La Vida y Despedida de un Padre e Historiador
Una Reseña Biográfica
23 de febrero 2012
El historiador Chileno y de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días Rodolfo Acevedo falleció a los 60 años el día 17 de febrero del 2012 tras luchar contra un cáncer gástrico detectado en noviembre del 2011. Fue sepultado en su amada ciudad de San Antonio el 18 de febrero en el Cementerio de Parroquial.
Rodolfo Antonio Acevedo Acevedo nació de su padre Rodolfo Acevedo y Margarita Acevedo un lluvioso día de invierno el 13 de junio de 1951 en la ciudad puerto de San Antonio. Nació en la casa que su padre había construido; su madre fue asistida por la señora Quinchél, partera del sector, y por su tía Rosa que posteriormente Rodolfo la llamó mamá Rosa, porque en el momento de su nacimiento la mamá Rosa exclamó que lo había recibido de las nubes. Mientras se llevaba el proceso de parto su padre baldeaba el agua fuera de la casa la cual llegaba a cubrirle las rodillas. La señora Quinchél aplicaba paños tibios y calientes desde un tiesto que era calentado en un brasero. Estas fueron las condiciones del humilde nacimiento de Rodolfo.
Desde pequeño desarrolló su amor y pasión por la lectura; ésta comenzó cuando su padre se acostaba con sus hijos y les leía cuentos de niños, entre los cuales Pulgarcito fue uno de los preferidos de Rodolfo. También al ver libros que estaban destruidos y no contaban con una tapa, él los arreglaba y le fabricaba una tapa escribiendo y coloreando en la caratula.
Rodolfo mostró un apego a lo espiritual desde pequeño al levantarse todos domingos a las 7 de la mañana para ayudar al cura en la misa como un acólito. Este respeto y cercanía a lo espiritual le ayudó a aceptar el evangelio restaurado de Jesucristo cuando era un adolecente de 17 años. En 1968 en casa de sus primos escuchó el golpear de la puerta y solamente escuchó a lo lejos la voz de uno de sus primos decir: “lo siento, aquí somos católicos”. Mi padre rápidamente salió de la casa y vio a lo lejos a dos norteamericanos caminar vestidos con largos abrigos obscuros. Esa misma noche al llegar a su casa en las Dunas, su madre le dijo que dos jóvenes norteamericanos habían preguntado por el dueño de casa para hablar del evangelio restaurado de Jesucristo. La respuesta de su padre para toda la familia fue: “no esta demás aprender algo nuevo”. En ese espíritu recibieron por primera vez a los misioneros mormones, a los Elderes Robert Schallock y Steven Cherry, y finalmente Rodolfo fue bautizado junto a su madre Margarita y su hermana Melba ese mismo año en la Playa de las Rocas de Santo Domingo. Para finales de 1970 la familia completa fue bautizada. Rodolfo en su entrevista bautismal manifestó un cierto grado de temor por lo que dirían sus amigos y sus compañeros de colegio al unirse a la iglesia; el misionero que le entrevistó compartió las palabras mismas del Salvador halladas en Juan 14:27 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”. Desde aquél momento Rodolfo permaneció activo y fiel en el servicio del Señor hasta el día de su fallecimiento jamás sintiendo vergüenza.
Imagen representa el momento en que Rodolfo Acevedo ve a lo lejos a dos misioneros mormones salir desde la casa de su primo.
Bautismo de Rodolfo en el año 1968 en las Rocas de Santo Domingo, acompañado por toda su familia.
En el año 1972 Rodolfo recibió de la Universidad Católica de Chile su grado académico en Ciencias Sociales en Talca tras lo cual trabajó como profesor en colegios rurales y en el Colegio Deseret de la Iglesia. En el mes de Abril del año 1974 recibió su llamamiento misional a la Misión de Perú, pero al no recibir una visa él fue reasignado a la Misión de Chile de la cual fue honorablemente relevado en Abril de 1976.
Después de haber terminado la misión conoció a Soledad Villanueva quien había servido una misión en concepción finalizándola en la recién organizada Misión Osorno. Ambos sellaron su matrimonio eterno el 11 de diciembre de 1979 en el templo más cercano de la época, en ese entonces, el Templo de Sao Pablo, Brasil. Rodolfo y Soledad criaron a sus cuatro hijos en el evangelio, a Brenda, Rodolfo, Charles, y Cristóbal, frutos de los cuales sus tres hijos han sido honorablemente relevados de sus misiones en Uruguay, Colombia, y Argentina, y sus hijos mayores han sellado su matrimonio en el templo trayendo nuevas ramitas a la familia con hermosas nietas (Janaina, Juliana, Sofía, Victoria, Fernanda).
Matrimonio eterno de Soledad Villanueva y Rodolfo Acevedo en el Templo de Sao Pablo, Brasil.
Reunión familiar Acevedo Villanueva en el año 2006 frente al Templo de Lago Salado. Los hijos Rodolfo, Brenda, Charles y Cristóbal, al centro Soledad y Rodolfo.
Durante años, unos 28 años, Rodolfo trabajó para la corporación Iglesia de Jesucristo como administrador de la oficina de viajes, tarea que comenzó en la Misión Santiago Sur bajo la dirección del Presidente Leonard Hartley a principios de la década de 1980, para luego extenderse su responsabilidad a todo el país de Chile. Su trabajo fue el de tramitar el visado y el viaje de los jóvenes chilenos llamados a servir a misiones en el extranjero y también a matrimonios misioneros extranjeros que se radicaban en Chile para servir. En esta posición tuvo el privilegio de ayudar al Presidente Gordon B. Hinckley en su visita a Chile en el año 1999.
En 1989 recibió su Licenciatura en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile especializándose en la cultura de los pueblos precolombinos. Su tesis de grado se convirtió en su primera publicación llamada Los Mormones en Chile; Entre otras publicaciones se haya Alturas Sagradas, una historia del Templo de Santiago; también se encuentran sus traducciones al español de la Autobiografía de Parley P. Pratt, la Llave a la Ciencia de la Teología escrita por Parley P. Pratt y también Como Yo Recuerdo por Leonard Hartley. Rodolfo a lo largo de su vida contribuyó con diferentes artículos para las revistas Ensign, Liahona, para diarios como el Mercurio, la Church News, y sitios web como la Jared Family Pratt Association y en el LDS.cl.
Ceremonia de titulación como Licenciado en Historia. Rodolfo recibe el grado académico por parte de don Ricardo Couyoumdjian Bergamali
Además de servir una misión regular el hermano Acevedo sirvió como presidente de rama en San Antonio, consejero de estaca bajo la presidencia de Jorge Pedrero en Puente Alto, fue llamado como director de Asuntos Públicos para el Área Sudamérica Sur y luego para el Área Chile, siendo relevado honorablemente por el Élder Jeffery R. Holland. Durante mucho tiempo sirvió en forma voluntaria como obrero del templo de Santiago y también como maestro del Instituto de Religión enseñando el curso Antiguo Testamento e Historia de la Iglesia. También sirvió como obispo del Barrio Sotero del Rio en la Estaca Puente Alto, y al ser relevado en el año 2005 fue ordenado y apartado para servir como un patriarca en la misma estaca.
Antes de fallecer servía como el Historiador del Área Chile. Rodolfo nació con un amor por la historia y su interés fue manifestado desde pequeño mediante la lectura de las historias que se encuentran en el Antiguo Testamento. Rodolfo por más de 30 años llevó registros, recopiló e investigó sobre el origen de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile comenzando desde el fascinante episodio de la visita de Elder Parley P. Pratt a Valparaíso y Quillota en el siglo XIX. Entre sus muchos viajes a Utah el hermano Acevedo pasó innumerables horas en bibliotecas y librerías públicas y de la iglesia así también como en la Biblioteca Nacional de Chile para realizar sus investigaciones.
Rodolfo Acevedo en la Biblioteca Nacional de Chile realizando investigación histórica.
Rodolfo fue un hombre anhelosamente consagrado a una causa buena e hizo muchas cosas de su propia voluntad, obediente a sus impresiones del espíritu en llevar y armar la historia de la iglesia en Chile aún muchos años antes de ser llamado eclesiásticamente para tal cargo; aquél fue el último mensaje espiritual entregado a Rodolfo en su hogar por parte de Elder Lawrence E. Corbridge que se encuentra en DYC 58: 27-29.
El cuerpo de Rodolfo en el Centro de Estaca de San Antonio donde permaneció hasta el momento de su traslado al cementerio.
El cuerpo de Rodolfo fue trasladado a pie y tirado en una carroza desde la capilla hasta el cementerio. Tradición antigua de San Antonio.
La congregación despide a Rodolfo Acevedo con himnos de la Iglesia. La dedicación de la sepultura fue hecha por Rodolfo Acevedo hijo.
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