Apéndice
El Martirio del
Élder Parley P. Pratt.
13 de mayo de 1857
“Una liviana lluvia comenzó a caer, haciendo
fácil para McLean y sus hombres seguir las huellas de Parley, quien viajó por
unas veinte millas fuera del pueblo antes de que lo alcanzaran. McLean, quien
estaba en su usual estado de embriaguez, y seis de sus secuases sedientos de
sangre, cabalgaron hasta donde estaba Parley y lo rodearon. Dos hombres se
pusieron frente a él, obstaculizando su camino, mientras que McLean vino desde
atrás y disparó seis tiros a una distancia muy corta. Las balas perforaron el
pesado abrigo de Parley, pero ninguna lo hirió.
“Entonces uno de los rufianes se adelantó,
sacudió al caballo de Parley para que se encabritara asustado, dándole a McLen
la oportunidad para acercarse lo suficiente como para clavar dos veces en el
costado de Parley su cuchillo”. Parley
cayó al suelo, pareciéndole que sus asaltantes huirían. Sin embargo, McLean
regresó dentro de diez minutos, desmontó, y, tomando una pistola derringer de
uno de sus compañeros, disparó a Parley en el cuello, mientras yacía en el
suelo. Entonces los asesinos cabalgaron salvajemente al pueblo para celebrar”. Eleanor McLean.
El
Élder Wilford Woodruff registró en su diario el día 23 de junio de 1857 lo
siguiente: “el correo del este llegó trayendo la triste noticia del asesinato
de Élder Parley P. Pratt, quien fue asesinado cerca de Ft. Smith en Arkansas,
por un hombre llamado McLean".
Por su
parte el Presidente Joseph Fielding Smith escribió: “en
el otoño de 1856, Élder Pratt había dejado la ciudad de Lago Salado con un
grupo de misioneros, con quienes cruzó las planicies. Ese invierno el trabajó
en St. Louis, Philadelphia, New York y otras ciudades del este. En la primavera
de 1857, él estaba en Arkansas y mientras estaba allí intentó ayudar a la Sra. de
Hector H. McLean, (Eleonor J. McComb) quien era miembro de la Iglesia, a conseguir
la tuición de sus hijos, habiéndose ella separado de su esposo por causa de sus
borracheras y su crueldad. McLean acusó a
Élder Pratt de indisponer los afectos de su esposa e intentó llevarse
por la fuerza a los niños. Un juicio fue seguido, y Élder Pratt fue liberado del
cargo. Poco después, mientras viajaba por el Condado de Van Buren donde la
corte se había reunido, intentando unirse a una compañía de emigrantes que
viajaba para Utah, él fue seguido por McLean quien le hundió un cuchillo en su
costado. Después de que Élder Pratt hubo caído de su caballo, McLean disparó sobre él con su pistola…De esta
forma murió uno de los grandes expositores de la fe de los Santos de los
Últimos Días, un poeta y escritor, cuyas obras le sobrevivirán y harán mucho
por traer a multitudes al conocimeinto del Evangelio. Aún cuando la voz de su
autor ha sido silenciada, su obra todavía hablará con convincente poder”.
El asesinato a sangre fría
del Élder Parley P. Pratt ocurrió cerca de Van Buren, Arkansas, el 13 de mayo
de 1857, hecho del cual él Élder John Taylor publicó en Nueva York, el
siguiente extracto en The Mormon el
día 30 de mayo de 1857.
EL
ASESINATO DEL PRESIDENTE P.P.PRATT
“Nuestros lectores están indudablemente
estremecidos con la anterior noticia, nuestro corazón está profundamente
apenado, pero no tenemos razón para dudar de la triste noticia que nos ha
llegado, aún cuando, todavía sea, sólo por vía de la prensa pública. Unos pocos
días atrás fuimos avisados de su detención cerca de Fort Gibson; y, muy pronto
tras recibir esa información, supimos, por un despacho telegráfico, que había
sido asesinado cerca de Van Buren, Arkansas el 13 de mayo.
“Como no tenemos espacio
esta semana para entrar en mayores detalles, y puede ser que antes de la siguiente
edición recibamos información adicional sobre el tema, sólo diremos para el
beneficio de aquellos que están interesados, que sus asesinos lo siguieron por
unas doce millas desde el lugar del juicio, y sacando partida de su condición
solitaria, dispararon sobre él.
“Aún cuando deploramos
profundamente la pérdida para la Iglesia de tan gran y recto hombre, y el desamparo
para su familia, todavía no lo lamentamos. Su vida ha sido una de honor y
fidelidad; sus días han sido bien gastados en el servicio de su Dios; su nombre
es reverenciado por miles y decenas de miles, y será honrado por millones aún
por nacer, mientras que sus cobardes asesinos, y aquellos que han celebrado
este
El
Martirio
deleznable hecho, y que ahora se regocijan con su
crimen, serán aborrecibles, y un hedor en las narices de Dios y de los hombres
buenos”.
Su hermano Orson Pratt
escribió concerniente a la muerte de su hermano Parley: “¡Oh, cuan placentera
es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta
y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera
resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios,
para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y
para siempre.
“¡Oh, bondadoso y
afectuoso hermano! ¡Cuánto te amamos en vida! ¡Cuan gosozas fueron para nuestra
alma las palabras de vida que fluyeron de tu boca por el puro espíritu de
inspiración! ¡Cuan querido es todavía nuestro recuerdo de ti! ¡No lloramos por tu
muerte, porque fue gloriosa! ¡Tú nos has dejado solo por un corto momento, y
pronto te abrazaremos otra vez! ¡Tus cincuenta años recién habían comenzado, y
ahora tu Jubileo ha llegado! Descansa en la casa de tu padre, con todos los
nobles mártires del siglo diecinueve, hasta que el Jubileo de la tierra también
llegue; entonces tú regresarás y reinarás triunfalmente con todos los redimidos
de la raza de Adán”.
Fulgura La Aurora
Parley Parker Pratt
Apóstol – Misionero - Autor
Nació el 12 de abril de 1807
en Burlington New York.
Murió el 13 de mayo de 1857
cerca de Alma, Arkansas.
Miembro del Concilio de los Doce
Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo
de los Santos de los Últimos Días.
Ya rompe el alba de la verdad
y en Sión se deja ver, tras noche
de oscuridad, tras noche de oscuridad
El día glorioso amanecer.
De ante la divina luz,
huyen las sombras del error.
La gloria del gran Rey Jesús,
La gloria del
gran Rey Jesús,
Ya resplandece con su fulgor.
Élder Parley P. Pratt, Un Precursor de la
Historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en
Sudamérica.
1807 – 1857
“¡Oh, cuan placentera es la muerte de una persona recta! Quedando sepultado su cuerpo con una cierta y segura esperanza de que saldrá de la tumba en la mañana de la primera resurrección, para reinar como un poderoso Rey y Sacerdote del Más Alto Dios, para sentarse en un trono de gloria eterna, gobernando con poder por siempre y para siempre”. Orson Pratt
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