lunes, 19 de mayo de 2025

Como Yo Recuerdo

 

Muchas gracias por el libro de vuestro Presidente.

Por Rodolfo Acevedo.




 

Mientras contemplaba al estadio colmarse de Santos y disfrutaba con la alegría de mis hermanos que jugaban con la ola, llegó a mis manos en el Sector C donde estábamos un libro, un libro de regalo para mi en esos momentos tan especiales y que traía la firma de dos personas muy queridas, el Presidente y la hermana Hartley, quienes habían servido en Chile a principios de los años ochenta en la Misión de Chile Santiago Sur.  Sus misioneros que habían viajado a la conmemoración de los 50 años de la Misión Chilena lo habían traído y me lo habían hecho llegar en esta singular forma, en la galería de un estadio en medio de grandes manifestaciones de alegría por el especial momento que estabamos viviendo.

 



¿Por qué este libro? La historia había comenzado hacia algunos años atrás.

El Presidente Hartley había escrito en su autobiografía titulada “As I Recall”:

“Yo estaba asombrado de que estuvieramos llegando al final; todo esto había repercutido en nuestra salud y nosotros estábamos desgastados. Rodolfo Acevedo, hijo, ayudó en muchas maneras para tener listos nuestros papeles finales, visas y pasaportes. Mientras yo caminaba varias cuadras desde la estación del metro sólo hacia donde estaba mi familia en el hotel, yo me sentía solo y atemorizado por estar sin un compañero. Oré por el consuelo de alguién, cualquiera, aún el Señor. En ese momento, Rodolfo vino corriendo detrás de mi diciendo, “Presidente, tengo temor de verlo a usted caminando solo. Déjeme acompañarlo hasta su hotel, nosotros no podemos tener un secuestro o una solicitud de recompensa o algo peor en esta etapa de su misión”. ¡Qué consuelo! ¿Cuánto  amor había mostrado este hermano por mí”. (Leonard L. Hartley. Como Yo Recuerdo p. 337).

 

Fue durante su misión que yo había iniciado mi trabajo en la Oficina de Viajes de la Iglesia, en la Calle Alcantara 360, donde había sido capacitado por el Élder Anthon Cooley en el trabajo de visas y en la atención de los viajes de los misioneros.

 

Poco más de tres años después de la experiencia relatada por el Presidente Hartley en su libro volví a reencontrame con él en la Manzana del Templo de Lago Salado, a donde había viajado junto a mi esposa para participar de las sesiones de la Conferencia General en el mes de Octubre de 1986.

 


Presidente Hartley, mi esposa Soledad, Hermana Hartley, Rodolfo y Billy, 1986.

 

De este feliz encuentro en Salt Lake City pasarían 20 años antes de que nos volvieramos a reencontrar y fue en el año 2006 cuando él visitó Chile junto a su querida esposa, y fue en esa ocasión que hablamos de traducir su libro “As I Recall” al español, tarea que inicié ese mismo año.

 


Visita del Presidente Hartley a Chile el 2006.





 

Para el año 2009 la traducción ya estaba terminada  y en los días de la Conferencia General de abril de ese año les fue presentado el libro traducido al Presidente Hartley y a su querida esposa por el hermano Gary V. Davis del Comité Misional.  

 


 

Los hermanos Davis y Jensen en el estadio, 2011.

 

Fue así como recibí el libro “Como Yo Recuerdo” editado y publicado en los Estados Unidos de parte de los misioneros que sirvieron en el tiempo del Presidente Hartley, siendo Élder Jensen uno de su líderes y con quien me había encontrado en abril pasado en Salt Lake City, cuando se hacían los preparativos para viajar a Chile.

 

 

 


Muchas gracias queridos élderes del tiempo del Presidente Hartley, muchas gracias por haber venido y muchas, muchas gracias por el libro de vuestro Presidente.

 

 

https://legadorodolfoacevedo.blogspot.com/


 

La Vida de un Sembrador

 

 

ADIOS QUERIDO AMIGO

Por Rodolfo Acevedo A.

La Vida de un Sembrador

“Una vida de mucho valor y con un gran propósito”.

Élder Joe William Miller


Élder Joe William Miller.

“Joe William Miller, un incondicional siervo de Dios, aceptó un cambio misional desde la mortalidad a los reinos Eternos el 28 de octubre de 2011. Joe nació el 20 de febrero de 1941, en Alamosa, Alamosa, Colorado a George Francis y Mary Velda Mayfield Miller. El creció en Colorado, California y Nuevo México.

Joe es un amigo de todos; él no tuvo enemigos con la excepción de Satanás. Él fue un duro trabajador que se deleitaba interactuando con otras personas porque haciéndolos reír lo hacía a él feliz. La música y el canto fueron talentos que él amó y compartió. La cosa más preciosa para él es su testimonio del Evangelio de Jesucristo, y su membresía en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El compartió ese testimonio cada día de su vida. Joe sirvió una misión en la Misión Chilena, llegando allí poco después de que la misión fuera creada. Su ejemplo y testimonio todavía perdura como un profundo ejemplo para muchos miembros en ese país”.

 

            Ayer, domingo 30 de octubre de 2011 recibí la noticia de la partida de este mundo mortal de nuestro Élder Joe William Miller, uno de nuestros misioneros históricos de la Misión Chilena.

 

         Inmediatamente busqué su huella por nuestro país y lo encontré sirviendo en la hermosa ciudad campesina de Limache, un valle muy bien cultivado, tierra de flores, como las rosas y de frutas  diversas como las peras.

 

         Este fue uno de los sectores de nuestro misionero que ha partido, y sin duda que aquí él conoció a nuestra gente campesina, a nuestra gente sencilla y trabajadora y con el recuerdo de ellos partió un día para su patria.

 

            Él, junto a los élderes John S. Andrews, Donald G. Bliss, y C. Stanley Jarvis iniciaron la obra misional en Limache un día 4 de febrero de 1963

 


Élder John Stanley Andrews, Élder Donald Glenn Bliss, Élder Charles Stanley Jarvis.



De la semilla sembrada por Élder Miller y sus compañeros en Limache, pronto se escribiría bajo el título de “Los Mormones encuentran un terreno fértil”:

 

            De los hechos religiosos más notables de los últimos años en esta zona, la aparición de los mormones (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días), marca un verdadero acontecimiento.

         Desde hace muchos años hay en Chile; anglicanos, presbiterianos, pentecostales, sabatistas, adventistas, Testigos de Jehová, en fin, muchos caminos para llegar a la verdad de Cristo.

         Pero ninguno de estos caminos, ha logrado tanto éxito en su penetración como Los Mormones.

         Hay en Quillota, en Limache, en Villa Alemana, en Quilpué construyen en pleno centro de la ciudad una hermosa capilla con salas de clase y piscina (pila bautismal).

         La juventud es la que ha dado el terreno fértil entre los mormones. Misioneros norteamericanos muy jóvenes, llamados Élder, son los que tienen la misión de enseñar este nuevo camino hacia Cristo.

         El mormón no puede beber café, ni té, menos alcohol…

         Buscan primero un cuerpo sano, para luego dentro de ese cuerpo sano enseñar a Cristo.

         Los padres y madres católicos dejan entrar a sus hijos en esta nueva Iglesia Cristiana, pues allí les enseñan cosas que los católicos no han querido enseñar.

         Es decir, el terreno estaba fértil y los mormones lo han aprovechado muy bien”.

 


 

La capilla de Limache

 

Pero la obra del Élder Miller no solo tuvo influencia eterna sobre una rama y sus miembros, sino que fueron varios los lugares que se vieron bendecidos con su presencia en Chile, y también una persona en particular como el hermano Juan Bravo y su familia, tal como fuera mencionado recientemente por su esposa, la hermana Maureen (Koyle) de Miller, quien también sirvió una misión en Chile.

 


 

Hermana Maureen Koyle durante su tiempo de servicio en la Misión Chilena.

 

Ella escribió recientemente al Comité Misional mientras su querido esposo Joe todavía estaba con vida:

 

No podemos agradecer bastante por hacernos saber de este Evento Cultural (Creemos).  Queríamos ir a la capilla de Provo para verlo, pero Joe no estaba muy bien. ¡Que bendición fue poder verlo vía Internet!  Nosotros tuvimos lágrimas en los ojos durante todo el programa.  El Presidente Palmer siempre nos decía a todos nosotros que estábamos plantando semillas.  Es sobrecogedor e inspirador ver los frutos de aquellas.  Estuvimos muy impresionados con la presentación.  Tan solo una semana antes, Joe recibió una carta de un hombre que él enseñó y bautizó hace 50 años atrás.  El hermano Juan Bravo tenía tan solo 13 años por aquel entonces.  Toda su familia se unió a la Iglesia.  (Su esposa es la hija de Ricardo and Perla García, y ella representó la parte de Perla en la presentación).  En la carta, el Hermano Bravo le dio humildes gracias por lo que había hecho por su familia.  ¡Que hermosa experiencia fue haber recibido esa carta!

 

Gracias,

 

Joe William and Maureen (Koyle) Miller

 

 


Sembradores de la Misión Chilena  y la semilla que ha florecido en nuestro querido país de Chile.

 

 

 


 

Hermano Juan Bravo, y su esposa Hermana Perla García de Bravo.

 

Desde Chile reciba querida Hermana Miller, usted y familia todo nuestro amor y aprecio en este especial momento de vuestras vidas en que vuestro querido esposo ha partido de esta tierra, y también reciban todo nuestro agradecimiento por vuestro dedicado servicio entre nuestro querido pueblo chileno.

 

 


Miembros de la Rama de Limache

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 18 de mayo de 2025

UN VIAJE AL ESTADIO SANTA LAURA Y A UNA GRAN CELEBRACIÓN CREEMOS

 

UN VIAJE AL ESTADIO SANTA LAURA

Y A UNA GRAN CELEBRACIÓN

CREEMOS

 Por Rodolfo Acevedo



Salimos de nuestra capilla del Barrio Sótero del Río de la estaca Santiago Chile Puente Alto a las 16.30 horas con destino del Estadio Santa Laura que se encuentra en la parte norte de Santiago.

 

Al llegar nos encontramos con una multitud de Santos ya ingresando al estadio.



 

Encontramos familias que habían venido desde ciudades lejanas y también a viejos amigos






A misioneros y hermanos que iban a tomar parte de la gran presentación ya sea actuando o ayudando.



 

Como Juan Gonzalez  y como Perla Garcia de bravo Junto Soledad Villanueva de Acevedo.

Perla y su familia pionera en la Rama Parque Cousiño, 1959.

 


Y así se veían todos adentro

 



 

Los hermanos Cardon llevaron la bandera de los misioneros históricos, ellos sirvieron con el Presidente A. Delbert Palmer en 1961, el primer presidente de la Misión Chilena  y actualmente sirven como misioneros del templo de Santiago de Chile, 2011.

 

 


 

Presidente y hermana Palmer de la Misión Chilena, 1961-1964.




Hermana Noel Neville (hoy día hermana Cardon) y Élder Grover L. Cardon,

 

Y la felicidad del fin de la jornada, la felicidad del reencuentro y la emoción.




El hermano Waldron que sirvió con el Presidente Palmer, al fondo los misioneros que representaron a los primeros misioneros que llegaron a servir en Chile en 1956, los élderes Verle Allred y Joseph Bentley y la hermana Perla García, representante de una familia pionera entrelazada en una abrazo de felicidad.

 


Élder George G. Waldron.

 

El abrazo de la historia, Élder Waldron y la  hermana Perla García de Bravo, al fondo Élder Cardon.

 




La alegría del reencuentro.



 

Élder Richard Beard y un joven que tomó parte de la hermosa presentación cultural.

El Élder Richard P. Beard había sido uno de los cuatro primeros misioneros en abrir la obra misional en el sector de Independencia en Santiago a principios del año 1962, junto a los élderes John P. Davis (presidente de la Rama Independencia), Robert L. Nelson y Thomas C. Smith.  Esta rama comprendía el sector del estadio Santa Laura, el lugar donde se realizó el evento cultural en conmemoración de los 50 años de la Misión Chilena el día sábado 15 de octubre de 2011.

 


Rama de Independencia, 1962.

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