martes, 13 de mayo de 2025

ADIOS AMIGO Y HERMANO

 Esta es una Carta enviada por el historiador Rodolfo Acevedo a la Familia Ñuñez por el Fallecimiento del primer Misionero Sacerdote Chileno guillermo Ñuñez.

con la autorizacion de Liliana Nuñez Cruz les comparto esta hermosa Carta, para que sigamos honrando a Nuestros Pioneros.


ADIOS AMIGO Y HERMANO



            Recién habían pasado dos horas del fallecimiento de su padre cuando su hijo Carlos me llamó a mi casa en Puente Alto el jueves 8 de marzo recién pasado, por el tono de su voz y por lo inusual de la hora sentí que algo grave había sucedido y que tenía una noticia triste para darme. Hermano Acevedo, me dijo, recién hace dos horas ha fallecido mi padre en Valparaíso, creo que entre las cosas que le dije a Carlos esa noche fue que su padre había sido un pionero de la Iglesia y que en su historia siempre ocuparía un lugar muy especial ya que había sido el primer joven chileno llamado a servir como misionero de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

            Le dije a Carlos que en estos momentos de prueba y de dolor por la partida de un ser querido,  y especialmente si se trata de nuestro padre el sacerdocio que poseemos nos da un valor especial para enfrentar estos momentos difíciles, un valor que nos permite magnificar nuestro sacerdocio en todos los preparativos para la despedida de nuestro ser querido. Le dije a Carlos que yo había vivido similar experiencia cuando tuve que despedir a mi propio padre hace tres años atrás.

            Recordé esa noche el día en que en que le visité en su hogar de Quilpué y juntos almorzamos con su querida esposa Liliana y sus niños y hablamos de su experiencia misional.

                Nuestro hermano Guillermo había nacido en Valparaíso el día 31 de diciembre de 1939, siendo sus padres Luis Alberto y Otilia Raquel. El mismo puerto que le vio nacer a la mortalidad lo vio también nacer a la inmortalidad, y es que nuestro hermano el día en que su espíritu abandonó  su cuerpo mortal para seguir el camino de toda la tierra, realmente había nacido a la inmortalidad, regresando a la presencia de su Padre Celestial y a reencontrarse con sus seres queridos y los grandes líderes de la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo ya fallecidos. Ese día jueves él inició una nueva y gloriosa etapa en su vida, la de la eternidad que espera a cada uno de los hijos de Dios.

            Sin embargo esta preparación en la tierra, que incluía este paso que llamamos muerte, tan necesario para volver a reencontranos con Dios onuestro Padre Celestial, nuestro hermano Guillermo ya lo había iniciado el día de su bautismo en la tierra un día 23 de agosto de 1958, cuando siguiendo el ejemplo del Salvador entró a las aguas bautismales siendo un jovencito de 19 años.  Hoy día lo despedimos como un Sumo Sacerdote del Señor, como uno de sus más valientes guerreros de esta dispensación, la última antes de la segunda venida del Salvador a la tierra y que fuera inaugurada con la restauración del evangelio de Jesucristo en la tierra por medio del profeta José Smith a principios del siglo XIX.

            El 13 de julio de 1959 asume la responsabilidad de ser un misionero de la fe que había abrazado recientemente y es así como sale a servir al Señor en los días pioneros de la Iglesia en Chile, de hecho él con su decisión se convirtió en el primer élder misionero chileno, siendo llamado por una de las misioneras gringas de aquellos días, en los días en que la mayoría de los misioneros eran jóvenes norteamericanos, “el más chileno de los misioneros”.



            Como un misionero el élder Nuñez pertenecía a la Misión Argentina, ya que Chile era un distrito de esta misión, y así fue hasta el día en que fue transferido a la recién creada Misión Andina que comprendió los países de Chile y Perú, era el día 29 de octubre de 1959 y el élder Nuñez servía junto con el élder Carl Christensen en Concepción.



            Estos son recuerdos muy familiares y queridos para mí ya que están grabados en la historia de la Iglesia en nuestro pais, y que ahora doy a conocer a ustedes como una faceta muy especial en la vida de quien fuera nuestro hermano Guillermo Eduardo Nuñez Reyes.

            Carlos, querida familia Nuñez reciban el aprecio de mi familia en este momento especial de vuestras vidas, vuestro padre ha nacido a la inmortalidad y a partido como un hijo fiel de nuestro Padre Celestial.

Que el Señor les bendiga,

Lo digo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amén.

 Puente Alto, 10 de marzo de 2001.

 

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