EL REGRESO AL HOGAR
Epílogo de
1851-1852
Aquel día 5 de marzo de
1852 mientras el bergantín[1]
“Dracutt” se pierde en el horizonte, Valparaíso, la ciudad que observaba su
partida disfruta de una gran fiesta, la razón, el Presidente de la nación, don
Manuel Montt Torres está de visita en el puerto y en breves minutos participará
de una ceremonia trascendental, ya que se hará por primera vez en Chile el
intento de comunicación por medio del telégrafo eléctrico, maravilloso invento
que hasta ese momento tiene tan solo ocho años de aplicación en el mundo.
Esta ceremonia de acuerdo
con los diarios de la época tuvo lugar en
“El alambre tendido ex
profeso comunicaba la casa presidencial con el Hotel de
“En la calle una multitud
de curiosos contemplaba el prodigio sin verlo ni comprenderlo”.
“En solemne actitud, Montt
escribió en su libreta unas líneas que el operador transmitió en su lenguaje de
puntos y rayas:
“5 de marzo de 1852. Primer
ensayo en Chile del Telégrafo Eléctrico”.
“En seguida preguntó el
Presidente a los de la otra acera:
“¿Tienen ustedes fe en que
el telégrafo se propagará en el país?”
“La alentadora respuesta
salvó la distancia de unos
“Antes de cuatro años el
telégrafo atravesará las ciudades más importantes de Chile”.[2]
Pero, dejemos a los
porteños celebrando este feliz acontecimiento y regresemos a la cubierta del
“Dracutt” que ya se ha perdido en lontananza y acompañemos a nuestros hermanos en
su regreso a casa.
El élder Pratt fue un
prolífico escritor y poeta y gran parte del viaje lo dedicó a escribir sus
sentimientos en cartas dirigidas al entonces Presidente de
Escribe el Élder Pratt:
“He leído un pequeño tratado sobre
“También he leído un texto de
Geografía de Chile y algunos otros trabajos”.
“La guerra civil y mi precaria
situación financiera, pero más particularmente la necesidad del lenguaje
coartaron mis viajes por el interior del país y mis deseos de visitar a los
Araucanos.”
“Sin embargo, visité un pequeño
pueblito cuarenta millas al interior, residiendo allí por un mes.”
Brigham Young
Foto original de Marsena
Cannon 1851-1852
“El 2 de marzo nos embarcamos con
rumbo a San Francisco, sin la suficiente eficacia en el lenguaje como para
girar la llave del evangelio en esta nación. Nos quedamos hasta agotar nuestros
medios, oramos diligentemente para que nuestro camino fuera abierto, pero no
pudimos hablar el lenguaje lo suficientemente bien como para predicar el
evangelio, ni encontramos un medio de ganarnos la vida, así que nos hizo
necesario regresar a California.
“Tenemos a bordo un joven chileno muy
servicial, lee y conversa muy bien en su idioma, ahora está muy ocupado leyendo
las escrituras, las cuales hemos comentado juntos. Le he prestado mi Biblia en
español y la está leyendo con mucho interés.”
“Le he hablado de nuestra doctrina,
del bautismo y la persecución contra
“Él ha tomado todo esto muy bien y
habla de ir a las montañas con nosotros”.
Lo que es notable en este joven por el
hecho de ser chileno es que no fuma ni toma”.
“Los chilenos son una mezcla de sangre
española e india…probablemente la mitad de ellos no sabe leer ni escribir. Su
conocimiento de las artes y la industria es escaso”.
“En su relación son francos, sencillos
y extremadamente sociables, aparentemente afectuosos pero con tendencia al
engaño en sus tratos, hay sin embargo, muchas y honorables excepciones a esta falta o mal hábito”.
“
Océano Pacífico, lat 3º N.
27 de marzo de 1852.
Querido hermano.
“Llevamos 23 días de navegación completando
ya casi la mitad del viaje. Estamos bien. El “Libro de Mormón” y “Una Voz de
Amonestación”, etc., han estado rotando y han sido leídos por el capitán y la
tripulación; pero ellos no creen, en el testimonio de hombres o de ángeles. Sin
embargo hay un joven muy inteligente, que se ha interesado mucho. El joven de
quien hablo, es el Sr. Howard, de los Estados Unidos, con muy buena educación, quien ha leído los libros con mucho
interés durante el viaje y nos ha pedido ser bautizado y unirse a
Tanto el viaje de ida como
de regreso estuvo marcado por la incertidumbre y el hambre para ellos, cito a
continuación la referencia que hace a este punto el Élder Pratt:
Lat. 27º N
29 de abril de 1852.
“Cincuenta y cinco días han pasado
semejantes a una triste prisión para nosotros con muy poco para comer, las
condiciones aquí son muy pobres, comiendo pan duro, algunos porotos y un poco
de charque de vacuno o cerdo.”
“No hemos tenido ningún día de buena
navegación en el último mes. Estamos hambrientos y fatigados, tristes y
desconsolados. Pedimos al Señor que nos de paciencia y conformidad”.
“Ahora estamos a 800 ó
“Las más horribles blasfemias suenan
en nuestros oídos cada día. Somos esquivados y odiados a causa de nuestro
testimonio y porque nuestro ejemplo es una reprobación”.[5]
El largo y tedioso viaje de
nuestros hermanos demoró setenta y nueve días de los cuales los últimos
cuarenta fueron de gran sufrimiento a causa de la falta de alimentos. Ellos
entraron al puerto de San Francisco en California
el día 21 de mayo de 1852.
Una vez de regreso en su tierra el Élder Pratt, apóstol
y misionero continuó sin cesar con su intenso trabajo misional hasta el día en
que encontró trágica muerte a manos de un asaltante quien le clavó su puñal en
un costado haciéndolo caer del caballo para finalmente rematarlo de un balazo
en la espalda. Esto acaeció mientras servía como misionero en el Estado de
Arkansas el día 13 de mayo de 1857, cinco años después de haber partido de
nuestra tierra chilena.
El Élder Pratt selló su
testimonio del evangelio restaurado con su sangre, como antes lo hiciera el
Profeta José Smith al ser cruelmente asesinado, y también como tantos Santos
que padecieron igual suerte producto de la persecución desatada contra la iglesia
en sus primeros años.
El testimonio del élder
Pratt perdurará en muchas de sus obras como “Una Voz de Amonestación” a todo
pueblo, tribu y lengua, y en muchos de sus poemas que llegaron a convertirse en
himnos que hoy cantamos con regocijo, siendo ejemplo de ellos este profético
himno cuyas palabras se encuentran grabadas en la gran lápida de granito pulido
que identifica el lugar donde fuera sepultado:
“El Alba rompe de verdad,
y en Sión se deja ver,
tras noche de oscuridad,
bendito día renacer.
De ante la divina luz,
huyen sombras del error,
la gloria del gran Rey Jesús
ya resplandece con fulgor”. (Himnos Nº
1)
El alba rompiendo en estas
tierras escogidas del Señor era el gran sueño del Élder Pratt, como él lo
expresara:
“Pienso en el día cuando el Libro de
Mormón y otras publicaciones sean traducidas al español e impresas, entonces se
dará vuelta la llave a estas naciones y poseedores del sacerdocio les llevarán
estos escritos, con las promesas de Dios, las oraciones y fe de los antiguos y
el poder del espíritu de Dios trabajando con ellos en la restauración de
Gracias
Élder Parley P. Pratt, vuestro sueño y esperanza de hace tantos años atrás hoy
son una hermosa realidad, el alba en
Chile está rompiendo de verdad.
[1] Bergantín: Buque de dos palos y vela cuadrada o redonda.
[2] Enrique Bunster, Chilenos en California, Ed. Del Pacífico, Santiago,
Chle. 1972. pp. 81-82.
[3] Pratt, op. cit. pp. 396-398.
[4] Pratt, op.cit, p. 403.
[5] Pratt, op. cit, p. 403.
[6] Pratt, op. cit, p. 401.
No hay comentarios:
Publicar un comentario