martes, 6 de mayo de 2025

ELLOS PREPARARON EL CAMINO

 

ELLOS PREPARARON EL CAMINO

 

John H. Burgon, el mormón.

Algo Muy Especial


 

Por Rodolfo Acevedo

 

     “Los misioneros deben buscar líderes, no malgastar su tiempo…deben determinarse a declarar el evangelio y aprender a hacer contacto”

 

            Estas palabras expresadas por el Élder A. Theodore Tuttle, presidente de las Misiones Sudamericanas en su visita a Chile en noviembre de 1963 adquieren un especial significado si nos remontamos al tiempo en que fueron vertidas, tiempo primero de la Iglesia en nuestro país, cuando los misioneros además de su labor proselitista debían buscar maneras de hacer conocido y familiar el nombre “mormón” entre nuestra gente.

            Esto les llevó a poner en práctica diversas técnicas proselitistas y de buenas relaciones públicas para mantener el nombre “mormones” en los titulares de los diarios, como una noticia permanente, de allí la creación de grupos musicales con nombres como “The Mormon Four” (Los Cuatro Mormones) o “The Mormon Modern” (Los Mormones Modernos) integrados por misioneros que actuaban doquiera la Iglesia tuviera Ramas establecidas así como para las instituciones más representativas de la comunidad nacional como universidades, colegios, clubes sociales y deportivos, etc. Todo esto con el propósito de preparar el camino para el trabajo de los futuros misioneros entre un pueblo que muy poco sabía de lo que los misioneros mormoens realmente representaban.

            Además de estos grupos musicales, los misioneros formaron y dirigieron grupos Scouts, dieron clases gratis de inglés en las capillas y tambipen jugaron basketball, participando incluso con un equipo en el torneo de la Asociación Santiago, la idea era mantener el nombre “mormones” en los diarios y por lo tanto en los hogares de la familia chilena, y en relación con esto último un misionero en la austral Punta Arenas vaya que si logró su cometido.

            El Élder John H. Burgon había llegado a Punta Arenas los primeros días del año 1968, allí los misioneros como en otros lugares del país realizaban partidos amistosos con los equipos locales, llegando la calidad deportiva del Élder Burgón a ser apreciada de tal manera en la zona que uno de los equipos que animaban la competencia basquetbolistica lo solicitó para reforzar sus líneas.

            Esta oferta de integrar un equipo en la competencia local de Punta Arenas se presentó ante el Élder Burgón como una gran oportunidad para llevar el nombre de la Iglesia a mucha gente de la comunidad puntanerense.

            Con el tiempo el Élder Burgón llegó a ser una pieza vital en su equipo y su brillante desempeño fue destacado por la prensa, la que se refirió siempre de él como John Burgón, el mormón.

            Pero como sucede a todos los misioneros el día de partir llegó y en un significativo acto el Club Aviación en pleno le expresó su agradecimiento por su contribución al equipo, haciéndole entrega el capitán de la FACH (Fuerza Aérea de Chile), Antonio Mardones de un recuerdo de Punta Arenas.

            Por otro lado la principal publicación periodística de la zona dedicó una crónica especial a la partida de este misionero destacando aspectos que son reveladores de su propósito cumplido y que paso a detallar a continuación:

 

            “El Club Deportivo Aviación, en una sencilla y emotiva ceremonia agasajó a uno de sus jugadores. El hecho en si sólo tiene trascendencia para el festejado y para el mismo club. Pero este caso es especial.

            Especial, porque ocurre que se trata de un jugador extranjero, y que sin tener por qué defendió los colores azules del club de Bahía Catalina, e incluso llegó a constituirse en una de sus figuras en el torneo cesteríl.

            “Se trata de John Burgon -el mormón-  un elemento que por razones de su religión debe regresar a su país, Estados Unidos.

            “Los aviadores como buenos camaradas- le obsequiaron un presente a John, le brindaron un momento de satisfacción y lo despidieron como Burgón se lo merecía.

            “John – y esto les consta a todos los que asistimos a esa manifestación – con su chisporreteado español y con un nudo en la garganta, agradeció el gesto que para él no tiene límites.

            “Cuando Burgón llegó a Magallanes, lo hizo tal cual un simple extranjero, dispuesto a servir a su religión y a cumplir con la misma.

            “En Punta Arenas, hilvanó las amistades que más tarde lo llevarían a la actividad deportiva. John como buen norteamericano es buen basketbolista y en Aviación hizo mucho por el levantamiento de este equipo en la Asociación.

            “Anoche, John Burgon, el mormón, es posible que haya cumplido una de sus aspiraciones al pisar esta tierra magallánica se captó las simpatías de buenos amigos y ahora esos amigos le hicieron vibrar de emoción.

            “El chileno, y en particular, el magallánico, siempre se ha caracterizado en estos acontecimientos, desea demostrar al afuerino lo que es esta zona y lo que son sus habitantes. John vibró con todo esto y ayer, seguramente se convirtió en un puntarenense más de adopción.

            “Burgón al retornar a su patria tiene dos caminos; seguir estudiando en la Universidad o servir en las fuerzas que USA envía a Asia.

            “Cuando John esté lejos de esta tierra que lo albergó, seguramente recordará a sus amigos en Bahía Catalina, a sus amigos de la Asociación y a sus amigos de Punta Arenas de Magallanes.

            “Probablemente estas líneas no encierren el contenido que los aficionados están ya acostumbrados a leer, pero reiteramos que esta crónica es algo muy especial.

            “Es como un saludo y una despedida más a John Burgón. En este pedazo de papel va el adiós para este mormón que los deportistas de este austro siempre recordarán. Porque a veces el papel también tiene fuerza. Sobre todo en este caso, en el caso de John que se va”.

 

            De todo esto ya han pasado algunos años y aún cuando las técnicas proselitistas de primer contacto han cambiado y perfeccionado, el espíritu de la obra misional se mantiene intacto en el sentido de llevar la buena nueva del evangelio restaurado de nuestro Señor Jesucristo a todas las regiones del mundo. Había una razón para que el Élder Burgón pusiera al servicio de la obra sus talentos deportivos y en él también se ven simbolizados todos aquellos misioneros que por aquellos días cantaron, jugaron y enseñaron con un propósito definido, esto es hacer conocido el nombre “Mormón” entre nuestro pueblo chileno.

 Fuente:http://youtube.com/post/UgkxzHmBf-Mqpo4SbKEbWZVQgkEJWW4omzqq?si=UABjAJ_WT4pWZKPT

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