuaces sedientos de sangre, cabalgaron hasta donde estaba Parley y lo
rodearon. Dos hombres se pusieron frente a él, obstaculizando su camino,
mientras que McLean vino desde atrás y disparó seis tiros a una distancia muy
corta. Las balas perforaron el pesado abrigo de Parley, pero ninguna lo hirió.
“Entonces uno de los rufianes se
adelantó, sacudió al caballo de Parley para que se encabritara asustado,
dándole a McLean la oportunidad para acercarse lo suficiente como para clavar
dos veces en el costado de Parley su cuchillo”.
Parley cayó al suelo, pareciéndole que sus asaltantes huirían. Sin
embargo, McLean regresó dentro de diez minutos, desmontó, y, tomando una
pistola derringer de uno de sus compañeros, disparó a Parley en el cuello,
mientras yacía en el suelo. Entonces los asesinos cabalgaron salvajemente al
pueblo para celebrar”. Eleanor McLean.
El Élder
Wilford Woodruff registró en su diario el día 23 de junio de 1857 lo siguiente:
“El correo del este
llegó trayendo la triste noticia del asesinato del Élder Parley P. Pratt, quien
fue asesinado cerca de Ft. Smith en Arkansas, por un hombre llamado
McLean". Wilford Woodruff.
Por su parte el Presidente Joseph Fielding Smith escribió:
“En el otoño de 1856,
Élder Pratt había dejado la ciudad de Lago Salado con un grupo de misioneros,
con quienes cruzó las planicies. Ese invierno él trabajó en St. Louis,
Philadelphia, New York y otras ciudades del este. En la primavera de 1857, él
estaba en Arkansas y mientras estaba allí intentó ayudar a la Sra. de Hector H.
McLean, (Eleonor J. McComb) quien era miembro de la Iglesia, a conseguir la
tuición de sus hijos, habiéndose ella separado de su esposo por causa de sus
borracheras y su crueldad. McLean acusó a
Élder Pratt de indisponer los afectos de su esposa e intentó llevarse
por la fuerza a los niños. Un juicio fue seguido, y Élder Pratt fue liberado
del cargo. Poco después, mientras viajaba por el Condado de Van Buren donde la
corte se había reunido, intentando unirse a una compañía de emigrantes que
viajaba para Utah, él fue seguido por McLean quien le hundió un cuchillo en su
costado. Después de que Élder Pratt hubo caído de su caballo, McLean disparó sobre él con su pistola…De
esta forma murió uno de los grandes expositores de la fe de los Santos de los
Últimos Días, un poeta y escritor, cuyas obras le sobrevivirán y harán mucho por
traer a multitudes al conocimiento del Evangelio. Aun cuando la voz de su autor
ha sido silenciada, su obra todavía hablará con convincente poder”.
El asesinato a sangre
fría del Élder Parley P. Pratt ocurrió cerca de Van Buren, Arkansas, el 13 de
mayo de 1857, hecho del cual él Élder John Taylor publicó en Nueva York, el
siguiente extracto en “The Mormon” el día 30 de mayo de 1857.
EL ASESINATO DEL PRESIDENTE P.P.PRATT
“Nuestros lectores
están indudablemente estremecidos con la anterior noticia, nuestro corazón está
profundamente apenado, pero no tenemos razón para dudar de la triste noticia
que nos ha llegado, aun cuando, todavía sea, sólo por vía de la prensa pública.
Unos pocos días atrás fuimos avisados de su detención cerca de Fort Gibson; y,
muy pronto tras recibir esa información, supimos, por un despacho telegráfico,
que había sido asesinado cerca de Van Buren, Arkansas el 13 de mayo.
“Como no tenemos
espacio esta semana para entrar en mayores detalles, y puede ser que antes de
la siguiente edición recibamos información adicional sobre el tema, sólo
diremos para el beneficio de aquellos que están interesados, que sus asesinos
lo siguieron por unas doce millas desde el lugar del juicio, y sacando partida
de su condición solitaria, dispararon sobre él.
“Aun cuando
deploramos profundamente la pérdida para la Iglesia de tan gran y recto hombre,
y el desamparo para su familia, todavía no lo lamentamos. Su vida ha sido una
de honor y fidelidad; sus días han sido bien gastados en el servicio de su
Dios; su nombre es reverenciado por miles y decenas de miles, y será honrado
por millones aún por nacer, mientras que sus cobardes asesinos, y aquellos que
han celebrado este deleznable hecho, y que ahora se regocijan con su crimen,
serán aborrecibles, y un hedor en las narices de Dios y de los hombres buenos”.
Su hermano Orson Pratt escribió concerniente a la muerte
de su hermano Parley:
“¡Oh, cuan placentera
es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta
y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera
resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios,
para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y
para siempre.
“¡Oh, bondadoso y
afectuoso hermano! ¡Cuánto te amamos en vida! ¡Cuán gozosas fueron para nuestra
alma las palabras de vida que fluyeron de tu boca por el puro espíritu de
inspiración! ¡Cuán querido es todavía nuestro recuerdo de ti! ¡No lloramos por
tu muerte, porque fue gloriosa! ¡Tú nos has dejado solo por un corto momento, y
pronto te abrazaremos otra vez! ¡Tus cincuenta años recién habían comenzado, y
ahora tu Jubileo ha llegado! Descansa en la casa de tu padre, con todos los
nobles mártires del siglo diecinueve, hasta que el Jubileo de la tierra también
llegue; entonces tú regresarás y reinarás triunfalmente con todos los redimidos
de la raza de Adán”.
En su tumba
encontramos la siguiente inscripción con parte del texto de uno de sus himnos.
Fulgura La Aurora
Parley Parker Pratt
Apóstol – Misionero - Autor
Nació el 12 de abril de 1807
en Burlington New York.
Murió el 13 de mayo de 1857
cerca de Alma, Arkansas.
Miembro del Concilio de los
Doce
Apóstoles de la Iglesia de
Jesucristo
de los Santos de los Últimos
Días.
Ya rompe el alba de la verdad
y en Sión se deja ver, tras noche
de oscuridad, tras noche de oscuridad
El día glorioso amanecer.
De ante la divina luz,
huyen las sombras del error.
La gloria del gran Rey Jesús,
La gloria del gran Rey Jesús,
Ya resplandece con su fulgor.
Élder Parley P. Pratt, fue un
Precursor de la Historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días en Sudamérica. 1807 – 1857
LA BIBLIOTECA SANTIAGO SEVERIN DE VALPARAÍSO GUARDA SU LEGADO
Biblioteca
Santiago Severin, Valparaíso.
Gran parte de los diarios y
libros de la época en que el Élder Pratt visitó nuestro país se guardan en la
Biblioteca Santiago Severín de Valparaíso, especialmente lo que dice relación
con la prensa chilena y extranjera de la época y de la cual él fue un ávido
lector. Es por ello que la obra que recoge los hechos de su vida ahora forma
parte de la Biblioteca que guarda las fuentes originales que él consultó
durante su estadía en Valparaíso, Chile, entre los años 1851 y 1852 a fin de
estudiar las condiciones de los países latinoamericanos con la vista puesta en
el futuro establecimiento de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días en estas tierras Sudamericanas.
La Autobiografía del Élder
Parley Parker Pratt se encuentra en esta biblioteca en sus ediciones en inglés
y español para la consulta del público lector.
[1] Patricio Quezada Andaur,
Historiador del Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar. El
antiguo camino carretero de Quillota
No hay comentarios:
Publicar un comentario