lunes, 12 de mayo de 2025

Recuerdos de 30 Años: La Primera Estaca.


En noviembre de 1972 la primera estaca en Chile fue organizada en Santiago. La membresía de la Iglesia había subido a los 20.000 miembros en solo 16 años.

 

                                                                      Por el Historiador Rodolfo Acevedo,2002.

        

                         Jaime Villalobos T.                Carlos Cifuentes                     Julio Jaramillo B.

                                    Primer Consejero                         Presidente                      Segundo Consejero

 

La Presidencia de la Estaca Santiago Sión

 

Las gestiones para organizar una estaca en Chile se habían iniciado en 1970 de acuerdo al testimonio del élder Gordon Irving, un misionero sirviendo en Chile por aquellos días: “A principios de año 1970 el Presidente Hinckley visitó Santiago con su vista puesta en la organización de una estaca en Santiago, “pero encontró un nivel insuficiente de pago de los diezmos en los líderes y les avisó que no podía organizar una estaca en tales condiciones y les desafió para que empezaran a pagar el diezmo para que en una ocasión posterior se pudiera organizar una estaca. Eso lo supe a través del presidente Earl o del Èlder Tuttle que vinieron a Valdivia en los primeros meses de 1970 para una conferencia de misioneros donde yo estuve presente (regresé a casa a fines de marzo).

 

 

Élder Gordon Irving

 

La memoria es débil, después de tantos años, pero tengo la impresión que el Élder Tuttle o uno de los misioneros que viajaron con los visitantes dijo que “el Presidente Earl había llorado de frustración al saber que no se pudo organizar la estaca”, señaló el Élder Irving, actual historiador de la Iglesia en la cabecera de la Iglesia, en la ciudad de Lago Salado.

 

            En diferentes viajes posteriores el Presidente Hinckley comentó a los hermanos acerca de esta experiencia relacionada con la creación de la primera estaca de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en nuestro páis: “Vine aquí para organizar la estaca, pero cuando entrevisté a todos los hermanos descubrí que ellos no estaban pagando sus diezmos. Me preocupé mucho en cuanto a que hacer. A la mañana siguiente nos reunimos en la capilla de Ñuñoa y les dije a los hermanos, “Ustedes no están listos para tener una estaca. Ustedes no están pagando sus diezmos”.

En otro momento el presidente Hinckley expresó:  “He revisado mi diario de vida y he encontrado en él los primeros pasos, para organizar la primera Estaca en Chile, una reunión celebrada en la capilla de Ñuñoa allá por 1970…hablamos con 24 líderes todo un sábado por la tarde. Preguntamos si pagaban un diezmo justo y la respuesta fue sólo dos y aún así su pago era parcial. Un desaliento terrible nos embargo. ¿Que debíamos hacer?, le preguntamos al Señor, la respuesta no se hizo esperar. “¡No organizaríamos la estaca!”

            “No estaban listos para ser una Estaca, yo les dije que sin una fe mayor no podrían constituirse en una estaca.”

            “Había mucha pobreza y mucho sufrimiento. Aquellos hermanos creían que no podían pagar el diezmo, que no podían ser líderes. Los desafié a poner su confianza en el Señor y volví dos años después en 1972 a entrevistar a los hermanos.”

            “En esta ocasión,” sigue el relato del presidente Hinckley, “todos pagaban su diezmo completo, con excepción de dos”. Eran hombres que se veían distintos, eran hombres que habían aprendido a caminar por la fe y que sabían que el Señor los bendeciría de acuerdo con las promesas de Malaquías. (Mal 3:4-6)

            De los líderes que se llamaron a presidir la estaca de Santiago, Carlos Cifuentes su presidente era un mecánico de profesión, Jaime Villalobos, su primer consejero, un abogado y su segundo consejero Julio Jaramillo, un ingeniero eléctrico.

“Quien iba a pensar que un mecánico como yo, iba a presidir en la Iglesia”, declararía el presidente Cifuentes, un destacado líder de los días pioneros de la Iglesia en Chile y quien al momento de fallecer en 1983 servía como consejero en la Presidencia del Templo de Santiago.

El Presidente Carlos Antonio Cifuentes había sido el primer miembro local en ocupar la posición de Presidente de Rama, presidente de Distrito y consejero de un Presidente de Misión.  El hermano Cifuentes en un momento también recordó,  “el poderoso sentimiento de hermandad y amistad hacia aquellos que se encontraban investigando. Lo primero que me enseñó la Iglesia fue que yo soy un hijo de Dios. Este hecho me sorprendió más que ninguna otra cosa. Yo solo era un simple mecánico, más en contacto con grasa, gasolina y fierros que con Dios. Cualquiera puede imaginar mi sorpresa al encontrarme enseñando una clase del sacerdocio. Nunca había imaginado que jamás tendría una oportunidad como esa en toda mi vida”. Liahona junio 1975.

 

 

                   Hermano Neal Davis frente a la casa de Misión en Alcantara 360, Las Condes.

 

Otra experiencia interesante ocurrida con el presidente Hinckley en los días en que creaba la primera estaca de Sión en Santiago nos la relata el Élder Neal Davis, quien servía como asistente del Presidente Robert J. Glade de la Misión Chilena en 1972 cuando llegó a Santiago el Élder Gordon B. Hinckley con la misión de organizar una estaca en Santiago, la primera que se organizaría en nuestra larga y angosta faja de tierra llamada Chile. Treinta años después el hermano Neal Davis visitó Santiago y evocó mientras conducía a duras penas un auto con cambios mecánicos, por las calles de Santiago, la ocasión en que llevó al presidente Hinckley en el auto de la misión al centro de la ciudad para comprar un traje para él.

“Recién habíamos tenido una reunión con él, todos los misioneros de la misión donde nos habló entre otras cosas de que nos cuidáramos de las jovencitas chilenas que eran muy bellas, y que cuando viéramos a una de ellas que nos llamara la atención, cantáramos un himno”.

“Mientras conducía el vehículo hacia nuestro destino, de pronto me detuve en un semáforo que estaba con luz roja” recuerda el Élder Davis, “y justo en esos momentos pasó un grupo de jovencitas estudiantes delante de nosotros, el presidente Hinckley al verlas, inmediatamente se puso a cantar el himno “Oh Está Todo Bien”, fue esta una situación muy divertida, ver al presidente cantando en el auto y recordándonos lo que nos había estado enseñando recién en la mañana.

Finalmente llegamos al centro y compramos el traje para él y tomamos helados en el Savory 2, un famoso lugar donde se reunían para comer los misioneros en su día de preparación por esos años de principios de la década de los años 1970 en Santiago.

 

 

Capilla de Ñuñoa

 

            Pero esta evocación divertida de la experiencia vivida en Chile por el presidente Hinckley, cuando era un miembro del Quórum de los Doce Apóstoles asignado a supervisar el progreso de la obra en Sudamérica, guardaba también una evocación que emocionó al Élder Davis al relatarla y esta decía relación con la creación de la primera estaca en Chile, la estaca de Santiago, creada en la capilla de Ñuñoa el día 19 de noviembre de 1972, en la histórica capilla que se ubica en el sector de Santiago donde los primeros misioneros que vinieron a Chile a mediados del siglo XX, los élderes Verle Allred y Joseph Bentley  iniciaron la obra de difusión del evangelio restaurado entre nuestra gente en el mes de junio de 1956 y donde el presidente de la Misión de la Chilena, A. Delbert Palmer dio la primera palada para la construcción del primer edificio de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile el día 8 de abril de 1962.

            La estaca de Santiago Sión organizada por el Presidente Hinckley quedó finalmente constituida por las siguientes unidades y líderes:

 

Presidencia de Estaca.

 

Carlos Cifuentes, Presidente

Jaime Villalobos, Primer Consejero

Julio Jaramillo, Segundo Consejero.

 

Barrios

Barrio República I: Obispo Gustavo Barrios

Barrio Puente Alto: Obispo Tomás Leiva

Barrio Providencia: Obispo Roberto Delgado

Barrio Macul: Obispo Harry Lockling.

Barrio Independencia: Obispo Eduardo Cabezas.

Barrio Ñuñoa: Obispo Benigno Pantoja.

Barrio República II: Obispo Jorge Mella.

 

Llamado a servir como Presidente de Misión de estaca fue el hermano Robinson Canales, mientras que el Hermano Anderson era llamado a servir como el Patriarca de la recién creada estaca.

De este gran acontecimiento en el progreso de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile ya han pasado nada menos que 37 años de crecimiento y de progreso espiritual para los Santos Chilenos, progreso que también se  ha visto proyectado en el crecimiento tanto espiritual como temporal de nuestro propio, hermoso y querido país de Chile.  

 

Cuando el presidente Gordon B. Hinckley visitó Chile en 1996 evocó algunos aspectos relacionados con la creación de la primera estaca de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile, el día 19 de noviembre 1972, estaca que se llamaría de Santiago Sión: “Recuerdo el tiempo cuando por primera vez vine a Santiago. Teníamos solo unos pocos miembros de la Iglesia viviendo aquí. Nos mantuvimos trabajando y creamos la Rama de Ñuñoa. Y a medida que los años fueron pasando pensamos que estábamos listos para tener una estaca de Sión. Vine aquí para organizar la estaca, pero cuando entrevisté a todos los hermanos descubrí que ellos no estaban pagando sus diezmos. Me preocupé mucho en cuanto a que hacer. A la mañana siguiente nos reunimos en la capilla de Ñuñoa y les dije a los hermanos, “Ustedes no están listos para tener una estaca. Ustedes no están pagando sus diezmos. Regresaré en seis meses y me gustaría darles ese tiempo para que comiencen a pagar sus diezmos”. Regresé en seis meses. Organizamos la primera estaca de todo Chile”.

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